Un eslogan para abrir el Despacho Oval
Obama confronta su "Forward" con el "Believe in America" de Mitt Romney
MADRID Actualizado: GuardarToda campaña política tiene como eje fundamental la estrategia de comunicación. Los candidatos se rodean de los mejores asesores con el fin de inocular en los electores la idea de que ellos son la mejor opción para defender los intereses del país. Ingentes cantidades de dinero procedentes de las donaciones recabadas se destinan a anuncios en televisión, radio, prensa escrita e Internet. Un mensaje efectivo, difundido en el momento oportuno, puede impulsar a un aspirante o hundir a su oponente. De ahí que sus equipos pasen horas elucubrando sobre los lemas a utilizar en el largo camino que conduce al Despacho Oval.
Barack Obama daba el 5 de mayo el pistoletazo de salida a su campaña en busca de la reelección. Poco antes había revelado el eslogan escogido para tratar de que los electores le den un segundo mandato: "Forward" ("Adelante"). Una idea sencilla que viene a complementar el célebre mensaje que tanto contribuyó a que se materializase el sueño de aquellos que décadas atrás ni siquiera podían estudiar junto a los blancos en numerosos centros del país: "Yes, we can" ("Sí, podemos"). Si entonces su campaña pivotó sobre la demanda de cambio tras los ocho años que George W. Bush estuvo al frente del país -"Change we can believe in" era el lema oficial de la campaña-, ahora ha de defender los logros conseguidos durante sus cuatro años en la Casa Blanca a la vez que debe convencer a los votantes de que para completar la tarea emprendida es necesario que permanezca otros cuatro años más al frente del país. Ese "adelante" va en la línea de hacer moverse a América que tantos políticos estadounidenses han vendido con más o menos fortuna a lo largo de los años.
Su rival, Mitt Romney, se ha decantado por "Believe in America". El republicano reitera una y otra vez la necesidad de devolver al país de las barras y las estrellas la grandeza, perdida, a su entender, durante el mandato de su oponente.
El tiempo permitirá comprobar el efecto que puedan surtir ambos lemas a la hora de convencer a los indecisos, quienes tendrán en su mano la llave de unas elecciones que se prevén muy reñidas. Pero ya forman parte de la historia electoral estadounidense, prolija en eslóganes para todos los gustos.
"Es la economía, estúpido"
En el siglo XIX, uno de los más efectivos fue el empleado por William Henry Harrison en su lucha contra el presidente Martin Van Buren. Su campaña consistió en ensalzar una y otra vez su experiencia en el campo bélico. Así se decantó por el lema "Tippecanoe and Tyler too", una frase que aludía a la batalla librada por el ejército bajo su mando contra los indios liderados por Tecumseh. Venció pero apenas pudo permanecer un año en el cargo, sucediéndole la otra 'pata' de la frase, el vicepresidente John Tyler, que tampoco dejaría demasiada huella. Dos décadas más tarde, Abraham Lincoln se decantaba por "Don't swap horses in midstream", enfatizando la necesidad de mantener al hombre que cargaba con el peso de tratar de salvar la unión ante el desafío confederado. La misma idea que en 1944 emplearía Franklin D. Roosevelt en la que sería su última campaña presidencial.
Claro que los lemas más célebres estarían aún por venir. La irrupción de la televisión cambió para siempre las campañas. De ella sabría aprovecharse Dwight D. Eiswenhower para auparse a la Casa Blanca con un "I like Ike" que sigue figurando entre los más recordados. Lo tenía fácil cuando cuatro años después se enfrentó al mismo oponente .Adlai E. Stevenson- optando por "I still like Ike". En los sesenta, John F. Kennedy se convertía en el primer presidente católico de Estados Unidos haciendo gala de su encanto y prometiendo "un tiempo de grandeza". En 1984, Ronald Reagan arrasó a Walter Mondale proclamando un "nuevo amanecer en América". Y Bill Clinton desalojó del Despacho Oval a George H. W. Bush con una frase -"es la economía, estúpido"- que se convirtió en la estocada mortal para el mandatario que había dicho: "lean mis labios, no habrá subida de impuestos".