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Toros mellados

La grave lesión de rodilla de Derrick Rose y el esguince de tobillo de Noah en plena eliminatoria han sido contratiempos demasiado fuertes para los Bulls

MADRID Actualizado: Guardar
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La pasada noche fue operado con éxito Derrick Rose. El base estrella de los Bulls, que inicia un duro y largo proceso de recuperación y que deberá ver desde la grada los primeros partidos de la próxima campaña, se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda cuando quedaba poco más de un minuto del primero de los partidos de la eliminatoria por el título que enfrentaba a Chicago con los Sixers. Por la rodilla del MVP de la temporada anterior se empezaron a romper los sueños anillados de los Bulls y acabaron por destrozarse con el esguince de tobillo que sufrió Joakim Noah en el tercer choque de la serie.

Si un equipo campeón se construye a partir de un gran base y un pívot dominante, Tom Thibodeau ha visto cómo sus aspiraciones eran destruidas cuando el infortunio atacó directamente a sus dos pilares fundamentales. Si Rose era la referencia fundamental para sus compañeros y la principal amenaza ofensiva, el pívot de origen francés ejercía de bastión defensivo y de candado bajo los aros.

Tras una temporada demoledora, con 66 partidos en apenas cuatro meses, los Bulls no han podido superar tanto contratiempo y han caído ante la sorprendente y pletórica Filadelfia. Han entrado en la historia, pero por la puerta de atrás, al convertirse en el quinto equipo que es eliminado en la primera eliminatoria de los ‘playoffs’ después de lograr la mejor marca de la liga.

Como en una mala corrida, los Bulls han saltado mellados a la cancha casi desde el primer minuto. Con los cuernos afeitados y escasos de fuerzas, apenas han podido tirar de la casta de Deng y Boozer para intentar seguir vivos, pero no ha sido suficiente y son ahora los Sixers los rivales de unos Celtics rejuvenecidos que, como un animal resabiado, se revuelven contra cualquier rival que ose ponerse frente a ellos. Muchos se burlaron de las posibilidades de los veteranos Pierce, Allen y Garnett, pero el orgullo verde siempre permanece vivo y, ya en semifinales, solo los temibles Heat de Miami parecen rivales de fuste para evitar que se conviertan en el representante del Este en el choque final de conferencias.

Mientras Boston sigue vivo, en Chicago se lamentan cuando esperaban salvar eliminatoria tras eliminatoria y obtener el indulto con un título que les permitiera recuperar la gloria que trajo a la ciudad la mítica dinastía de Jackson, Jordan, Pippen y Rodman.