Nadal supera sin apuros el primer trámite en la pista azul

Raro es el descanso entre puntos o en los cambios de pista en los que no se oye un “¡Vamos Rafa!”, procedente principalmente de la zona alta de la pista, poblada de jóvenes. Extraño es el punto que gana y no se celebra como si fuese el último. Y tiene su porqué: en la pista está Rafa Nadal, el tenista más esperado por los aficionados, el día de su debut sobre la tierra azul del Masters 1.000 de Madrid, un tenista capaz de propiciar la mejor entrada hasta el momento con mucha diferencia.

En medio de ese ambiente festivo, el español completó un buen partido. Ante un rival correoso como Nikolay Davydenko, el número dos del mundo y uno de los principales favoritos para alzarse con el título sobrepasó desde todos los puntos de la pista al ruso y cerró su pase a tercera ronda del torneo madrileño por 6-2 y 6-2 en una hora y 20 minutos.

“Espero que me mate rápido y no me tenga tres horas corriendo por la pista”, bromeaba este lunes Davydenko. Y la verdad es que no sufrió demasiado, porque muy pronto se pudo ver que Nadal no estaba para bromas. No rompió a las primeras de cambio, como suele hacer, pero en el tercer juego ya consiguió ese ansiado ‘break’. Su revés, especialmente en cruzado, marchaba a la perfección, hiriendo a la derecha de Davydenko. Y su ‘drive’ no desentonaba. Al contrario. Con confianza y solidez desde la línea de fondo, repartía a un lado y a otro dominando al ruso. Y con el viento a favor, y otra rotura de servicio bajo el brazo, el español conectó un saque directo, el cuarto de la manga, y se hizo con el primer acto.

El de Manacor, infinitamente superior, comenzó la segunda manga rompiendo el servicio de su oponente a las primeras de cambio.

Impulsado por su servicio, que funcionó francamente bien, y con su derecha, Nadal aplacó rápidamente al ruso, que se limitó a verlas venir. Y a partir de ahí fue todo muy sencillo. Tiró desde el fondo de la pista, arrolló al jugador del este y se clasificó para tercera ronda del Masters 1.000 de Madrid. Nada más terminar el encuentro, y en declaraciones a laSexta, Nadal explicó que “las condiciones eran complicadas pero para mí jugar en Madrid siempre es un reto importante”. “La pista no es para sentirse cómodo, es muy complicada, muy resbaladiza, hace que sean complicados los apoyos. Ahora lo que hay que hacer es adaptarse a la pista azul”, aseveró el balear.