Interior de la Bolsa de Madrid. / Archivo
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Grecia y Bankia nos mantienen en vilo

El Ibex cede un 0,8% pero logra mantenerse en la barrera psicológica de los 7.000 puntos

MADRID Actualizado: Guardar
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Grecia nos está poniendo muy nerviosos. Posiblemente a ello se debieron las fuertes oscilaciones del Ibex-35. El selectivo comenzó al alza, a las diez de la mañana entró en negativo, sin perder los 7.000 puntos, a partir de la una de la tarde, volvió a entrar en verde, para marcar máximos de la jornada por encima de los 7.150 puntos, para desinflarse a partir de las dos de la tarde y entrar en números rojos a partir de las tres. Afortunadamente, los 7.000 puntos actuaron de soporte: el selectivo marcó mínimos de la sesión en los 6.969 puntos pasadas las cinco de la tarde, pero el indicador logró salvar los 7.000 puntos, para situarse en los 7.006,90, lo que supone un recorte del 0,8% con respecto al cierre de la sesión anterior.

Pero, ¿qué pasa en Grecia? Por lo pronto, su bolsa ha caído a niveles nunca vistos desde el año 1992. "Las últimas noticias dicen que no se podrá formar Gobierno y que unas segundas elecciones son inevitables. Ningún partido ha logrado superar un 20% de votos y formaciones de izquierda y extrema derecha, antes minoritarios, han logrado igualar a los que antes gobernaban. La sociedad ha dicho con claridad que no está dispuesta a someterse a las condiciones impuestas por Europa y, si en unas segundas elecciones, los partidos anti-austeridad logran mejores resultados, estaremos más cerca del primer abandono del euro", explica Miguel Ángel Rodríguez, de XTB. Nueva Democracia renunció el lunes a formar gobierno. El partido de izquierda Syriza sigue intentándolo, con un programa de cinco puntos entre los que destacan la nacionalización de la banca, la renuncia a los acuerdos del rescate y la retirada de las reformas del mercado de trabajo. Pero no llegará a formar una mayoría parlamentaria.

Triunfe o no Zyriza, una hipotética salida de Grecia del sistema no sería ni tan sencilla ni tan limpia como algunos quieren pensar, según explica Rodríguez. "Grecia no es un país grande ni tiene el peso de España e Italia, pero si este país abandonase la moneda única, lo tendría que hacer en gran medida por la ineficacia de un sistema monetario que se ha quedado corto en su construcción desde el nacimiento", añade. Y esta construcción, que habría fallado por su flanco más débil, podría seguir teniendo averías y afectar a los elementos más vitales de la maquinaria. Eso es lo que teme el mercado.

Subida de las primas de riesgo

Por eso, además de la Bolsa, es fundamental vigilar la evolución de la rentabilidad de los bonos alemanes. Ayer cayó a mínimos en los largos plazos. En el diez años, el interés bajó hasta el 1,54%, por debajo del 1,6% del nivel de cierre de ayer. Síntoma de que los inversores siguen muy temerosos, dado que el dato económico alemán publicado ayer fue muy bueno: la producción industrial creció un 1,6% interanual en marzo, cuando el consenso de analistas esperaba un descenso del 1,2%. Además, el dato del mes de febrero se revisó al alza. Normalmente, un buen dato económico se traduce en venta de bonos y subida de sus rentabilidades: el dato da esperanzas de crecimiento e inflación para el futuro y los inversores buscan activos más rentables para lograr batir a la inflación y no perder poder adquisitivo.

En parte por esa caída de la rentabilidad de la deuda alemana, subieron las primas de riesgo de los países periféricos. Aunque no sólo. También contribuyeron los bonos periféricos. La de España, de los 415 hasta los 430 puntos básicos. Aunque la rentabilidad del bono español a diez años subió desde el 5,75% hasta el 5,84%. La prima de riesgo de Italia se incrementó desde los 379 hasta los 391 puntos básicos, con el interés del bono a diez años subiendo desde el 5,4% hasta el 5,45%. También se amplió la prima de riesgo de Francia desde los 119 hasta los 127 puntos básicos. Y, mientras, la prima de riesgo de Grecia subió desde los 2.138 hasta los 2.159 puntos básicos.

Y, además, en el mercado de divisas, el euro cotizó a la baja: llegó a perder el nivel de 1,30 unidades, aunque lo recuperó.

Entre los grandes índices de renta variable europeos, el peor fue el Cac 40 francés, con un recorte del 2,78%. Sólo uno de sus valores, la constructora Bouygues, cerró la sesión al alza. Quizás es porque los inversores están comenzando a atemorizar a François Hollande. El resto, fuertes descensos. A continuación, el Ftse Mib de Milán, que perdió un 2,37%. No se salvaron ni el Dax alemán ni el Ftse 100 británico, que sufrieron caídas de un 1,90% y de un 1,78%, respectivamente. Por lo tanto, con su descenso del 0,80%, el Ibex-35 fue el mejor, a excepción del PSI-20 de Lisboa, que ganó un 0,88%.

Y eso que dentro del selectivo español apenas hubo un puñado de valores al alza. El más rentable fue CaixaBank, que ganó un 1,21%. Sólo le acompañó otro banco al alza, el Sabadell, con un avance del 0,42%. Entre los valores en positivo, valores heterogéneos: así, Amadeus e Indra ganaron un 0,88% y un 0,77%. La constructora Ferrovial se apuntó algo más de medio punto porcentual. Y, mientras, Abengoa y Gas Natural subieron un 0,13% y un 0,05%, respectivamente. Premio, pues, aunque modesto, a las acciones de Gas Natural tras haber presentados sus cuentas por la mañana. La gasista ganó 407 millones de euros, un 5% más, por su negocio internacional. Entre los grandes, sólo Telefónica cerró al alza: ganó un 0,31%.

El terremoto Bankia y su onda expansiva

Bankia, que sigue en el epicentro del terremoto financiero español, terminó la sesión con otro desplome del 4,76%, hasta los 2,26 euros por acción, otro mínimo histórico, con lo que, desde su salida a Bolsa pierde un 40%. Pero a la entidad le ganaron dos empresas en pérdidas. En primer lugar, IAG, con un retroceso del 6,70%, lo que le convirtió en el peor valor del selectivo, dado que sufre la presión de tener a Bankia como accionista y podría verse obligada a vender su participación. IAG no es el único "cadáver bursátil" que deja Bankia. Mapfre, también participada, bajó un 2,91% e Iberdrola, un 1,59%. Y fuera del Ibex, NH Hoteles, que retrocedió un 5,22%.

También ACS perdió más que Bankia. La constructora cayó un 5,34% tras presentar sus cuentas. No gustaron, pese que la empresa ganó 207 millones de euros hasta marzo, un 1,3% más que hace un año.

Pérdidas importantes también para Mediaset o Sacyr Vallehermoso, ambos con caídas de más de un 3%. Y, entre los grandes, destacaron las pérdidas de Repsol, de un 1,93%.

Fuera del Ibex, el valor más rentable fue Nicolás Correa, con una revalorización del 19,21%, seguido de San José, con un avance del 13,10%. El valor que más cayó fue Quabit, que retrocedió un 7,58%. IAG, Urbas y Antena 3 se dejaron más de un 6%.

En Wall Street no había muchas referencias económicas. Por eso, los inversores, para tomar decisiones, se basaron en lo que sucedía en Europa. Y, por tanto, los índices caían con fuerza desde los primeros cambios. Algunos atribuían estos fuertes descensos al desplome de las compañías con exposición a Europa.

Y, en el mercado de materias primas, descensos. El barril de Brent, de referencia en Europa, cayó alrededor de un 1,75%, para situarse en los 111 dólares. El de West Texas, de referencia en Estados Unidos, caía casi un 2%, hasta los 96 dólares. El cobre también cotizó a la baja: retrocedió un 2,5%, lo mismo que el oro y la plata.