Javier Ballesteros señala que por el momento, lo principal para él en el golf es «disfrutar». :: DM
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Javier Ballesteros: «Todo lo que sé me lo enseñó mi padre»

El hijo mayor de Seve, que debutó el pasado mes de abril entre los profesionales del golf, desgrana su pasión por el deporte, su futuro y el recuerdo familiar

SANTANDER. Actualizado: Guardar
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Quienes le conocen avisan: «Cuidado con él, que va a ser un campeón». Talento no le falta. Credenciales, tampoco. Viéndole practicar su 'swing' muchos dirían que se ha producido una fractura en el tiempo y que un joven Severiano Ballesteros ha vuelto cargado de ganas al circuito golfístico. Javier Ballesteros Botín, de 21 años, hace gala de un enorme parecido a su progenitor y busca hacer honor a su ilustre linaje abriéndose un hueco entre los profesionales del deporte que Seve cubrió de gloria en los años 70 y 80. Al muchacho, que se considera un jugador «tranquilo» y poco dado a dejarse dominar por la presión, no le pesan sus apellidos -«estoy muy orgulloso de llevarlos, así como de mi padre y de mi madre»-. Además, no tiene prisa. Estudiante de tercero de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, no busca correr en su carrera en el golf, sino ir poco a poco degustando y aprendiendo cada día un poco más de este deporte.

Su padre, su carrera, el golf, Tiger Woods, el Barça... A Javier Ballesteros no le gusta nada definirse. Prefiere mostrar, en el calor familiar del campo, las virtudes de alguien llamado a formar parte del reducido grupo de campeones del planeta golf.

-El pasado 26 de abril en San Cugat tuvo lugar su debut en un campeonato profesional ¿Cómo se sintió?

-Fue increíble. Yo no iba con ningún tipo de expectativa, sino con la idea de pasarlo bien y aprender de los profesionales con los que me tocase jugar. Una vez acabado el campeonato estaba muy contento, tanto por el resultado -que fue muy bueno-, como por cómo me había sentido. Sobre las vueltas que hice (65, 73 y 68) la verdad es que el día que mejor jugué fue el último, pero no metí 'putts' y ésa es la clave en el golf. Los tres días jugué muy bien, pero el golf es así, y hay días que cuando juegas bien no haces un buen resultado. En definitiva, muy contento con el campeonato, fueron tres días muy sólidos de golf.

-Además, pudo compartir momentos con jugadores de alto nivel.

-Sí, tuve la suerte de que me tocó los dos primeros días con dos pedazo de profesionales como son Pablo Larrazábal y Txomin Hospital, e iba fijándome en ellos para aprender. Me motiva mucho jugar con profesionales, saca lo mejor de mí. Yo creo que me hace jugar mucho mejor porque sé que son mejores y eso me hace dar el 110%.

-Se da el caso de que fue el mismo campo donde debutó su padre en 1974.

-Antes de pedir la invitación a Javier Gervás (director de 'Matchgolf') no sabía que mi padre había iniciado ahí su carrera, pero cuando me enteré de que iba a debutar en el mismo campo que él me hizo muchísima ilusión. Para mí es el mejor jugador europeo de todos los tiempos. Yo estoy encantado de que se me compare con él, es mi padre y es un auténtico orgullo. Lo que hizo fue increíble y difícil de acercarse a ello.

-Tras la primera jornada, usted manifestó que se había puesto más nervioso de lo que esperaba.

-Yo nunca, o prácticamente nunca, me pongo nervioso. Pero sí es verdad que el primer día en el hoyo uno me puse un poco. No sé... Era un momento especial y me entraron algunos nervios, pero pegué un primer golpe muy bueno y empecé con 'birdie'. Eso me tranquilizó totalmente.

-Es un jugador que templa bien las situaciones tensas.

-Sí, me considero un jugador tranquilo, no me dejo llevar por las situaciones, sean buenas o malas. Intento estar siempre igual, vayan las cosas bien o mal, aunque alguna vez, cuando las cosas no van bien, sí que me impaciento. Pero siempre intento ser positivo, ya que enfadarte a lo único que puede llevarte es a peor.

-¿Cómo se definiría como golfista? Algunos han destacado la imaginación y la creatividad, que parece que ha heredado de Seve.

-De mi golf destacaría el juego corto, es decir, los golpes de 100 metros para abajo y las sacadas del 'bunker'. También mi forma de pegar a la madera 3, mi palo favorito de la bolsa. Creo que lo manejo muy bien. Respecto de la imaginación, tengo bastante, algo sí que he debido de heredar, pero también la tengo de jugar hoyos con mi padre y fijarme en los distintos golpes que él daba.

-¿Fue él quien le enseñó a jugar?

-Sí, todo lo que sé de golf me lo enseño mi padre. Él me daba clases y con él jugaba muchas veces en el campo, que es donde más aprendía.

-«Juega con naturalidad», le decía.

-Sí, el siempre me decía que había que tener naturalidad para jugar al golf y, sobre todo, poner muchas horas de trabajo. Otra de las cosas que me enseñaba mi padre es que era muy importante la repetición del swing, el ser constante a la hora de pegarle a la bola.

-¿Alguna vez se ha desanimado o sentido vértigo por todo lo que logró él? Quizás ha sentido una presión añadida.

-No, nunca. Jamás me he comparado con mi padre. Lo que hizo él fue algo increíble y difícilmente igualable. Yo juego al golf porque me gusta mucho y para intentar, en un futuro, vivir de ello. Las comparaciones son lógicas porque soy su hijo, pero a mí no me preocupan. Voy a lo mío, aunque es un orgullo que te comparen con tu padre por algo tan bueno que hizo en el mundo del golf.

-Se sigue sintiendo el cariño y la admiración por Seve en todo el mundo. En los 80, había gente en el extranjero que, de España, sólo conocía Pedreña.

-Sí, yo creo que mucha gente le sigue admirando. Yo lo noto mucho cuando voy a los campos de golf. Muchos se me acercan y me dicen: «tu padre era mi ídolo», o, «por tu padre yo empece a jugar al golf». Cosas así, que la verdad, es muy bonito escucharlas.

-Ahora mismo, ¿qué es para usted este deporte?

-No sé muy bien decir qué es para mi el golf... Me gustaría que en un futuro fuese mi trabajo, porque me gusta mucho, pero ahora mismo es una manera de disfrutar. Yo me lo paso muy bien entrenando, jugando hoyos, y , sobre todo, disputando campeonatos.

-Pablo Larrazábal dijo que ya veía a Javier Ballesteros jugando a nivel profesional en un breve espacio de tiempo.

-Sé que es muy difícil vivir de jugar a este deporte, pero para eso entreno. Hay mucha competencia y gente que juega realmente bien, pero yo lo intentaré y, si no sale, me gustaría trabajar en algo relacionado con el golf.

-Actualmente existe un espectacular 'boom' del golf. Cada día crece el número de personas que se animan a coger los palos. Y eso que es un deporte difícil ¿Recuerda cuándo fue su primera vez sobre un campo?

-No recuerdo la primera vez que cogí un palo, pero mi padre me contó que yo debía de tener tres o cuatro años y me llevó al hoyo 12 de Pedreña (un par 3 corto) y que la primera vez hice 23 golpes. Después siempre le decía que me llevara, que quería superar el récord.

-Con el bache de juego que atraviesa Tiger Woods y su 'desaparición' de los primeros puestos se ha abierto paso a una nueva generación de jugadores. Pienso, por ejemplo, en Luke Donald, Rory McIlroy, Bubba Watson, Ricky Fowler, y en la consolidación de Phil Mickelson.

-Yo no creo que Tiger haya desaparecido. Ha tenido un bache por temas extradeportivos y lesiones en la rodilla, pero yo creo que es el mejor y que volverá a ganar 'majors' y ser el número uno. Considero que está muy por encima del resto, aunque sí es verdad que hay jugadores jóvenes -y no tan jóvenes- que están jugando muy bien al golf, como pueden ser McIlroy, Oosthuizen, Donald, Westwood y muchos otros. Yo creo que el golf necesita a Tiger. Él mueve masas y ofrece espectáculo en el campo. Le he echado de menos cuando no ha estado. Yo veo más golf en la televisión cuando él está. Por lo tanto, creo que es muy necesario para este deporte.

-Uno de sus ídolos es Fowler ¿En quiénes más se fija?

-Sí, Rickie Fowler me gusta mucho. Jugadores en los que me fije hay muchos, podría decir muchísimos. Mickelson, Ernie Els, McIlroy, Donald, Oosthuizen .

-¿Cómo es el jugador perfecto?

-¿Quizás Tiger? Creo que no hay un jugador perfecto, pero Tiger, en sus buenos momentos, rozaba la perfección. Puede que se torciera un poco más de la cuenta con el 'drive', pero su juego era, simplemente, espectacular. No tenía puntos débiles, y lo mejor era su cabeza. Cuanta más presión tenía, mejor jugaba y, además, pegaba golpes muy buenos y metía 'putts' en los momentos que de verdad necesitaba.

-¿En qué campo sueña jugar?

-Me gustaría mucho jugar en Augusta. Creo que a cualquier golfista le encantaría. Es un sitio especial.

-¿Qué torneo es el que le apetecería más ganar? ¿Quizás el Open Británico en St. Andrews o, como su padre en 1979 y 88, en el Royal Lytham?

-Puestos a pedir, me gustaría, por supuesto, ganar el Open Británico. Yo creo que a cualquier jugador le gustaría llevarse el título y, encima, allí.

-Sin embargo, ciñéndonos al presente, en la actualidad estudia Derecho ¿Por qué eligió esa carrera?

-Por nada en especial. La escogí, como podría haber optado por otra. Pero estoy muy contento con mi decisión.

-En alguna ocasión, ha manifestado su intención de no dedicarte en exclusiva al golf hasta concluir sus estudios.

-Sí, la idea que tengo es acabar la carrera, de la que me quedan este año y dos más. Después mi intención es dedicarme por entero al golf durante unos años, para ver si me puedo ganar la vida con ello y, si no, contar con una carrera detrás que me dé la posibilidad de encontrar un trabajo.

-Digamos que la carrera es su obligación y el golf, su sueño.

-La carrera no es que sea obligatoria... A mí me gusta y creo que es algo muy bueno para cualquier persona. Se trata de una etapa más que, en mi opinión, todo el que pueda tiene que hacer. El golf me lo tomo muy en serio, aunque, como ya he dicho muchas veces, de momento lo principal es disfrutar y está claro que también hacer buenos resultados. Pero pasándolo bien. Porque, si siendo amateur no te lo pasas bien, creo que como profesional sería muy complicado.

-¿Lo de trabajar en la banca, siguiendo el modelo familiar, está descartado?

-Nunca digas nunca, pero me gustaría ser profesional del golf.

-¿Cuándo comenzó a tomarse en serio este deporte?

-Siempre me lo he tomado más o menos en serio. Ha habido épocas que he entrenado más y épocas que menos, pero siempre bastante en serio. Aunque desde finales de septiembre, que empecé a trabajar con un entrenador, he dado un paso hacia adelante.