Los 100 puntos como obsesión
La batalla por los récords de puntuación y goles y el pulso Messi-Cristiano marcan el final de Liga
MADRID Actualizado: GuardarBaile en San Mamés, juerga nocturna, fiesta grande en Cibeles y el deseo de los jugadores de un pequeño descanso reparador antes de que la mayor parte se concentre para preparar la Eurocopa de Polonia y Ucrania. Pero hasta poder disfrutar de las vacaciones, el insaciable equipo de José Mourinho se ha propuesto sumar más récords en una temporada liguera redonda. Nada más acabar el choque de ‘La Catedral’, los futbolistas expresaron su deseo de ganar los dos partidos que restan para alcanzar los 100 puntos y batir una plusmarca estratosférica.
Si vencen el sábado al Granada, en el Nuevo Los Cármenes, y el fin de semana siguiente al Mallorca de Caparrós, en el Bernabéu, los blancos habrán alcanzado esa cifra mágica de puntuación después de 32 victorias, cuatro empates y solo dos derrotas, ante el Levante en el Ciutat de Valencia y el Barça en Chamartín. Unos guarismos inalcanzables para un equipo terrenal. Es lógico que los merengues puedan acusar la resaca de la borrachera de festejos, pero los rivales del equipo de Abel Resino en la lucha por la permanencia pueden estar tranquilos. El Madrid no se dejará llevar en la capital de la Alhambra.
Desde Florentino Pérez, al fin dichoso en su tercer año de mandato de la segunda etapa, hasta Mourinho, pasando por el capitán Iker Casillas, desean esos 100 puntos porque entienden que sería otra forma, simbólica si se quiere, de destronar al que se ha considerado mejor Barça de la historia. Los de Guardiola se quedaron en 99 puntos hace dos temporadas, cuando sufrían la persecución del Madrid de Pellegrini y venían de haber firmado una campaña antológica el curso anterior con el pleno de seis títulos.
Mourinho, herido en su orgullo cuando desde diversos sectores se le acusa de ser un entrenador conservador y se le señala como culpable de la eliminación en semifinales de la ‘Champions’ ante el Bayern de Múnich, considera que superar ese registro sería la mejor respuesta a sus detractores. Es contradictorio pensar que un equipo defensivo pulveriza semejante récord. Pero su ambición va más allá. Una vez superada con creces la marca de 107 goles que poseía el Madrid de Toshack, liderado en el campo por la ‘Quinta del Buitre’ y Hugo Sánchez, se trata ahora de que el Barça no les supere en el tramo final.
Un pulso descomunal
En este momento, los blancos totalizan 115 goles y los azulgrana 108. Siete tantos se antojan una diferencia considerable a falta de solo dos partidos, pero el Barça tampoco se rinde. Tendría que conseguir una goleada de escándalo en el derbi del sábado ante el Espanyol, lo que reconfortaría a una afición alicaída tras caer en la Liga y perderse de forma increíble la final de Múnich por perdonarle la vida al Chelsea, y ganar de forma rotunda también al Betis, en el cierre de temporada en el Benito Villamarín. Una cita complicada porque los de Pepe Mel pueden estar jugándose su Liga particular, la de acabar por delante del Sevilla.
Muy relacionada con el número de goles está la batalla individual entre los dos mejores jugadores del mundo. En la apasionante pelea por el ‘Pichichi’ y la Bota de Oro europea, trofeos que defiende Cristiano Ronaldo, Messi aventaja ahora en dos goles al portugués. Cristiano marcó el miércoles en San Mamés por quinta jornada consecutiva, pero con el ‘hat trick’ del argentino al Málaga, el azulgrana se puso por delante de su gran enemigo y batió el registro de ‘Torpedo’ Müller en todas las competiciones. Con 46 tantos ya en la Liga, Messi se colocó a un solo tanto de igualar al rumano Georgescu, que aún ostenta la plusmarca mundial en la Bota de Oro. Mientras que Cristiano lleva en este campeonato siete ‘hat tricks’ y cinco dobletes, Messi ha firmado seis ‘tripletes’ y siete dobletes. Ambos son insaciables y no pararán hasta el final. Dicen que no les preocupan los enfrentamientos personales, pero lo hacen con la boca pequeña. Solo había que ver el malestar del portugués por fallar el penalti en San Mamés. Llegar a los 50 tantos ya sería de otro planeta.