reunión del bce

Una cumbre sin incidentes

La fuerte presencia policial evita altercados en Barcelona

BARCELONA Actualizado: Guardar
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No se sabe si por la fuerte presencia policial (8.000 agentes) o por el hecho de que los movimientos antisistema habían hecho un llamamiento a no convocar actos de protesta para denunciar lo que ellos llamaron provocación represiva de la policía, el caso es que la jornada central de la cumbre que el BCE celebra en Barcelona transcurrió este jueves sin incidentes destacados.

Y es que, viendo los antecedentes, sobre todo el día de la huelga general del 29 de marzo, existía el temor a que grupos incontrolados tuvieran la tentación de 'reventar el encuentro de los responsables monetarios de la Unión Europea. Sin embargo, al final no se produjeron las imágenes de una sociedad en llamas y al borde del estallido social, como ha ocurrido en Grecia en cada convocatoria de huelga, que tanto temían las autoridades españolas.

El único momento de tensión del día -en una ciudad que parecía un estado policial, controlada por tierra, mar y aire - se vivió al final de la manifestación convocada por los universitarios. Aunque no protestaban contra el BCE, sino contra la subida de tasas, había riesgo de que alborotadores antisistema se aprovecharan de la marcha estudiantil para provocar disturbios. Sobre todo en el tramo final de la protesta, que terminaba en la Universidad Pompeu Fabra, que está a escasos metros del Arts, el lujoso hotel donde se reunieron los miembros del BCE. El mastodóntico despliegue policial evitó el avance de los jóvenes hasta la zona del perímetro del hotel, convertido en un fuerte acorazado, al que sólo se podía acceder, según relataron varios turistas alojados en el establecimiento, después de pasar varios controles, "como en un aeropuerto", según describieron.

Finalmente, ningún universitario pudo acercarse al punto de la reunión y tampoco en el centro de la ciudad, cuando tres centenares de estudiantes se salieron del grueso de la manifestación e intentaron marcar su propia ruta. Más de cien agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra les rodearon e impidieron su acceso a la plaza Cataluña. En ese instante hubo momentos de tensión y empujones entre estudiantes y Mossos. En principio no hubo detenidos, pero sí una persona imputada por altercados.

El otro momento en que se temían disturbios era por la noche, coincidiendo con la cena oficial de la cumbre, presidida por Mariano Rajoy y Mario Draghi en el palacio de Pedralbes, blindado a cal y canto. Al cierre de esta edición, aún no se habían registrado incidentes ni había detenidos, coincidiendo a la misma hora con la cacerolada que el movimiento del 15-M pidió a la ciudadanía que hiciera para protestar su "indignación y repulsa" hacia el Banco Central Europeo (BCE).