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Alirón, ¿hierro inglés o estribillo de cuplé?

Hasta cuatro teorías distintas tratan de explicar el origen de la palabra más utilizada cuando un equipo gana un título

MADRID Actualizado: Guardar
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Todos los buenos aficionados al fútbol conocen, o mejor dicho, creen conocer el origen de la palabra ‘alirón’. Según la teoría más extendida, la historia del vocablo se remontaría hasta la década de los 70 del siglo XIX. Los británicos acaban de desembarcar en la costa vasca y se asientan en el pueblo vizcaíno de Muskiz para explotar sus yacimientos, especialmente los de hierro. La pureza de este metal determinaba su calidad y en consecuencia, su precio en el mercado. Así, cuando los mineros encontraban vetas solo de hierro, aleccionados por sus patronos británicos, escribían con tiza sobre ellas ‘All iron’ (todo hierro, en español). El hallazgo constituía toda una fiesta que, además, suponía una paga extra para los trabajadores, que, llenos de alegría, con cada gran descubrimiento comenzaban a cantar: ‘All irón, all irón’. Con el tiempo, el grito se castellanizó y se convirtió en ‘Alirón, alirón’. Como quiera que los británicos extendieron por Vizcaya la pasión por el deporte que en aquella época arrasaba en las islas, el ‘football’, pronto los bravos vascos trasladaron su grito al ámbito deportivo, y cada vez que el Bilbao C. F. y, sobre todo, el pujante Athletic Club conseguían una gran victoria, la apasionada afición proclamaba a coro: ‘¡Alirón, alirón!’. El cántico pasó de Bilbao al resto del país, y ningún equipo que se precie deja de cantar este ‘We are the Champions’ a la española cada vez que levanta una copa. Así que esta teoría, que en principio parecería no plantear ninguna duda, es además tan bella que, como dicen los italianos, ‘se non è vero, è ben trovato’.

Pero pese a todo, quizá no se trate de la explicación verdadera o por lo menos, no la única. Ligada también al Athletic de Bilbao aparece otra posibilidad, sobre la que ha profundizado el periodista Víctor L. Abajo. En 1913, la cupletista ‘Marietina’ estrenó en Madrid la canción del ‘Alirón’ (término con el que se definía vulgarmente un ala grande de aves domésticas) en el Teatro Romea. La obra, compuesta por el maestro Gaspar de Aquino con letra de Álvaro Retana, era esta: “En Madrid se ha puesto de moda, La canción del ¡Alirón!, Y no hay nadie en los Madriles, Que no sepa esta canción. Y las niñas ya no entregan, A un galán su corazón, Si no sabe enamorarlas, Entonando el ¡Alirón!, ¡Alirón, pon, pon, pon!”.

Pronto el éxito de la copla hizo que se incorporara a otros muchos repertorios, como el de Teresita Zazá. En una visita al Salón Vizcaya de Bilbao, el público cambió el estribillo y cantó “¡Alirón, alirón, el Athletic es campeón!”. Dado el éxito de la nueva versión, los compositores crearon una nueva letra: “Hoy el fútbol en España, Es la máxima afición, Y la gente se emociona, Con los ases del balón. Y lo mismo en Indochina, Que en Italia y al Japón, Todos cantan las proezas, Del Athletic campeón, ¡Alirón, alirón! ¡El Athletic, campeón! En España entera triunfa la canción del Alirón, Y no hay chico deportista que no sepa esta canción, Y las niñas orgullosas hoy le dan su corazón, A cualquiera de los once del Athletic campeón, Alirón, alirón, el Athletic, campeón”. La canción se extendió por España y por Latinoamérica.

Y sin embargo, una visita al Diccionario de la Real Academia de la lengua provoca asombro. Alirón2: (Del ár. hisp. ali‘lán, y este del ár. clás. al'il‘lān, proclamación). O sea, que según la RAE, la palabra ‘Alirón’ proviene del árabe, aunque esta acepción solo recibe un apoyo, nada desdeñable, por cierto: el de los académicos. Finalmente, otros aseguran que el alirón es una especie de trofeo que se otorgaba, en México, a los campeones de alguna disciplina. Se trataba del ala de un ave sagrada, que se decoraba y acababa llamándose ‘alirón’.