Nadal, sin pausa pero sin prisa por ser el número uno
Pese a su victoria en Montecarlo, Djokovic ha aumentado su distancia con el español, que defiende más puntos hasta Wimbledon
Actualizado: Guardar«Mi reto no es ahora el número uno, sino jugar bien en Barcelona», manifestó el balear en la rueda de prensa del torneo de Barcelona. Y lo cierto es que, esté en su mente o no, lo tiene complicado, porque el impulso moral para el balear que ha supuesto su gran triunfo de este domingo no se ha traducido en una mejora en su situación en la clasificación mundial. Es más, su distancia con Djokovic ha aumentado hasta los 3.555 puntos. Y tiene su porqué. La pasada campaña el serbio no disputó el primer Masters 1.000 de la temporada de tierra batida, un torneo que como ya es sabido ganó el español, por lo que Nadal no ha sumado ningún punto y Djokovic sí -600 por llegar a la final-.
Además, hasta que se dispute Wimbledon a finales de junio, el de Manacor defiende más puntos que Nole, por lo que se prevé que se mantenga en esa posición durante un buen tiempo. Su victoria el año pasado en París y en Barcelona, y sus finales en Roma y Madrid, hacen que defienda 3.700 puntos por los 2.970 del serbio, campeón en la capital española e italiana el año pasado, semifinalista en Roland Garros y campeón en su tierra, en Belgrado.
Lo que no tiene lugar a dudas es la capacidad de superación del manacorense. En un deporte como el tenis existen diversos factores determinantes. Está marcado por las rutinas, los automatismos, incluso las manías, y la supremacía del poder mental de cada jugador, capaz de marcar la diferencia entre un número uno del mundo y un tenista incapaz de pasar del puesto 50. Y en todos ellos Rafa Nadal es un auténtico privilegiado, algo que volvió a demostrar este domingo.
Tras sus problemas físicos en Miami, se presumía un torneo de Montecarlo delicado. Solo disputar la final ante Djokovic habría sido un éxito. Pero Nadal no es un cualquiera. Durante toda la pasada semana dio todo. No se le ha podido exigir más. Y una vez completado con éxito este primer gran torneo sobre arcilla del año, en el horizonte se avistan nuevas metas para el español. Y la primera de ellas es la reconquista del Godó, un torneo que se celebra en su club y también muy especial para él.
Hace algo menos de tres meses, en Australia, Nadal se sinceraba: “He dado todo, estoy bastante vacío, pero satisfecho porque cuando uno hace todo lo que ha podido no se puede pedir más. Después de un tiempo que he sufrido sin disfrutar hoy he podido sufrir disfrutando y este es el camino”. Y según lo visto este domingo, parece haber dado con la tecla. Habrá que ver sí es capaz de jugar así en las próximas citas y si puede recuperar número uno del mundo. Lo tiene muy difícil, por no decir imposible, para recuperar el trono mundial a corto plazo. Pero es una mera cuestión de tiempo. Su reto es mantener la forma. Sabe que hoy «es más fácil ser tercero que volver a ser primero».