Solo un 1% de la población inmigrante ha vuelto a casa
Un informe señala que los extranjeros no han abandonado el país por las dificultades económicas, pero sí han degradado sus condiciones de vida
MADRID Actualizado: GuardarA pesar de que la crisis se acentuó el año pasado, apenas un 1% de la población inmigrante decidió retornar a su país de origen en 2011. Las dificultades económicas no les han hecho abandonar España, aunque sus efectos han sido devastadores para este colectivo que ha visto cómo sus condiciones de vida se han degradado.
La sexta edición del Anuario de la Inmigración en España, que en esta ocasión lleva por título ‘La hora de la integración’, aborda desde una triple perspectiva (sociológica, económica y jurídica) los factores que inciden en el proceso de integración del colectivo inmigrante a la sociedad de acogida. Así, los expertos que han participado en este informe hacen hincapié en la “imperiosa necesidad de impulsar políticas de integración”, porque sigue habiendo seis millones de extranjeros que permanecen en nuestro país, si bien es cierto que, por primera vez en la última década, se ha registrado un saldo migratorio negativo con cerca de 50.000 personas. Es decir, que salieron del país más inmigrantes de los que entraron en 2011, pero eso no significa que "España sea un país de emigración", señala el catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid Joaquín Arango. "La gran mayoría de los que vinieron permanecen y, en menor medida, siguen viniendo".
Ecuador, Venezuela, Argentina y Marruecos son los países a los que han retornado el mayor número de personas. En su mayoría se trata de varones jóvenes, de entre 16 y 34 años, que abandonan España por la falta de oportunidades laborales. Y es que el desempleo alcanza el 31% de la población inmigrada, lo que supone 1.358.000 millones de parados del total de desempleados.
El informe arroja que hasta 2010 la población inmigrada perdía empleo al mismo ritmo que la nativa; sin embargo, en el último año la tendencia señala que el desempleo afecta más a los extranjeros. Así, cerca de 300.000 hogares tienen todos sus miembros en paro, en los que viven 700.000 personas, mientras que hay otros dos millones de hogares que tiene alguno de sus integrantes activo ocupado.
A día de hoy hay tres millones de extranjeros que cuentan con un puesto de trabajo, aunque más de la mitad de esas ocupaciones (1,7 millones) es de baja cualificación y la media de edad del trabajador es más alta que en años anteriores. “Es imprescindible apostar por la integración porque a medio plazo este país necesitará de mano de obra”, explica Josep Oliver, catedrático de Economía aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Finiquitado
Sin embargo, cuando los recursos disminuyen en todas partes también lo hacen en las políticas de integración. El Fondo para la Integración de Inmigrantes creado para apoyar la acogida, integración y refuerzo educativo de los inmigrantes, ha ido perdiendo dotación económica en los últimos años, hasta ser finiquitado en el proyecto de presupuestos generales de 2012.
“En España aún no se han vivido conflicto graves, como en Inglaterra y Francia, por lo que se está a tiempo de hacer un diagnóstico en profundidad de las condiciones de vida de las familias inmigrantes”, analiza este informe, en el que han participado más de una veintena de expertos y que edita la Diputación de Barcelona, CIDOB y la Fundación Ortega-Marañón.