Un poco de Nadal basta ante Nieminen
El número dos del mundo, sin brillo y de menos a más, debutó con buen pie y logró su victoria número 40 en Montecarlo (6-4 y 6-3)
Actualizado: GuardarCon muy poquito, Nadal cerró su pase a tercera ronda del Masters 1.000 de Montecarlo. Con lo justo, el tenista de Manacor doblegó a Jarko Nieminen por 6-4 y 6-3. A pesar de que fue mejorando ligeramente conforme fueron pasando los juegos, no fue un buen partido del español. Lejos de su mejor tenis, fue suficiente para ir cogiendo ritmo e ir obteniendo sensaciones de cara a las rondas finales y a la maratoniana temporada sobre tierra batida que tiene por delante.
“Estoy contento. Es un sitio muy especial para mí. Después de lo que pasó en Miami, simplemente estar aquí es una gran noticia”, confesó al final del partido el español a TVE. “No he llegado quizás lo bien preparado que he llegado otros años. Pero sin hacer mucho, más o menos he podido controlar el partido”, aseguró el pupilo de Toni Nadal.
Rápidamente se pudo ver que había mucha diferencia entre ambos. El segundo saque del finlandés, un chollo para sus rivales, empezó a hacer aguas muy pronto. Ya en el primer juego, el servicio del escandinavo acompañado por sus errores no forzados se erigieron como protagonistas, todo ello perfecto para que el español comenzase el choque como a él le gusta, con una rotura en el saque inicial. Demasiado rápido se vio que pensar en una hipotética victoria del número 48 del mundo sobre el rey de Montecarlo era una mera fantasía.
Y no porque el español desplegase su mejor versión. Sus tiros no conseguían ser todo lo profundos que a él le hubiese gustado. Falto de ritmo, y con la incógnita de su rodilla, Nadal era incapaz de imponer su arrollador juego desde el fondo de la pista. Más frágil de lo normal con su derecha y con su revés, al de Manacor le bastaba con mantener su saque. Y poco más. Tampoco Nieminen le exigía elevar su nivel. Las dudas originadas por su falta de contundencia desde la línea de fondo y lo apretado del marcador hicieron que el número 48 del mundo viviese su mejor momento del partido al final del acto inicial. Pero la proclividad del balear a rendir a la perfección en los momentos decisivos del set fue demasiado para el finlandés en esa manga.
Nadal jugaba tres metros por detrás de la línea, pero le bastaba. No conseguía tener esa chispa de las grandes citas, pero le bastaba. Porque un poco de su interminable repertorio y de su tenis era suficiente para superar a un Nieminen incapaz de sorprender al español. Algo más consistente con su derecha y su revés, subió levemente el nivel en el segundo parcial. Y a pesar de que extrañamente dudó con 5-2 a su favor y saque, lo que le supuso la rotura de su servicio, se rehízo y cerró el set por 6-3. De esta forma se clasificó para tercera ronda del primer Masters 1.000 del año sobre tierra batida, donde se verá las caras con Kukushkin.