Territorio Cristiano
La pegada del portugués ahuyenta a los fantasmas y refuerza a un Madrid que ya no ve decisiva la visita al Camp Nou.
MADRID Actualizado: Guardar«Enorme», «el hombre de la Liga», «insaciable», «superdotado», «atleta de otro tiempo», «killer de killers», «demolition man», «dios del fútbol», «rey del campeonato»....Tras su exhibición y 'hat trick' en el derbi, Cristiano Ronaldo acapara encendidos elogios de la prensa nacional y extranjera y dispara la euforia del Madrid, que superó el Rubicón en el Calderón y vuelve a verse con todo a favor para afrontar el decisivo tramo final de la temporada. Hasta el presidente, Florentino Pérez, no dudó en bajar al césped del Manzanares, saludar a la afición y felicitar uno a uno a sus jugadores en el vestuario.
Lo más importante es que, salvo hecatombe ante el Sporting de Clemente, llegará al Camp Nou con la tranquilidad de saber que saldrá líder de Barcelona ocurra lo que ocurra en el 'clásico' y, por lo tanto, seguirá dependiendo de sí mismo.
«Cristiano fue decisivo en un momento crítico. Hizo una exhibición. No creo que ya se vaya a decidir la Liga en el Camp Nou», resumía tras el derbi, ufano, Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales del club. Con esas bombas que dejaron petrificado a Courtois, Ronaldo salió al rescate de los blancos, que espantaron todos sus fantasmas.
Aunque el equipo ofrezca dudas en su rendimiento, porque no gobierna los partidos, no maneja el balón como debiera y muestra signos de cansancio en hombres básicos como Xabi Alonso y Özil, existe la convicción de que Cristiano puede resolver por si solo. Se le criticaba por lanzar todas las faltas sin tino y por abusar en los lanzamientos a puerta, pero con tres golpes francos anotados en cuatro partidos y los misiles del Calderón, ha callado a sus censores. Sufrió entradas fuertes al principio para marcar territorio, pero el luso ni se inmutó. Pudo ser objeto de un penalti, pero ni rechistó. Resolvió a cañonazos, se golpeó en el pecho y enseñó su muslo privilegiado.
Imperial
«Me estoy portando bien», bromeó Cristiano, imperial, cuando se le recordó que lleva dos meses a una tarjeta de la suspensión. El Camp Nou está a dos partidos vista pero no quiere forzar antes la amarilla porque aspira a todo. Desde Di Stéfano en 1953, ningún madridista le marcaba tres goles al Atlético como visitante. El portugués, más realizador que doce equipos de Primera, es el primer jugador de la historia de la Liga que marca 40 en dos temporadas consecutivas. Además, es el primero de la historia que marca 20 tantos lejos de casa en la misma campaña. Ya suma 15 'tripletes' con el Madrid pero su ambición es irrefrenable.
«Es el mejor del mundo», sentenció Callejón, ya entrada la madrugada. «Cristiano estuvo espectacular», enfatizó Karanka, muy irónico en sus conclusiones. «Hace dos meses se hablaba del pasillo pero sabíamos que no sería fácil. Ahora, nos daban por perdidos pero salimos muy reforzados. Estamos tranquilos. Ganamos por calidad y personalidad».
Compendio extraordinario de velocidad, potencia, fuerza y golpeo, Cristiano se muestra este año más participativo con el grupo, más solidario, menos egoísta. «El 'hat trick' tengo que agradecérselo a mis compañeros. Sin ellos no marcaría», apuntó la estrella portuguesa a la salida del Calderón. Es optimista por naturaleza pero llama a la prudencia y no da la Liga por ganada. «Dimos una buena respuesta en un momento de tensión, no de ansiedad, pero no podemos ceder puntos si queremos ganar la Liga. Es muy importante depender de nosotros, el título está cada vez más cerca, pero nos falta un poquito», reflexionaba tras convertir a Mourinho en el primer entrenador merengue que suma seis victorias seguidas ante el Atlético entre Liga y Copa.
Los colchoneros se rindieron a la evidencia. «Las genialidades de Cristiano nos condenaron», reconoció el 'Cholo' Simone tras esa actuación que entroniza al portugués por su pegada y capacidad de liderazgo. Cuando peor está el equipo, sale al rescate, tira de él y le conduce al éxito con su contundencia inapelable. Brutal.
Después de tres empates ante Málaga, Villarreal y Valencia en cinco partidos, el Madrid salió fortalecido del derbi. Mantiene cuatro puntos de ventaja, pero aún debe rendir visita al Barça, al Athletic, otro desplazamiento a priori peliagudo, y al Granada, y recibir al Sporting, al Sevilla de Míchel y al Mallorca de Caparrós. Suma 104 goles y le quedan seis partidos por delante para batir el récord de 107 firmado por el Madrid de John Toshack en la 89-90. Con 13 victorias fuera, ya ha igualado la mejor marca. Para batir el registro de puntos y alcanzar los 100, uno más que el Barça de Guardiola, tendría que ganar todo lo que le queda. Cristiano posee las armas.