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Eduardo Mendoza le pone humor a la crisis

'El enredo de la bolsa y la vida' se enmarca en una Barcelona plagada de bazares chinos y está protagonizada por su detective favorito

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Eduardo Mendoza regresa al humor. El escritor barcelonés acaba de publicar 'El enredo de la bolsa y la vida' (Seix Barral), una sátira de la sociedad actual donde recupera al anónimo detective al que ha recurrido en varias de sus novelas anteriores. En esta ocasión, la misión de este investigador sin nombre será la de abortar ni más ni menos que un atentado terrorista contra la canciller alemana Angela Merkel. Para ello, este "pícaro tradicional que corre por Barcelona y da una visión de la ciudad del momento", contará con la inestimable ayuda de una singular tropa de colaboradores formada por la adolescente Quesito, el timador profesional Pollo Morgan, el africano albino Kiwijuli Kakawa; la Moski, una acordeonista callejera, el repartidor de pizza Manhelik y el señor Armengol, gerente del restaurante 'Se vende perro'. A la vista de todos estos nombres y apodos no es de extrañar que el propio Mendoza confiese su entusiasmo a la hora de bautizar a los personajes de sus libros. Además, el ganador del Premio Planeta 2010 por 'Riña de gatos: Madrid 1936' asegura que en su último lanzamiento se ha dejado llevar "por la tontería y el disparate".

'El enredo de la bolsa y la vida' se enmarca en el contexto actual de crisis económica y retrata una Barcelona colonizada por los bazares chinos. "Los chinos me parecen el mayor misterio de nuestro tiempo. Dominan el mundo unos que venden bombillas que se funden antes de enroscarlas", bromea el escritor. "Han visto que lo que queríamos era comprar barato y nos han arruinado", añade.

Mendoza también dirige sus dardos hacia la banca y hacia el español medio que durante un tiempo se creyó rico sin serlo. "Hemos sido siempre un país pobre y cutre, un país de bohemios y pícaros, y nos habíamos olvidado", opina. La etiqueta 'fashion' de Barcelona es también motivo de sus críticas y dice sin tapujos que "me la trae floja" la marca Barcelona, ciudad que considera que le representa a él y no al revés.

Unos meses de "desintoxicación"

Mendoza, que echa de menos a Manuel Vázquez Montalbán tanto a nivel personal como profesional, confiesa escribir todavía los originales de sus novelas a mano y con pluma estilográfica. "Tengo una pequeña colección y me gusta mucho la caligrafía", explica el autor de 'La ciudad de los prodigios'. El escritor, que se tomará unos meses de "desintoxicación" antes de volver a escribir, vive ajeno a las redes sociales como Facebook y Twitter, pero sí está pendiente del fútbol, pues es un gran aficionado al FC Barcelona.

Los otros tres títulos del autor protagonizados por el peculiar investigador que consume Pepsi Cola en vez de whisky son 'El misterio de la cripta embrujada' (1979), 'El laberinto de las aceitunas' (1982) y 'La aventura del tocador de señoras' (2001). 'El enredo de la bolsa y la vida' ya ha alcanzado la segunda edición en apenas unos días -salió a la venta el pasado martes-, por lo que parece que podría postularse entre los superventas del próximo Sant Jordi.