Rajoy descarta un rescate y defiende su «vía reformista»
Está convencido de que es el camino que "necesariamente" tienen que tomar "las grandes naciones en las grandes encrucijadas"
MADRID Actualizado: GuardarEl presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha descartado hoy que España pueda ser intervenida, ahora o en el futuro, y ha garantizado que su Ejecutivo seguirá por la vía reformista, convencido de que es el camino que "necesariamente" tienen que tomar "las grandes naciones en las grandes encrucijadas".
En una reunión en el Congreso con parlamentarios del grupo popular, Rajoy ha comenzado haciendo balance de los algo más de cien días de Gobierno y se ha sentido arropado por la mayor confianza que los españoles han depositado nunca en el PP, con sus casi 11 millones de votos el 20N y los 186 diputados. Según su punto de vista, hay países que no pudieron hacer frente a sus préstamos y ha sido necesaria su intervención, pero ese no es el caso de España, ni ahora ni en el futuro.
Rajoy ha explicado que el Gobierno ha tomado muchas decisiones en estos tres meses "y con la mayor urgencia" porque la situación lo requiere, y ha dejado claro que ha acreditado su voluntad política para afrontar los desafíos que tiene el país. "Y lo seguiremos haciendo porque no podemos liquidar el futuro y porque los españoles no nos lo perdonarían, y con razón", ha sentenciado.
Con casi cuatro años por delante "de labor ingente", Rajoy les ha dicho a sus parlamentarios que el Gobierno del PP se puso a trabajar "desde el primer día", porque "no ha habido ni un minuto que perder ni un euro que derrochar". "No ha habido periodo de tregua ni tiempo de rodaje. Ha sido llegar y ponerse a trabajar sin descanso", ha enfatizado, antes de apostillar que la responsabilidad del PP "es muy grande como muy grande es el desafío" al que se enfrenta España.
Los lastres heredados
Para los próximos cuatro años, ha dicho el presidente, el objetivo es crecer, crear empleo y "darle la vuelta a la situación" actual. Las condiciones de partida, ha agregado, exigen "una tarea de desescombro de todos los lastres" que han impedido la recuperación económica y que han ahuyentado la confianza en los últimos años.
Entre esos lastres, ha citado el déficit público insostenible y el alto endeudamiento con el exterior, tanto privado como público; la imposibilidad de las entidades financieras de dar crédito a las familias y empresas; las carencias competitivas de la economía, y la falta de voluntad política que acreditó el Gobierno socialista para afrontar estos desafíos.
"Hemos tomado el camino que necesariamente tenemos que tomar, el de las grandes naciones en las grandes encrucijadas", ha subrayado, para reconocer a continuación que será "un camino largo, de reformas históricas, de esfuerzos inaplazables, salpicado en ocasiones con incomprensión". No obstante, se ha mostrado seguro de que esa senda permitirá construir "las vigas maestras" del crecimiento económico para recuperar a medio plazo el horizonte de prosperidad, bienestar y empleo.