Un joven muere ahogado en el río Nalón, en Asturias
Él y otro desaparecido intentaban recuperar un avión teledirigido que se les había quedado enganchado en un árbol
OVIEDO Actualizado: GuardarLa calma aparente del río Nalón le engañó. No era pescador, aunque cada día elegía la orilla del río para practicar su deporte preferido: el aeromodelismo. Llegaba con su coche y su novia «y veíamos cómo el avión volaba sobre el río y llegaba muy alto», describía ayer un vecino de Trubia. Hacía piruetas sobre el Nalón a la altura de la localidad de Udrión, hasta hace unos días, cuando el aparato se quedó atrapado sobre la copa de un árbol, a mitad de camino entre las dos márgenes. «Y ya no las hará más», lamentaba el trubieco. El propietario, Diego Valladares, de 36 años, murió ayer ahogado cuando intentaba cruzar el río para recuperar su avión. Un amigo al que había pedido ayuda, José Antonio Díaz, de 39 años, intentó socorrerle, y las aguas le arrastraron. Al cierre de esta edición, la Guardia Civil no había podido localizarle.
«Dos hombres se han ahogado en el agua, en Udrión, cuando intentaban recuperar un avión». Este fue el confuso mensaje que recibió el Cuartel de la Guardia Civil de Trubia pasadas las seis y media de la tarde. Inmediatamente, varias patrullas de la Benemérita, dotaciones de Bomberos y Protección Civil, así como el helicóptero de Bomberos, se desplazaron hasta el lugar de los hechos, frente al apeadero de Feve. Mientras los vecinos se arremolinaban a ambas orillas. Podían ver cómo uno de sus vecinos peleaba por mantenerse a flote. Era Diego Valladares, que se había equipado para recuperar su avión. Precauciones que no fueron suficientes.
Estaba vestido con un neopreno y se había anudado una cuerda de montaña a la cintura (el otro extremo estaba amarrado a un árbol) para alcanzar la isla en la podía observarse la pieza de aeromodelismo en lo alto de un árbol. Era un chico atlético, musculado, con buenas condiciones físicas, «que parecía más joven», pero «la corriente le arrastraba y le hundía. Le sacamos tirando de la cuerda a golpe de brazo, pero ya era tarde», relataba ayer un agente de Bomberos de Oviedo.
A las ocho de la tarde, el cuerpo yacía cubierto con una sábana. El médico forense no pudo más que certificar el fallecimiento y verificar que el cadáver no presentaba signos de violencia. Mientras tanto, los integrantes del dispositivo de rescate intentaban localizar al desaparecido. Las probabilidades de encontrarle con vida se reducían a cada minuto. «Con la temperatura del agua, una persona puede aguantar viva poco más de diez minutos», estimaban los agentes consultados.
Algunos testigos mantenían las esperanzas, porque, aseguraban, le habían visto braceando río abajo, mientas la corriente le arrastraba. En cambio, otros vecinos comentaban que «no sabía nadar» y que se había lanzado al agua en un intento desesperado por ayudar a su amigo, versión que la investigación de la Guardia Civil aclarará. «Podría ser que el cuerpo estuviera flotando y con el movimiento pensaran que nadaba», estimaban algunos agentes.
La búsqueda
Díaz había acudido para echar una mano a su amigo, el aficionado al aeromodelismo, y fue lo que intentó cuando la corriente le hundió. La búsqueda se alargó durante toda la tarde. Con el anochecer, el helicóptero de Bomberos regresó a La Morgal y el equipo de buzos no pudo comenzar la búsqueda. No así los agentes que, a pie, recorrían los márgenes del río, revisando metro a metro las orillas.
«Lo importante es la seguridad de los agentes. A primera hora de la mañana (de hoy) el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) comenzará la búsqueda y se movilizará al grupo de montaña por si fuera necesario. Proseguirán también las batidas a pie», explicó Miguel Rodríguez, comandante de la comandancia de la Guardia Civil de Oviedo. El hombre podría estar sumergido o atrapado entre la vegetación, en los márgenes del río.
Junto al comandante de la Guardia Civil, el delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, seguía de cerca las operaciones del dispositivo. «No puedo más que dar el pésame a las familias y agradecer el trabajo de la Guardia Civil y Bomberos. Gracias por el esfuerzo que espera, porque la búsqueda seguirá», declaró De Lorenzo.