Interior de la Bolsa de Madrid. / Archivo
mercados | madrid

Espiral bajista en la deuda y en la Bolsa

El Ibex registra la segunda mayor caída del año, el 2,96%, y queda en niveles de marzo de 2009

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

No hay nada que frene la sangría de los bonos y de la Bolsa españoles. Ni los presupuestos ni las medidas adicionales para recortar 10.000 millones de euros en educación y sanidad, el corazón del Estado del Bienestar. Hay analistas que dicen que el Gobierno habla el lenguaje de los mercados y éstos, a cada medida, le van a pedir más. Para eso les han servido a los inversores los cuatro días que han tenido para reflexionar sobre la situación de España. Otros afirman que el castigo que sufre España no tiene que ver con las medidas que ha tomado el Gobierno. Pero consideran que han llegado tarde.

El Banco Central Europeo compró tiempo con las subastas de liquidez ilimitada a tres años, pero el Ejecutivo no lo ha aprovechado convenientemente, según comenta Glen Chapman, analista de Banco Sabadell. Cuando presentó las medidas, en concreto el Presupuesto, España estaba ya en una espiral destructiva que puede ser difícil de parar. En estos últimos días, parece imposible. ¿Quizá sólo sea capaz de hacerlo el Banco Central Europeo? Aunque le gusta mucho tensar la cuerda y lleva muchas semanas sin intervenir en el mercado secundario. En la anterior de estas crisis periódicas que nos suelen asolar, el BCE dejó que la prima de riesgo de España subiera hasta los 468 puntos básicos y que el interés del bono a diez años escalara hasta el 6,69%. Pero los analistas dicen que ésa no tiene por qué ser una referencia. Sólo intervendrá cuando se perciba que la situación está descontrolada. Para referencias, únicamente el 7-7,5%, que es el nivel que se supone de no retorno.

Aún estamos lejos de esa cota: el interés del bono español no llegó al 6%. Terminó la sesión en el 5,97%, por encima del 5,75% en que había cerrado la sesión anterior, con lo que la prima de riesgo escaló desde los 402 puntos básicos hasta los 433. Y la prima de riesgo de Italia también superó los 400 puntos básicos. Últimamente, España e Italia se mueven en paralelo.

Con todo, hay expertos que consideran que ahora puede ser interesante comprar deuda española. Porque las aguas volverán a su cauce. Algún analista dice que si el inversor no cree que España vaya a necesitar un rescate, debería comprar deuda española. Si cree necesaria la intervención, entonces no. Y si tiene mucho miedo, debe seguir apostando por las deudas más seguras, pero a vencimiento, porque si mejora la situación, es posible que también se den la vuelta los bonos alemanes y americanos.

Por el momento, el dinero sigue protegiéndose otra vez en Alemania: el interés de su bono a diez años bajó desde el 1,73% hasta el 1,64%. También la deuda británica, la suiza y la estadounidense volvieron a ser refugios para los inversores miedosos. Y en el mercado de divisas, el yen se fortaleció contra el euro, al igual que el franco suizo. Aunque el euro no se debilitó gravemente contra el dólar: el tipo de cambio estuvo oscilando entre 1,3140 y 1,3060 dólares por euro.

Desplomes en todos los parqués

En Bolsa, verdaderos desplomes. El mayor, el Ftse Mib de Milán, que se hundió un 4,98%. A continuación, el Cac 40 francés, que retrocedió un 3,08%. Después el Ibex-35, que se dejó un 2,96%, para dar un último cambio en los 7.433,60 puntos. El Dax alemán no se libró del fuerte castigo y retrocedió un 2,5%. Pérdidas de más de un 2% también para el Ftse 100 británico, mientras que el PSI-20 de Lisboa se dejó un 1,69%.

Este castigo a la Bolsa de Milán tuvo su reflejo en el Eurostoxx 50: en él, los peores valores fueron sus grandes bancos, Unicrédito e Intesa SanPaolo, con pérdidas de alrededor de un 8%. Aunque otras entidades no se fueron en balde: ING y Société Générale cayeron más de un 6%, mientras que BNP Paribas perdió un 5,72%. Los bancos españoles no se colocaron entre los diez valores que más cayeron del índice paneuropeo.

El indicador español se encuentra en los niveles más bajos desde marzo de 2009. El día 9 de marzo marcó los mínimos de la crisis en los 6.718 puntos y, a partir de ese momento comenzó a subir muy rápido. El indicador, una vez perdidos los 7.500 puntos se enfrenta a un panorama muy difícil que le puede llevar hasta esos mínimos de la crisis.

Todos los valores del Ibex, en rojo

En el selectivo español, todos los valores cerraron en rojo. El peor fue OHL, con un descenso del 7,11%. A continuación, ArcelorMittal, con una caída del 6,28%. Indra y Acerinox también se colocaron entre los peores, con caídas de un 5,68% y de un 5,09%, respectivamente. CaixaBank, Técnicas Reunidas y Bankinter perdieron más de un 4%.

Entre los grandes, el peor fue el Santander, con un descenso del 3,88%. BBVA bajó un 3,62%. Y también hubo otros bancos, como Popular y el Sabadell, con descensos de más de un 3%. Y, entre los grandes, no sólo Santander y BBVA sufrieron pérdidas importantes: Telefónica e Iberdrola cayeron un 2,90%.

Enagás fue el valor que menos cayó: retrocedió un 0,36%. A continuación, Ferrovial y Mediaset, que se dejaron alrededor de medio punto porcentual. Y sólo otros dos valores terminaron la jornada con descensos de menos de un 1%. Red Eléctrica y Repsol, que se dejaron un 0,72% y un 0,91%, respectivamente. A Repsol no le salvó de los números rojos ni el rumor de venta de YPF.

En el Mercado Continuo pocos valores cerraron en verde. El mejor fue Vértice, con una revalorización del 6,90%. A continuación, Montebalito, que se apuntó un 6,67%. Además, Renta Corporación subió más de un 5%. Metrovacesa y Banco de Valencia, más de un 3%.

En el otro lado de la tabla, el peor fue Faes, con un recorte de casi un 10%. Ercrós se dejó más de un 8%, mientras que Dinamia, Amper y Fersa bajaron más de un 7%.

En la agenda macroeconómica de la sesión, China llegó primero y sus datos no gustaron del todo: la balanza comercial volvió al superávit. Aunque sus exportaciones no se debilitaron tanto como se esperaba, las importaciones sí lo hicieron. Un síntoma de enfriamiento, de que su demanda interna se reduce. Quizás fue lo que provocó la caída de las materias primas. El barril de Brent, de referencia en Europa, bajó hasta los 120 dólares. El de West Texas, hasta los 101. Pero en Alemania la balanza comercial tuvo más superávit de lo previsto, con las importaciones y las exportaciones creciendo más de lo esperado. Pero, según el Banco de Francia, la economía del país se estancó en el primer trimestre. Además, los índices europeos, cerrados tanto el viernes como el lunes, también tenían en mente el decepcionante dato de empleo americano que se había publicado al final de la semana pasada.

Y, en Estados Unidos, los índices comenzaban en rojo y, a medida que iba avanzando la sesión, las pérdidas iban engordando, con prácticamente todos los valores del Dow Jones en negativo. Allí, la principal referencia de la sesión fue el dato de inventarios mayoristas, que subió más de lo esperado. Es difícil de interpretar, pero puede ser síntoma de confianza: las empresas acumulan inventarios porque confían en venderlos.