El Barça-Milán rompe la barrera de los ocho millones de espectadores

Congregar a 8.443.000 espectadores de media durante 90 minutos, con un estratosférico 46,7 por ciento de cuota de pantalla, solo está al alcance de los grandes acontecimientos deportivos. Y el partido de vuelta de octavos de final de la Champions entre el Barça-Milán de ayer lo era.

Lo tenía todo: un 0-0 en el encuentro de ida que dejaba la eliminatoria abierta y en la que al Barça solo le valía una victoria; la posibilidad real para el Barcelona de colarse en su quinta semifinal consecutiva de la Champions, algo que hasta ahora solo había logrado el Real Madrid de Di Stefano (y de eso hace ya más de 50 años), el morbillo del reencuentro entre dos enemigos íntimos, el entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, y el jugador del Milan Slan Ibrahimovic; un Martes Santo con una buena parte de los niños españoles sin cole al día siguiente; y, por encima de todo, un buen encuentro de fútbol, el único acontecimiento deportivo que, cuando se retransmite por televisión, es capaz de hacer que la mitad de los televisores de España sintonicen la cadena que lo programa.

Con todos esos argumentos a favor, lo raro hubiera sido que el encuentro de La 1 no enganchase. Pero lo hizo. ¡Y de qué manera!

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