El Gobierno podría subir el límite de velocidad en autovías
El ministro del Interior se muestra favorable a la modificación siempre y cuando no implique un mayor gasto por el aumento de la contaminación
MADRID Actualizado: GuardarFue uno de los departamentos estrella del anterior Ejecutivo socialista pero el actual Gobierno cree que lo hecho hasta ahora no es suficiente. Así lo cree el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien ha desgranado ante la Comisión de Seguridad Vial del Congreso una batería de propuestas para mejorar la seguridad en las carreteras españolas.
El titular de Interior no rechazó un posible aumento del límite de velocidad en las autovías españolas, actualmente fijado en los 120 km/h. A pregunta del diputado de CiU Jordi Jané -favorable a este incremento- Fernández Díaz aseguró que una subida moderada de la velocidad no tendría efecto en el número de accidentes ya que, según justificó a continuación, el 75% de los siniestros mortales se produce en carreteras convencionales. Eso sí, apuntó, cualquier modificación de este límite tendría que superar antes un estudio que valore si se produciría un posible aumento de contaminación por dióxido de carbono, lo que conllevaría un gasto extra para España a la hora de comprar derechos para sus emisiones de los gases causantes del efecto invernadero, tal y como establece el Protocolo de Kioto. "No podemos pagar un dineral", dijo el ministro, quien a continuación se mostró de acuerdo con el aumento de la velocidad si el estudio no concluye que se producirían dichas emisiones: "Una vez hecha esa comprobación previa en términos de impacto ambiental y de contaminación, yo estoy abierto claramente a lo que ha planteado el señor Jané". Un posible aumento de la velocidad siempre ha encontrado un apoyo de las asociaciones automovilistas que ha chocado con el rechazo frontal de los colectivos de víctimas.
Otro de los ejes centrales de la intervención del titular de Interior giró en torno a la detección del uso de drogas entre los conductores. A este respecto anunció una "tolerancia cero", para lo que se implantará un sistema de control similar al que hoy se mantiene frente a la conducción bajo los efectos del alcohol. Fernández Díaz se escudó en los datos correspondientes a 2011 para impulsar esta iniciativa: el 51% de los conductores a los que se sometió a una prueba para detectar drogas en su organismo dio positivo, por solo el 2% en el caso del alcohol.
Cómputo de víctimas
Como ya anunció la directora de la DGT, María Seguí, el pasado 9 de marzo, Interior se propone modificar el sistema para computar el número de víctimas por accidentes de tráfico. Sostiene el Gobierno que los datos no se actualizan a la necesaria velocidad debido a que en muchos casos son los Ayuntamientos los encargados de recabarlos, y en este caso su transmisión a la DGT se puede llegar a demorar durante meses. Además, no se contabiliza en el año como víctimas de siniestralidad vial aquellas que, a raíz de un accidente, fallecen en el hospital pasado un mes de tratamiento. "No se conocerá la verdadera magnitud de la accidentalidad hasta que no se maneje un sistema de recogida de datos integral sobre el número de víctimas y heridos", advirtió Fernández Díaz. Sus palabras levantaron las iras de los representantes socialistas en la comisión que acusaron al Gobierno de querer desvirtuar los logros cosechados durante los ocho años de Pere Navarro al frente de la DGT.
Entre otras medidas significativas que expuso el ministro del Interior figuran una agilización de los trámites del vehículo, el incremento de zonas limitadas a 30 km/h en las ciudades o un plan para fomentar el uso de la bicicleta. Tanto CiU como UPyD exigieron que el afán recaudatorio no sea que el que rija las actuaciones de la DGT. Jané pidió un descenso en el número de radares móviles y que estos se ajusten a los puntos negros de las carreteras españolas. Por la formación liderada por Rosa Díez, el actor y diputado Toni Cantó criticó una excesiva motivación monetaria a la hora de imponer las multas.