Imagen de Merah, de France 2.
tragedia en francia

El asesino de Toulouse muere en el asalto a su casa

No contactan con él desde las 22.45 horas del miércoles | Merah ha llegado a decir que quería "morir con las armas en la mano" | Mohamed Merah lleva atricherado desde ayer y la Policía ha cortado la luz en la zona

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Disparando violentamente mientras saltaba por la ventana. Con esta escena más propia de Hollywood ha terminado el asedio de Mohamed Merah, el asesino confeso de siete personas en varias ciudades de Francia, tras el que ha fallecido. Concretamente de un disparo en la cabeza, según ha confirmado el fiscal jefe de París, François Molins, quien ha insistido que los agentes tenían la consigna de hacer todo lo posible para capturarle vivo y que actuaron en todo momento "en legítima defensa".

Con un fuerte tiroteo, en torno a la casa donde llevaba atrincherado más de treinta horas el yihadista ha concluido el asalto final de la Policía. La intervención se inició a las 11.30 hora local (10.30 GMT) con el lanzamiento de tres granadas ensordecedoras, a lo que no hubo ninguna reacción. Los policías echaron abajo la puerta y se introdujeron también por el balcón con unas cámaras detectoras de presencia que no pudieron dar con él hasta que se procedió a la inspección del baño, de donde salió abriendo fuego. "Al final, Mohamed Merah se lanzó por la ventana con su pistola en la mano mientras seguía disparando. Lo localizamos muerto en el suelo", ha precisado el titular de Interior, Claude Guéant. "Disparó ráfagas muy importantes", ha confirmado Guéant, que ha destacado que un oficial de las fuerzas de élite galas le había dicho que "nunca había visto un asalto con esa violencia".

Una sangre fría que le ha acompañado en cada uno de los asesinatos que llevó a cabo antes de atrincherarse en su casa de Toulouse. Así se desprende de las imáganes tomadas por la cámara del propio asesino y que obran en poder de la Policía desde ayer. En ellas se puede ver cómo en el primer asesinato, el de un militar del regimiento de paracaidistas ocurrido en Toulouse el pasado 11 de marzo, le dijo a su víctima: "Tú matas a mis hermanos, yo te mato a ti". La misma violencia mostró en el asesinato de otros dos militares en Montauban cuatro días más tarde, y en la de tres niños y un adulto, padre de dos de ellos, en una escuela judía de Toulouse este lunes.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha felicitado "al conjunto de las fuerzas del orden" por el desenlace de la operación. Lo ha hecho durante su comparecencia en el Elíseo donde ha confirmado que "hay una investigación en marcha para determinar si tuvo complicidades" en los asesinatos. "Francia ha demostrado sangre fría y determinación", se ha mantenido "unida", ha destacado el mandatario antes de pedir a la población que se supere la indignación y subrayar que "los musulmanes no tienen nada que ver con las motivaciones locas de un terrorista".

Al-Qaida tras la matanza

Tras la intervención de sarkozy, un grupo vinculado a Al-Qaida, 'Los soldados del Califato', ha reivindicado la matanza en Toulouse. En un comunicado difundido en Internet, el grupo terrorista llama a Francia a revisar su política "hostil" hacia los musulmanes y se congratula de la operación lanzada por "uno de los caballeros del Islám", que ha llenado "de miedo los corazones de los enemigos de Dios".

Merah, cuyo único lamento fue no tener tiempo de causar más víctimas, justificó antes de morir sus acciones, por la situación de los palestinos, la política exterior francesa, en particular por la intervención en Afganistán, y por la normativa de Francia sobre el uso del velo islámico. El sospechoso trabajaba como mecánico en un taller de Toulouse y había sido condenado por delitos comunes una quincena de veces por el Tribunal de menores de esa ciudad, y pese a lo que afirmaron algunos medios de comunicación, los investigadores niegan que tratara de entrar en la Legión Extranjera en 2010.

Intimidación y desgaste

La Policía dio con el sospechoso gracias al rastreo en internet de la dirección IP de su hermano. El análisis de los vídeos de las cámaras de vigilancia y el perfil psicológico de Merah fueron también decisivos para su identificación. Desde entonces, las fuerzas de seguridad galas desarrollaron una estrategia de intimidación y desgaste para detenerle. Según fuentes del Interior, la estrategia elegida era "la del menor riesgo". "No queremos un hombre muerto", señalaron entonces al diario 'Le Monde'. Sin embargo, las fuerzas de seguridad no sabían nada de él, desde las 22.45, cuando sus últimas palabras fueron: "Quiero morir con las armas en la mano".

El asesino confeso, de 23 años, estaba cercado desde las 03.00 hora local (02.00 GMT) de ayer por un fuerte dispositivo policial en su domicilio, un apartamento de la primera planta en un edificio en la calle Sergent Vigné del barrio de la Côte Pavée de Toulouse. El islamista no "expresó ningún pesar" salvo el de "no haber causado más víctimas" y se jactó de "haber puesto a Francia de rodillas".

Su muerte frustra las esperanzas de las autoridades francesas de capturarlo vivo y hacerlo comparecer ante la Justicia, pero sus relaciones seguirán siendo investigadas, tanto más cuanto en Francia se amplía ya la controversia sobre la vigilancia de las redes islamistas por parte de los servicios de inteligencia, dado que éstos sabían que Merah había estado en Afganistán y Pakistán.