El Ibex retrocede un 0,89% y cede los 8.500 puntos

Se acabó la tregua. Ahora de verdad. En los últimos tiempos comenzaban a proliferar artículos en la prensa financiera internacional poniendo en duda a España, y a su deuda, a la que situaban de nuevo en el lugar decisivo de la supervivencia de la zona euro. Era el primer síntoma de que las cosas comenzaban a complicarse para la deuda española. Pero ayer la prima de riesgo vivió un movimiento muy peligroso: saltó hasta los 342 puntos básicos, el nivel más alto de las dos últimas semanas, con el interés del bono a diez años subiendo desde el 5,23% hasta el 5,40%, el nivel más alto del último mes. El empeoramiento de la situación de España se aceleró con las declaraciones de el economista jefe de Citigroup, Willem Buiter, que aseguró que el país se enfrenta a un riesgo creciente de reestructuración de deuda. Con ello, se aceleró la caída de los bonos españoles, que se prolonga ya durante ocho sesiones. Éste es el verdadero temor que existe después de la reestructuración de la deuda griega: que no sea una excepción y se convierta en un modelo para otros países europeos con problemas. De ahí que los seguros contra el impago de España también registraran una subida importante.

Ante el aumento de la aversión al riesgo, los bonos alemanes subieron de precio y, por tanto, su rentabilidad bajó hasta el 1,98% desde el 2,04% en que se situaba al cierre de la sesión del martes. Y el euro cayó por debajo de 1,32 unidades, aunque por la mañana quiso atacar el nivel de 1,33 unidades.

Italia no se salvó y su prima de riesgo subió de nuevo por encima de los 300 puntos básicos, pero el interés del bono italiano a diez años se sitúa aún por debajo del 5%.

De nada sirvió que ayer la subasta de deuda portuguesa se saldara con éxito. El Tesoro luso consiguió colocar en el mercado 1.600 millones de euros en deuda a un año con un interés del 3,652%, considerablemente más bajo que en las dos emisiones al mismo plazo realizadas en lo que va de año y con una demanda 2,5 veces superior a la oferta. Aunque gracias a eso la única prima de riesgo que se redujo fue la de Portugal. Incluso se amplió la de Grecia. De hecho, el índice bursátil luso, el PSI-20, cerró al alza y se convirtió en el mejor del Viejo Continente, con una revalorización del 0,29%.

Con este escenario en la deuda, la Bolsa que peor se comportó fue la italiana: el Ftse Mib de Milán retrocedió un 1,29%. No pinta bien la situación política en Italia. Un Gobierno tecnocrático tiene sus límites: el Parlamento, afortunadamente, sigue funcionando. Los sindicatos han convocado una huelga general contra la reforma del mercado de trabajo que presentará el primer ministro, Mario Monti. Y la relación entre los sindicatos y algunos partidos que hasta ahora han apoyado a Monti presenta dudas sobre la posibilidad de que la reforma salga adelante.

A continuación, el Ibex-35, que se dejó un 0,89%, para dar un último cambio en los 8.490,90 puntos. El Cac 40 francés también cerró la sesión en rojo: se dejó un 0,10%. El Ftse 100 británico cerró prácticamente en tablas, mientras que el Dax alemán ganó un 0,23%. Cuando a los índices de la periferia europea les va mal, el dinero vuelve a fluir hacia Alemania, a su deuda, pero también a su renta variable. Además, pareció relajarse el miedo a una desaceleración en China.

Ante el nuevo estrés de deuda, los peores valores de Europa fueron los financieros. El que más cayó dentro del Eurostoxx 50, Generali, que retrocedió un 4,63%. A continuación, Unicredito, que perdió más de un 3%. BBVA y el Santander cedieron más de un 2%. Y también Intesa SanPaolo, ING y Société Générale se situaron entre los diez peores valores del selectivo paneuropeo.

A este mal comportamiento de los bancos pudo contribuir el hecho de que el presidente de la Reserva Federal norteamericana, Ben Bernanke, afirmara que las autoridades europeas deberían fortalecer a sus entidades financieras. "Una completa resolución de la crisis europea requerirá un mayor fortalecimiento del sector financiero europeo", aseguró Bernanke en una comparecencia que realizó ante los congresistas norteamericanos sobre las repercusiones de la crisis europea en Estados Unidos.

En el Ibex hubo peores valores aún que los bancos. El farolillo rojo del selectivo fue Gamesa, con un recorte del 3,28%, seguido de IAG, que retrocedió un 2,94%, aunque el precio del crudo estuvo bastante controlado, al menos en Europa, donde el barril de Brent se mantuvo en el entorno de los 124 dólares. Pero el barril de West Texas, de referencia en Estados Unidos sí volvió a su tendencia alcista, para colocarse cerca de los 107 dólares tras el cierre de la sesión europea: hubo un repentino descenso de los inventarios de crudo en Estados Unidos. También Bernanke llamó la atención sobre las pésimas consecuencias que sobre la economía americana tendrá un crudo tan caro.

Tras estos dos valores, los que más bajaron fueron los dos grandes bancos y, a continuación, más entidades financieras: Popular retrocedió un 2,37%; CaixaBank, un 1,88%; y Bankia, un 1,86%.

Entre los grandes, castigo importante para Iberdrola, que se dejó un 1,31%. Y también a la baja cerró Telefónica (-0,77%) en una sesión en que se rumoreó que estaría buscando compradores para su filial Atento, aquélla que decidió no sacar a Bolsa en verano por lo difícil que se había puesto el mercado.

En el otro lado de la tabla, Repsol YPF fue el mejor valor, con una revalorización del 4,28%: la amenaza de nacionalización de YPF a manos del Gobierno argentina va perdieron fuerza. Tras la compañía que preside Antonio Brufau, Gas Natural, que ganó un 1,11%. Ebro fue el tercer valor más rentable de la sesión, con una revalorización el 0,66%. Inditex sólo pudo colocarse cuarto, con un repunte del 0,64%, tras presentar sus resultados de 2011: su beneficio fue superior al estimado y, además, elevó dividendo. Pero su cotización ya está en máximos.

Sólo otros dos valores del Ibex lograron cerrar en verde: Mapfre y Abertis, que ganaron un 0,27% y un 0,08%, respectivamente.

En el Mercado Continuo, sólo un valor, Baviera, fue capaz de subir más que Repsol. En el otro lado de la tabla, pleno de inmobiliarias. La que más cayó fue Reyal Urbis, con un descenso del 6,33%. A continuación, Quabit y Montebalito, que retrocedieron más de un 4%. Metrovacesa, por su parte, se dejó un 3,75%.

En Estados Unidos, la sesión comenzaba bastante floja, aunque con el Nasdaq y el S&P en verde. Existe el temor de que las subidas bursátiles hayan sido superiores a lo que habría sido conveniente teniendo en cuenta cuál es el escenario económico. Pero ayer, de nuevo, los datos volvieron a ser positivos, aunque no gustaran: en febrero se vendieron 4,59 millones de viviendas en tasa anualizada, una cifra un poco inferior a la que esperaban los analistas de Bloomberg (4,61 milones), pero también es verdad que el dato de febrero se revisó al alza.

Las dudas sobre la evolución económica provocaron que el mercado de bonos estadounidense se diera la vuelta: tras varias sesiones consecutivas de ventas y, por tanto, descenso de los precios y subida de las rentabilidades, los inversores volvieron a protegerse en deuda americana, lo que se percibió en una nueva bajada de los intereses en todos los plazos.