Romney arrasa en las primarias en Puerto Rico
El exgobernador de Massachusetts consigue una victoria que le permite mantener las distancias con Santorum de cara a la decisiva cita del martes en Illinois
NUEVA YORK/ SAN JUAN Actualizado: GuardarLa disposición de Mitt Romney a apoyar la adhesión de Puerto Rico a EE UU, así como el apoyo del Ejecutivo local y su atención en la economía, facilitaron que el precandidato se hiciera hoy con más del 80 % de los votos y los más de 20 delegados en juego en las primarias de este estado libre asociado. "Romney ha ganado las primarias de Puerto Rico", ha confirmado José Menéndez Ortiz, comisionado electoral del partido republicano en Puerto Rico. Con un escrutinio del 44,08 % en el centro de seguimiento electoral, Romney tenía el 83,42 % de los votos, Rick Santorum el 7,74 %, Newt Gingrich el 2,07 % y Ron Paul el 1,11 %.
El escaso interés de la convocatoria en la isla caribeña ha contrastado con el empeño mostrado por el exgobernador de Massachussets por llevarse de una tacada los 23 delegados en juego y marcar distancias con Rick Santorum de cara a otra cita decisiva este martes en Illinois.
Nadie ha trabajado más por Romney que el gobernador local, Luis Fortuño, que ha puesto en movimiento la poderosa maquinaria del Partido Nuevo Progresista para atraerse el voto de la mayoría de los electores -entre 150.000 y 300.000 según los sondeos- proclives de acudir a las urnas. La normativa para las primarias republicanas en Puerto Rico establece que el candidato con más del 50% de los votos se adjudica todos los delegados. Si quedaba por debajo de ese porcentaje el reparto hubiese sido proporcional.
El español, en juego
Durante su breve campaña, Romney coqueteó con los asuntos más sensibles a los isleños y se mostró partidario de la anexión de Puerto Rico a Estados Unidos si un nuevo referéndum así lo estableciera. También restó importancia al tema lingüístico como requisito para la integración en el país norteamericano lanzando halagos al idioma español como pocas veces se ha escuchado a un líder conservador.
Menos dados al extremismo ideológico tan en boga de otros rincones de EE UU, los puertorriqueños no suelen alinearse al lado de los representantes más a la derecha del Partido Republicano, como ha vuelto a ocurrir. Con lo que había en juego, a Santorum no le quedaba otra que sacar de la chistera alguna propuesta ilusionante para los locales al margen de su conocido discurso en defensa de los valores más tradicionales. Lo malo para él es que cuando tomó tierra en San Juan no tuvo empacho en decir que para que la isla se convirtiera en un nuevo estado debería adoptar el inglés como lengua principal, uno de los asuntos que más divide a la sociedad puertorriqueña.
Muy lejos de la parte más tropical de EE UU, Santorum esperaba dar otro golpe de efecto con una sonado triunfo sobre Romney en Missouri, pero los 'caucus' que se celebraron este fin de semana con 52 delegados en juego quedan de momento en el aire, ya que las autoridades estatales no darán a conocer los resultados hasta el próximo 2 de junio durante la celebración de la convención estatal.