Futbolistas de ‘peso’
Muchos profesionales han tirado sus carreras por la borda por comer demasiado
MADRID Actualizado: GuardarAdriano vuelve a ser noticia. Y no precisamente por la calidad que hay – o había- en las botas de ‘El Emperador’. El Corinthians ha decidido rescindirle el contrato por su negativa a pasar en la báscula antes de un entrenamiento, como es costumbre en el popular club brasileiro. La entidad de Sao Paulo y el jugador han decidido por mutuo acuerdo que el goleador sea apartado por completo del equipo paulista. Adriano se marcha del fútbol por la puerta trasera. El recuerdo de su calidad se verá emborronado por su dejadez, sus polémicas con la ley y, sobre todo, su barriga.
Como él, muchos otros futbolistas dotados de gran talento se han dejado llevar por la gula y serán más recordados por su sobrepeso que por sus goles. El jugador pionero en saltar a un terreno de juego con la elástica ajustada a la panza fue Ferenç Puskas. El nostálgico «Cañoncito Pum», uno de los más grandes y laureados de la historia, no necesitaba cuidar su línea para ser el mejor ariete de los 50. Eran otros tiempos. El fútbol que se practicaba en la época era fundamentalmente técnico. La forma física quedaba desplazada a un segundo lugar.
El fútbol avanzó y cada vez la rapidez y fortaleza fueron más necesarias. El siguiente jugador de ‘peso’ que vio eclipsada su calidad por sus kilos fue uno de los mejores de la historia. En la última etapa española de Diego Armando Maradona (92/93), su corte de jugador delgado y veloz se había perdido por completo. En su año en el Sevilla sus botas seguían derrochando una calidad superlativa, pero los 90 minutos de cada choque le venían muy largos al astro argentino. Tras su retirada, tuvo que ser ingresado varias veces por sus problemas de sobrepeso.
Estos inconvenientes también han ido siempre ligados a Ronaldo Nazario. El brasileño reconoció en la rueda de prensa de su retirada que tenía hipotiroidismo, una enfermedad que afecta a las hormonas. ‘O Fenómeno’ confeso dolido que a veces su cuerpo “no respondía” a lo que la cabeza le pedía. El posiblemente mejor delantero de todos los tiempos tuvo que dejar los terrenos de juego mucho antes de lo que le hubiera gustado.
Su compañero en la ‘Canarinha’, el supertalentoso Ronaldinho, también se vio sumergido en rumores sobre la escasa importancia que le daba a su línea. Es cierto que las primeras críticas vinieron cuando jugaba en la Liga española. Sus constantes salidas de fiesta y descontrol alimenticio desataron las quejas. Sin embargo, el ‘Gaucho’ demostró en un alarde de confianza su torso sin camiseta tras un derbi contra el Espanyol. Los fantasmas sobre su descuidada dieta se alejaron de la ciudad condal. No obstante, desde su marcha del continente europeo, el ‘brasileiro’ comenzó a engordar a un ritmo muy acelerado y ahora disputa los partidos con el Flamengo con un par de tallas más en su elástica.
Quizás el caso de Antonio Cassano sea distinto al de todos los demás expuestos. El italiano confesó que a la capital española fue a pasárselo bien. En su biografía, el jugador nacido en Bari explicó que tenía un camarero amigo en el hotel donde residía en Madrid. Con éste, tenía un acuerdo que consistía en que el encargado del servicio hotelero debía subirle “tres o cuatro croisants” después de las noches que pasaba con sus “amigas”. El objetivo extradeportivo de Cassano fue descubierto rápidamente por el club blanco, y pese a la brillante calidad que atesoraban sus jugadas, el mediapunta salió por la puerta de atrás del Bernabéu.
Ídolos de talla 'XL'
Y no solo los clubes importantes tienen jugadores de ‘peso’ con kilos de más. Un conjunto como el Málaga, de menor envergadura mediática, también ha tenido a ídolos ‘XL’. En la Rosaleda era un himno eso de “¡Qué bonitos son los pases de Sandrito! “. El tinerfeño era un icono para la afición malaguista, al igual que la propia ciudad para él. Tanto le gustaba que comenzó a dejarse caer por los bares de copas y los restaurantes del centro y la costa de la provincia. Su calidad seguía intacta. De hecho, en las últimas temporadas que vistió la elástica blanquiazul seguía salvando a los ‘boquerones’ con su salidas ‘express’. Sin embargo, nunca llegó donde su forma de entender el fútbol y su calidad podrían haberlo llevado.
Deportistas que tuvieron la oportunidad de hacer leyenda en sus equipos, pero que no supieron gestionar su posición en la élite. El peso que tenían como referentes en sus clubes se transmitía directamente a sus barrigas. Kilos que, finalmente, superan sus palmarés.