Ok Go se lanzan a la carretera
La formación toca hasta mil instrumentos repartidos en 3 kilómetros en su último videoclip
MADRID Actualizado: GuardarSon los reyes del videoclip y mucho más que eso. Con sólo tres álbumes en el mercado, Ok Go ya han despuntado en el panorama musical. ¿Su propuesta? Buena música, una actitud desenfadada y unos producciones audiovisuales cuidadas, originales y muy, muy divertidas. Formada en Chicago en 1998, la banda, liderada por el guitarrista y vocalista Damian Kulash, practica un rock indie de marcado carácter bailable. No en vano, muchos de sus clips se centran en coreografías calculadas al milímetro que Tim Nowrdwidn (bajo y coros), Andy Ross (guitarra, teclados y coros) y Dan Konopka (batería) y el propio Damian ejecutan a la perfección, ataviados con vestimentas imposibles.
Y no sólo se han colocado ellos frente a las cámaras. Así, en ‘White Knuckles’, introdujeron decenas de perros amaestrados que casi parecían bailar al ritmo de la canción; en ‘Back From Kathmandu’, pusieron a desfilar a más de cien personas por las calles de Los Ángeles que dibujaron con sus pasos las letras de Ok Go, y apostaron por las nuevas tecnologías con ‘All Is Not Lost’, extraído de su último disco ‘Of the Blue Colour of the Sky’’.
Pero lo que han hecho para ‘Needing/Getting’ es sencillamente espectacular. Los de Illinois han optado esta vez por convertir un vehículo en una máquina de hacer sonidos y han colocado alrededor de mil instrumentos repartidos a lo largo de más de 3 kilómetros de desierto en Los Ángeles, donde la banda reside ya. A medida que el coche avanza, diversos elementos acoplados al vehículo van golpeando los instrumentos mientras nuestros cuatro aventureros cantan la canción en el interior del vehículo.
A diferencia del resto de videoclips del grupo, ‘Needing/Getting’ no está hecho en una sola toma pero resulta lógico. No se utilizaron especialistas y el líder de la formación tuvo que dar hasta clases para pilotar el coche como si de un rally se tratase. Fueron cuatro meses de preparativos y un rodaje de cuatro días. El resultado ha merecido la pena.