La 'primavera árabe' hace más de un milenio
Jesús Sánchez Adalid novela en 'Alcazaba' la rebelión de Mérida contra la tiranía de Abderramán II en el siglo IX
MADRID Actualizado: GuardarLa realidad se mezcló con la ficción que se traía entre manos y dejó un tanto desconcertado a Jesús Sánchez Adalid (Villanueva de la Serena, 1962). El novelista, exjuez y sacerdote acababa de terminar su décima primera novela, 'Alcazaba' (MR ediciones) cuando estalló la primavera árabe. Comprobó con pasmo como hechos muy parecidos a los que él narraba sobre la Mérida del siglo IX se repetían 1.200 años después en Túnez, Libia o Yemen. Su novela sobre la rebelión contra el omnímodo poder que Abderramán II ejercía a través de su gobernador Marwán en Mérida, una de las ciudades más importantes primero del imperio romano y después del emirato Al-Andalus, le dio enseguida el premio Alfonso X el Sabio, el más notable dedicado a la novela histórica en español. Con el galardón en el bolsillo -60.000 euros- y la novela en las librerías, Sánchez Adalid reivindica hoy un género que no ha dejado de darle satisfacciones.
"La novela histórica era una suerte de asignatura pendiente en España. Es un género muy respetado en el ámbito sajón, con figuras como Marguerite Yourcenar, pero aquí se le tiene por menor" se duele este narrador, que fue juez durante dos años, y que se licenció en derecho canónico para ejercer el sacerdocio. "Debemos perder los escrúpulos y comprender que estamos ante un gran género y que, aunque ligado a la historia, no está plenamente supeditado a ella", propone este narrador de largo aliento que ha situado el grueso de sus obras en el pasado.
La espina dorsal de su última novela está en el acoso que sufren los muladíes, los antiguos cristianos convertidos al Islam para preservar sus vidas y bienes, como harían más tarde los judíos conversos a la fuerza al cristianismo, los también acosados marranos. "Padecieron la misma situación de acoso que sufren hoy los coptos en Egipto, los cristianos armenios en Bagdad o los etíopes, comunidades que he visitado" apunta. "Ellos son hoy como nuestros mozárabes, que se diferencian de los muladíes en que estos conservaron su religión cristiana en zonas de dominio musulmán" resume Sánchez Adalid, que se dio a conocer con 'La luz de Oriente' y 'El mozárabe' y que triunfó con 'El cautivo' y 'La sublime puerta'.
Mito
Narra en esta ocasión en torno a la figura de Judit, judía conocida como 'la guapísima', que enviuda del musulmán con el que su padre la casó por conveniencia. Cuando busca nuevo esposo, es rechazada por musulmanes y judíos debido a la situación extrema que vive Mérida, una ciudad en la que todos se toleran pero se temen y que está incendiada por las revueltas originadas en unas rencillas nunca resueltas entre árabes, beréberes, muladíes, judíos y cristianos.
"La feliz convivencia entre culturas y religiones en esta época es un mito que alimentaron figuras como Blas Infante o Américo Castro. Lo más cierto es que toda esta etnias y religiones coexistieron, pero que su interrelación era casi nula, sin matrimonios mixtos y con ritos, calendarios y creencias propias y distintas" explica este sacerdote y escritor apoyándose en Nicolás Sánchez Albornoz.
Una convivencia en crisis que le ofrece un extraordinario desafío narrativo. "Me interesan los periodos de crisis y de decadencia. Crisis quiere decir decrecer y lleva emparejado, por lo común, que algo nuevo nazca y crezca. Así ocurrió en el Siglo de Oro, con una situación política, social y económica espantosa que alumbró una de las eras más brillantes de nuestra cultura" explica el escritor. "En siglo IX pasó algo semejante. El mundo visigodo estaba caduco y se lo comió el mudo musulmán. Aquella suerte de 'primavera árabe' no fue como la revolución francesa; se parece más a lo que acaba de ocurrir en Túnez o Libia. El pueblo se alza por hartazgo contra el tirano que antes fue revolucionario, como Gadafi, pero que acabó convertido en un sátrapa", precisa Sánchez Adalid.
La escritora y académica Soledad Puértolas presidió el jurado del premio Alfonso X el Sabio y apadrinó la novela de Sánchez Adalid "que se disfruta como un cuadro de El Bosco". "Ilumina con amenidad un periodo del que sabemos poco y nos sumerge en él con intensidad, poniendo la lupa en lo más íntimo para conducirnos luego a la historia general" resume. "Le servirá al lector de hoy para comprender la complejidad de cualquier época y disfrutar de la capacidad de un narrador muy visual que sabe mover a las masas en su relato como Cecil B de Mile lo hacía en sus grandes producciones históricas" se felicita la escritora.