reunión en washington

«EE UU siempre guardará las espaldas de Israel»

Obama y Netanyahu se esfuerzan en proyectar imagen de unidad sobre Irán

CORRESPONSAL EN NUEVA YORK Actualizado: Guardar
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Barack Obama recibió ayer en Washington al primer ministro de Israel, Benjamín Netanhayu, con un claro mensaje de unidad frente a la amenaza de un Irán nuclear. Pero ante las urgencias del líder hebreo por acudir a la opción militar sugirió dar más tiempo a la campaña de sanciones económicas como vía para que Teherán cambie de posición. «Estados Unidos siempre guardará las espaldas de Israel pero creemos que todavía hay margen para una solución diplomática a este conflicto», aseguró. Cuando le tocó el turno de palabra a Netanhayu, pasó de largo sobre la efectividad de las soluciones empleadas hasta ahora y reiteró su posición de que «Israel debe tener siempre la capacidad de defenderse por sí mismo» y permanecer como «dueño de su destino».

Las declaraciones -pronunciadas antes de que ambos líderes se enfrascaran en una reunión a la que la Casa Blanca colgó la etiqueta de «privada»- sugieren que pese a las diferencias de fondo, EE UU no está por la labor de frenar un hipotético plan de ataque del Ejército de Tel Aviv. En ese contexto habría que interpretar las muestras de agradecimiento de Netanhayu a Obama por haber dicho el domingo ante el principal grupo de presión judió en EE UU que «Israel tiene el derecho soberano de tomar sus propias decisiones». Responsables hebreos consultados por 'The New York Times' ven estas palabras como un claro mensaje de que Washington no tratará de impedir un ataque preventivo ordenado por el Gobierno de Netanyahu.

Aunque los dos mandatarios se mostraron más relajados y dieron una imagen de mejor sintonía que en otros encuentros en la Casa Blanca, sus diferencias quedaron una vez más a la vista. Allí donde Obama se esforzó por hacer valer los esfuerzos de la comunidad internacional por torcer las ambiciones iraníes, Netanyahu solo hablaba del derecho a la autodefensa y a la urgencia de actuar cuando antes. El líder demócrata, por su parte, rescató su recurrida frase de «todas las opciones están sobre la mesa», si bien no mencionó en ningún momento el uso de la fuerza militar como hiciera en una amplia entrevista difundida ayer.

Sanciones económicas

Con la reelección en juego, Obama trata de contentar a todas las partes, especialmente al poderoso lobby judío, al ofrecer apoyo a su aliado incondicional pero tratando de alejar a toda costa el fantasma de un ataque por parte de Israel que algunos pronostican tan pronto como esta primavera. Uno de sus argumentos fuertes ayer fue precisamente seguir dando tiempo a las sanciones económicas, que tendrían sus máximos efectos este verano. Un ataque del Ejército hebreo, añadió el presidente, haría añicos a la coalición internacional que en la actualidad se opone al programa de enriquecimiento de uranio de la república slámica.

El 71% de los estadounidenses continúa viendo de forma favorable a Israel, según un sondeo de la firma Gallup. En contraste, apenas el 10% de la población tiene una opinión favorable de Irán. Otra encuesta del Centro de Investigación Pew muestra que el 58% de los entrevistados apoya duras medidas contra Teherán, incluyendo el posible uso de la fuerza militar si con ello se impide que el régimen desarrolle armas nucleares.