El abogado de Iñaki Urdangarin atiende a los medios de comunicación. / Puertas Puyol (Efe)
'caso Nóos'

«Cansado, pero ha cumplido con su deber»

Urdangarin ha abandonado el juzgado a las 4.10, tras un exhaustivo repaso de su declaración

ENVIADO ESPECIAL A PALMA DE MALLORCA Actualizado: Guardar
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Cansado y demacrado. Así abandonaba Iñaki Urdangarin, a las 4.10 horas, los Juzgados de Vía Alemania de Palma. Lo hacía tras repasar exhaustivamente, por espacio de unas dos horas y media, la transcripción de su declaración, de un total de 49 páginas, ante el juez José Castro, instructor del 'caso Nóos'.

Sin hacer declaraciones a los medios de comunicación que aguardaban su salida, el imputado ha abandonado a pie el edificio hasta llegar al Opel Zafira en el que se ha montado, mientras los escasos ciudadanos que quedaban en la calle comenzaron a abuchearle.

El que sí ha hablado ha sido su abogado, Mario Pascual Vives, quien ha remarcado que su defendido ha respondido "a todo lo que se le ha preguntado" y ha destacado que las cuestiones sobre las que ha sido interpelado han quedado "aclaradas". Principalmente ha hecho hincapié en que Urdangarin ha aclarado que su esposa, la infanta Cristina, no tuvo "nada que ver" en las operaciones llevadas a cabo a través del Instituto Nóos y de Aizoon. Al mismo tiempo, ha asegurado que el duque ha indicado que aceptó la petición de la Casa Real de que abandonase los negocios con las administraciones públicas.

Vives ha insistido en que Urdangarin se ha desvinculado de una presunta red de evasión fiscal a través de paraísos fiscales. "Urdangarin está cansado pero ha cumplido con su deber", ha subrayado, en referencia al estado de su defendido tras las dos maratonianas jornadas del fin de semana.

Exculpa a la infanta Cristina

La declaración de Urdangarin terminaba alrededor de la 1.00 horas. Llevaba 22 horas, ocho el sábado y 14 el domingo, ante el juez instructor negando de forma constante su implicación en los hechos y, sobre todo, exculpando a la infanta Cristina de cualquier operación. Insistía en que la hija del Rey no tenía ninguna relación con las actividades con Aizoon, empresa propiedad de los duques.

Urdangarin reiteró que su esposa no tenía firma y ni siquiera ponía su rúbrica en las cuentas, ya que lo hacía un administrador. Ante las constantes preguntas de Manos Limpias, la acusación particular, Urdangarin insistió en la inocencia de la infanta. Y a las cuestiones de su abogado, el duque de Palma negó conocer la empresa De Goes, que aparece en el conglomerado de empresas vinculadas al 'caso Nóos', y volvió a culpar de todas las supuestas irregularidades a su socio Diego Torres. Asimismo, insistió en no tener ningún conocimiento de las cuentas.

Cuenta en Suiza

Pese a esa pétrea actitud que ha exhibido a lo largo del fin de semana, este domingo Urdangarin fue puesto en más de una ocasión contra las cuerdas por el fiscal anticorrupción Pedro Horrach. Este se mostró muy incisivo con el exdeportista, al que preguntó sobre facturas, e-mails y anotaciones de los documentos incautados el pasado noviembre durante los registros llevados a cabo.

Según ha trascendido, durante su declaración de hoy Urdangarin ha admitido tener una cuenta bancaria en Suiza en la que cobró un proyecto relacionado con la empresa Aguas de Valencia. Sobre este asunto, ha recordado que medió entre la mercantil valenciana y un ciudadano de origen jordano, que fue la persona que abonó este servicio, tal y como ha recordado a preguntas de la Fiscalía Anticorrupción. El imputado ha intentado justificar así el origen de dicha cuenta, que figura en un manuscrito que le ha exhibido Pedro Horrach.

Horrach le ha interrogado sobre los contratos que el Instituto Nóos suscribió con los Gobiernos de Baleares -dos foros de turismo y deporte por 2,3 millones de euros- y la Comunidad Valenciana -el Valencia Summit y unos Juegos Europeos que nunca llegarían a celebrarse-, mientras que también le ha interpelado acerca de los honorarios que percibió por estos eventos. Urdangarin justificó que fue su exsocio Diego Torres, y no él, quien fijó el precio de estos honorarios.

Tras el fiscal, fue el turno de la Abogacía de la Comunidad Autónoma, que no le formuló ninguna pregunta, y de la letrada de Manos Limpias Virginia López Negrete. En torno a la una de la madrugada, las defensas tomaron la palabra.

Reconoce que desoyó a Zarzuela

En los dos días que se ha pasado declarando, Urdangarin ha insistido en negar que haya ordenado, consentido o conocido la presunta malversación de fondos públicos que el juez Castro y la Fiscalía Anticorrupción atribuyen al Instituto Nóos.

Si el sábado apuntaba contra su exsocio, Diego Torres, este domingo descargó responsabilidades sobre uno de su antiguos empleados y en particular sobre Marco Antonio Tejeiro, el exadministrador de buena parte de las empresas que supuestamente se usaron desviar a los bolsillos privados del duque y Torres el dinero público que entraba en el Instituto Nóos.

El juez del caso, José Castro, inauguraba la jornada con un interrogatorio a fondo sobre la organización de los Forum Illes Balears de 2005 y 2006 por los que Nóos se embolsó casi 2,6 millones de euros. Una buena parte de ese dinero terminó en las empresas del duque y su examigo gracias a la autocontratación y al cruce de facturas, falsas o hinchadas. Pero Urdangarin dijo que él de esas cuentas no sabía nada, que jamás se ocupó la cuestión económica de esas reuniones y que, de haber alguna irregularidad, debe ser responsabilidad de Tejeiro, que era el administrador de Nóos. Y, de idéntica manera, se declaró absolutamente ignorante de la supuesta contratación de empleados falsos en el Instituto Nóos. El yerno del Rey explicó que él "no llevaba esos temas" y responsabilizó a su exsocio y a los contables.

Eso sí, el exdeportista tuvo que reconocer por primera vez que mantuvo alguna relación con Nóos tras la orden de Zarzuela en marzo de 2006 de romper con Torres, habida cuenta de los escandaloso de los contratos que cerraban con la administraciones públicas. Urdangarin admitió que a principios de 2007 "medió" entre Torres y el Govern Balear para que el Ejecutivo de Matas pagara al instituto una factura pendiente de 400.000 euros. Según su versión, no exigió el pago, sino que se limitó a intentar poner de acuerdo a las dos partes: por un lado a Torres y por otro al entonces amigo Pepote Ballestre, director balear de deportes.

A pesar de que el medallista olímpico aseguró que el duque le llamó para reclamarle el dinero, a raíz de lo cual rompieron la amistad que mantenían desde el año 1985, el duque manifestó que por su parte no había intención de acabar con esa relación sino que, más al contrario, posteriormente intentó de nuevo retomar el contacto con Ballester sin obtener respuesta alguna. Por su parte, 'Pepote' afirmó que incluso Matas le dijo "déjalo estar y paga" para que abonase a Urdangarin las cantidades que éste exigía y que, tal y como justificó, no habían sido pagadas debido a que Nóos no había realizado todos los servicios comprometidos.