![](/RC/201202/24/Media/congo--300x180.jpg?uuid=99ee5104-5f35-11e1-8548-80d3629c1ec3)
Compradores de tierra, vendedores de miseria
Multinacionales, fondos de pensiones y de capital riesgo aumentan las compras masivas de terrenos de cultivo en África desplazando a pueblos enteros
MADRID Actualizado: GuardarLos recursos naturales en África son una maldición para aquellos países que los atesoran. El Congo con los minerales estratégicos, Angola con el petróleo y Sierra Leona con los diamantes son algunos ejemplos de cómo esta riqueza ha supuesto para la población una fuente de muerte y miseria. Gobernantes incapaces y corruptos han sido presa fácil para los poderes económicos transnacionales, que no han dudado en financiar la opción política o armada que más pudiera favorecer sus intereses.
En los últimos años, sobre todo a partir del 2006, el incremento del precio de los alimentos y la conversión de cosechas en combustible han destapado un nuevo tesoro: las tierras fértiles de cultivo. En un principio fueron empresas de países como China, Arabia Saudí, Corea del Sur o Emiratos Árabes Unidos, pero en la actualidad se ha ampliado el abanico para incluir a fondos de inversión especulativos. Una reciente compra ha tenido lugar en Etiopía, escenario habitual de sequías y hambrunas, con graves problemas para alimentar a la población y dependiente de la ayuda exterior. El Gobierno ha obligado a 70.000 habitantes de la región de Gambela a dejar sus tierras ancestrales para ser vendidas a inversionistas de India o Arabia Saudí que las destinarán a cultivos 'comerciales'. Miles de desplazados forzosos a ninguna parte en un país en el que empresas indias tienen grandes extensiones de tierra cultivables dedicadas a la producción de flores.
África es el continente en el que se están registrando más este tipo de compras, pero también se producen en Asia, Iberoamérica o en cualquier parte del mundo donde haya algo interesante a la venta. J.P. Morgan acaba de comprar 40.000 hectáreas de tierra en Ucrania y China tres millones en Congo y 2,8 millones en Zambia. Para hacerse una idea de lo rentable de esta inversión solo hay que echar un vistazo a la evolución de los precios de los alimentos. Aunque en el último trimestre de 2011 bajaron un 8% respectado al mismo periodo del año anterior, aún se mantienen un 24% por encima de la media de 2010, según datos del Banco Mundial.
Grain, una pequeña ONG internacional que sigue de cerca con sus denuncias este acaparamiento, ha descrito el fenómeno de una manera muy inquietante: "Todo el mundo debe comer, es el mantra que recitan en las juntas directivas. La carrera es por ver quiénes logran controlar los recursos para la producción mundial de alimentos -las semillas, el agua y la tierra- y la distribución global de los mismos".