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Un muerto y diez heridos al volcar un autobús escolar en Ávila

Todo apunta a un exceso de velocidad como causa del siniestro, en el que ha fallecido una adolescente de 16 años

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Una adolescente de 17 años ha fallecido en el accidente que ha sufrido el autobús que trasladaba al instituto comarcal de Arévalo a once alumnos de los pueblos de esa comarca abulense. Además, los otros diez jóvenes han resultado heridos de diversa consideración (cuatro graves y seis leves) y el conductor del autocar ha sido atendido por un traumatismo craneoencefálico.

Los estudiantes han denunciado la "temeridad" con la que solía circular el transportista. Ahora, la Guardia Civil instruye las diligencias para esclarecer las circunstancias del suceso, sobre todo por medio de las huellas de la rodadura, testimonios y otras pruebas recogidas in situ.

Una de las hipótesis es la velocidad excesiva. El conductor, que fue sometido a las pruebas de alcoholemia per odio negativo, ha sido detenido horas después acusado de los delitos de imprudencia con resultado de muerte y otros de lesiones graves. La víctima era natural de la localidad de Fontiveros y tenía nueve hermanos, uno de ellos viajaba junto a ella.

Los hechos ocurrieron a las ocho de la mañana cuando por causas desconocidas el autocar perdió el control y se salió de la vía tras romper la valla metálica, por lo que quedó volcado. Los empleados de una estación de servicio cercana auxiliaron a los heridos. "Hemos intentado sacar a los niños y mi marido ha cortado los cinturones con unas tijeras para que pudieran salir pero no hemos podido hacer nada por la chica porque ya estaba muerta cuando accedimos al interior", ha afirmado uno de los testigos.

El consejero de Educación, Juan José Mateos, se trasladó al lugar del siniestro, donde expresó sus condolencias y estupefacción por la dimensión del accidente: "Es un hecho fortuito porque cada día 40.000 alumnos se trasladan en autobús a los centros educativos y tengo que decir que es la primera vez que asisto a un episodio de estas características", declaró Mateos, que lleva cinco años como responsable de la cartera de Educación de la Junta de Castilla y León.

¿Accidente previsible?

La conducta "temeraria" del conductor que describieron los escolares fue transmitida por varios padres. Teresa, madre de una joven de 19 años, aseguró en un tono directo que "antes de la señal de ceda el paso no respetó los stops". "Demasiado tarde les ha pasado, pero hoy lo veían venir: ha salido a toda leche del ceda el paso y entonces le han dicho ¿pero qué haces? ¿es que no te das cuenta?" La versión fue corroborada por Andrés, padre de otra menor de edad: "Ha pasado lo normal; se veía venir desde hace tiempo porque este conductor más que conductor es un suicida, porque parece que se quiere quitar la vida con gente dentro", añadió disgustado este progenitor porque hace tiempo comunicó este tipo de comportamiento al director del instituto, quien , según su versión, advirtió a la empresa de las quejas. El portavoz de los autocares Gasch, Juan Manuel Caballero, afirmó que el conductor, de 59 años de edad, llevaba siete años trabajando en la empresa y cubriendo esa ruta. "Tenía experiencia sobrada porque lleva muchos años con nosotros; no sabemos qué ha podido ocurrir", subrayó. "Voy a hacer todo lo posible para que este señor no vuelva a conducir", remachó otra de las madres, quien anunció la presentación de una denuncia.

El microbús, fabricado en 2007, tiene 22 plazas, aunque sólo estaban ocupadas la mitad. El vehículo realizaba la ruta Muñosancho-Fontiveros-Arévalo, población donde están situados los centros educativos de destino de los alumnos. La víctima estudiaba en el instituto Adaja y la mayoría de sus compañeros acudían al instituto Eulogio Florentino. Un equipo de psicopedagogos se puso a disposición de los afectados. Aunque el microbús tenía sistemas de retención, se desconoce si los estudiantes llevaban puesto el cinturón de seguridad. La normativa vigente en Castilla y León establece la obligatoriedad de llevar un acompañante, además del conductor, en los autobuses de más de siete plazas si los alumnos son menores de 12 años, pero si superan esta edad -como en el caso del vehículo siniestrado- no viaja ninguna persona auxiliar que se encargue, por ejemplo, de comprobar el uso del cinturón y otras circunstancias del transporte.