Cuando los números son injustos con Messi
Su acumulación de récords obliga a recortar el espacio que merece su fútbol de otro planeta
BARCELONA Actualizado: Guardar148 victorias, 146 goles y 69 asistencias en 200 partidos de Liga, cumplidos el domingo ante el Valencia y celebrados con un póquer. Son los números de un extraterrestre llamado Leo Messi, un futbolista insaciable que acumula tantos récords que siempre se es injusto al hablar de él.
Sus alucinantes números se comen el espacio que merecen sus impresionantes diabluras con el balón. Es la dictadura de unas estadísticas que amenaza con destrozar. Y ese día, quizás no muy lejano, ya no habrá que mirar los registros que supera. Entonces los periodistas podrán deleitarse hablando de su fútbol para comprobar inmediatamente que era mejor hacer de contable. Porque lo del '10' del Barça no se puede explicar. Cuando encadena recortes con requiebros, con remates, con goles, con vaselinas...
Es inhumano. Y buscar dónde encuentra el tres veces Balón de Oro una motivación para añadir sacrificio defensivo en la presión al rival...
Lo dicho, es mejor volver a los datos para no caer en las alabanzas más tópicas: espectacular, insaciable, decisivo...
Con los cuatro goles se colocó con 27 dianas a una de las 28 de Cristiano Ronaldo, Pichichi de la actual campaña y de la anterior, con un récord de 41 goles que peligra. Y si el portugués se benefició entonces de que el Real Madrid pudo dedicarse a ayudarle a conquistar el trofeo una vez que se quedó sin opciones de ganar la Liga, ahora, con el Barça a 10 puntos del líder, se puede invertir la historia.
Lo insinuó Pep Guardiola: "Le ayudaremos". Se refería, eso sí, a los 13 goles oficiales con el Barça que le faltan a Messi (222 dianas) para alcanzar el récord absoluto del histórico leonés César, ya fallecido, que dejó el listón en 235 en la década de los 60. El mensaje del técnico vale para 'El pelucas', como se conocía a aquel extraordinario rematador, pero también para CR7.
El idilio oficial de Messi con el primer equipo del Barça nació un 16 de octubre de 2004, cuando debutó con 17 años en el Estadi Olímpic de Montjuïc ante el Espanyol a las órdenes de Frank Rijkaard. Pero antes de ser acogido por Ronaldinho y Deco, aquel tímido argentino ya llevaba muchos años 'jugando' imaginariamente partidos en el Camp Nou. De hecho ya había debutado el 16 de noviembre de 2003 (a los 16 años y 145 días) en un partido amistoso contra el Oporto... de Mourinho. Cuentan sus entrenadores en el fútbol base azulgrana y sus formadores en La Masia que desde que llegó a Barcelona en el año 2000 nunca le preocupó no poder asistir a una fiesta de cumpleaños o salir a dar vuelta por una ciudad: sólo quería entradas para ver al Barça en el Camp Nou. Seguramente ya estaba planeando las locuras que ha podido llevar a cabo años después.
Ahora parece ridículo haberle criticado en el último mes por algún partido más terrenal. Pero Messi, como defiende Guardiola, nunca juega mal. Y si se instala en el nivel mostrado ante el Valencia, aquí puede pasar de todo.