BALONCESTO

Pablo Laso: apuesta de éxito

El técnico del Madrid llegó como última opción, pero ya ha triunfado con su estilo ofensivo y ha liberado al equipo de sus complejos ante el Barça

MADRID Actualizado: Guardar
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El Real Madrid fichó a Pablo Laso hace ocho meses como última opción, por detrás de Svetislav Pesic, Simone Pianigiani, Jasmin Repesa e incluso Joan Plaza, pero ha sido una apuesta de éxito. Del director deportivo, Alberto Herreros, por elegir a un «hombre de la casa» con quien coincidió durante su etapa de jugador blanco, y del propio entrenador vitoriano, por decantarse por el baloncesto ofensivo y espectacular de antaño y, pese a que aún genere dudas, por conceder a Sergio Llull los galones de la dirección. Laso, un técnico de perfil bajo, joven y sin experiencia, que solo había estado cuatro temporadas en un banquillo de la ACB, no transmitía cuando llegó, pero ya ha triunfado con su estilo irrenunciable, al devolver al Madrid al trono de la Copa, un título que era maldito y no ganaban los blancos desde hace 19 años.

La contratación de Laso fue una apuesta arriesgada, «complicada y difícil», como reconocía tras la conquista de Barcelona Herreros, «orgulloso del planteamiento» del entrenador frente al Barça, el equipo que mejor defiende en Europa pero que en la final del Sant Jordi fue arrollado por un demoledor ataque liderado por Sergio Llull y Jaycee Carroll. «Pablo tiene una visión del baloncesto que nos gusta a todos», subraya Herreros.

El Madrid le endosó 91 puntos al Barça, pero su 'basket' valiente y alegre se complementó con una defensa descomunal que dejó a un desconocido Barcelona en 74 puntos (solo 33 al descanso). El Madrid, que esta temporada ya ha ganado dos partidos de tres a los azulgrana y se ha sacudido por fin sus complejos frente al eterno rival y bestia negra, confirmó que con un juego atrevido también se puede defender bien si todo el equipo se sacrifica y se divierte. Así ganó España el título mundial en Japón, y Laso, con una plantilla joven y prometedora, a la que solo le falta un pívot intimidador -y quizás otro base-, parece ir muy bien encaminado con su idea.

«Ganamos con el estilo que tenemos y con el que queremos seguir jugando», se congratuló el entrenador madridista tras apabullar al Barça y hacer de paso un favor al baloncesto, al romper la hegemonía copera de los culés y ayudar a que este deporte pueda enganchar a más aficionados.

Frente al 'basket control', destructivo y machacón que tanto se lleva, en este Madrid en el que antes fracasaron Etotte Messina y Emanuele Molin, Pablo Laso tiene la fórmula. La afición blanca ya cree en el cambio de ciclo, porque los blancos han superado una enorme barrera psicológica ante el Barça y con esa mentalidad este Madrid está capacitado, no para ganar todos los títulos, pero sí para competir, que es lo mínimo que se puede exigir ahora al equipo más laureado del continente.

Un récord peculiar

Tras el vaparalo de Bilbao que obligará al Real Madrid -a partir del jueves contra el Unicaja- a jugarse su obligada continuidad en la Euroliga, el entrenador alavés estaba «convencido», y así se lo comunicó a sus jugadores, de que su equipo ganaría la Copa. Según él, «la fe de los chicos» ha sido la clave para que los blancos vuelvan ser los reyes de Copas. Él, que ostenta un récord peculiar, ya que ha vivido este torneo como entrenador (con el Pamesa y el Madrid), jugador (con el Tau y el Madrid), aficionado y periodista, ya fue campeón con el Baskonia en 1995 en Granada, donde fue elegido MVP, y ha repetido en su primera final en el banquillo. Ya es uno de cuatro únicos que ha ganado la Copa como jugador y técnico.

«El ideal de entrenador muchas veces pasa por el equipo que tienes, y tienes unos jugadores de los que hay que sacar el máximo», apuntaba en vísperas de la Copa del Sant Jordi. Con su filosofía, consiguió recuperar a Velickovic para los cuartos de final, y a Begic para la final. Y sin que el equipo acusase el cansancio -jugó tres días consecutivos-, ni las ausencias de Rudy Fernández y Serge Ibaka. La próxima temporada, si nada se tuerce, volverá el escolta mallorquín y el Madrid podrá seguir creciendo, porque Laso firmó por dos temporadas. El próximo reto es la Liga. La gran incógnita, la Euroliga que ahora está en el aire, aunque con los blancos revitalizados.