Ellas son profetas en su tierra
Las cantantes, con Adele a la cabeza, lideran el nuevo boom de la música británica, que recupera la cuota de ventas de 1997
MADRID Actualizado: GuardarLa nueva edad de oro de la música británica está liderada por mujeres. La multipremiada Adele, que acaba de recibir seis grammys por su último disco, encabeza una generación de cantantes que ha logrado igualar un hito histórico. Y es que desde 1997 los artistas británicos no lograban una cuota de mercado tan alta en su mercado nacional. Como entonces, sus discos representan, otra vez, el 53% del total de las ventas. Pero recordar 1997 son palabras mayores: aquel año barrían las Spice Girls, que representaban la rama más comercial de la música británica, mientras Oasis y otros grupos del 'brit-pop' sostenían el nivel sin descuidar las ventas. Días de vino y rosas. Y claro, los años posteriores siempre fueron peores. La última vez que los artistas locales superaron el 50% de las locales fue en el 2007 y en el 2010, por ejemplo, se quedaron en el 49%.
Adele es la cabeza visible de la nueva ola de 'britmanía' musical. Su '21' ha vendido en las islas 3,8 millones de discos en 2011, mientras su trabajo anterior, '19', se ha mantenido también en la parte alta de las listas, con un total de 1,2 millones de copias. Por detrás de ella se sitúa Jessie J’s, que con 'Who you are' alcanzó los 800.000 discos. El podio de las reinas de la música británica en 2011 lo completó Amy Winehouse: su obra póstuma, 'Lioness', vendió 638.000 copias. Otros artistas como PJ Harvey, Rumer, Coldplay, Ed Sheeran y Olly Murs también consiguieron una gran aceptación y ayudaron a conseguir unas cifras envidiables, que hicieron que 56 de los 100 discos más vendidos en el año fueran 'british'.
Los grandes datos de los artistas británicos en 2011 contrastan con los menos brillantes de los norteamericanos, que están en horas bajas cuando aterrizan en London, Manchester y Liverpool. Los compatriotas de Lady Gaga y Bruno Mars vendieron el 32,7% de los discos dispensados en las islas británicas, frente al 36% que lograron en 2010 y el 37,5% de 2009. Pero los británicos no se conforman con defender su territorio musical, también se lanzan a la conquista de los mercados: el '21' de Adele ocupó durante diez semanas el número de ventas en Estados Unidos, algo que ningún británico había conseguido desde 1998, con George Michael y su 'Faith'.