Los hijos de padres depresivos tienen más riesgo de suicidio
Es la segunda causa de muerte entre los adolescentes en el mundo occidental
BARCELONA Actualizado: GuardarLos hijos cuyos padres sufren ansiedad o depresión tienen más posibilidades de quitarse la vida en un suicidio. Lo afirma un estudio internacional, realizado en 21 países, y que en Europa lo ha coordinado el Instituto de Investigación (IMIM) del hospital del Mar de Barcelona. "Es fundamental considerar el posible riesgo de conductas suicidas en las familias en las que los padres sufren algún trastorno mental y tener en cuenta que el riesgo aumenta con cada trastorno adicional que padecen los padres", asegura el director del Programa de Epidemiología y Salud Pública del IMIM, Jordi Alonso.
El estudio ha tenido como objetivo determinar qué trastornos mentales de los padres tienen relación con el suicidio de los hijos y cuáles pueden ser más decisivos en el paso de la idea de los jóvenes de matarse a su planificación o intento. Así, según concluye la investigación, "todos los trastornos mentales de los padres tienen que ver con una mayor tendencia a la ideación suicida de los hijos". Pero "sólo la ansiedad generalizada y la depresión se asocian con la elaboración de planes" de los hijos para acabar con su vida. Mientras que la personalidad antisocial de los progenitores influye en la realización de intentos de suicidio de los hijos y con su persistencia en el tiempo.
El trabajo, desarrollado en el marco del World Mental Health, constata que el suicidio es un gran problema de salud pública que, aunque afecta mayoritariamente a personas adultas y de avanzada edad, supone la segunda causa de muerte entre los adolescentes en el mundo occidental. En España, donde desde hace un año el suicidio ha superado a los accidentes de tráfico como segunda causa de muerte (siempre por detrás de las razones naturales), se han disparado las cifras: el número de españoles que se quita la vida ha crecido en un 31% en sólo 10 años.
Aun así, los autores del informe creen que, en parte, es evitable. "La identificación precoz y el tratamiento adecuado de los trastornos mentales son una estrategia preventiva muy importante", señalan. Por ello, los resultados de este trabajo pueden ser relevantes para guiar a los futuros estudios que se lleven a cabo sobre las bases genéticas del suicidio. "Seguiremos estudiando la posible base genética común entre la falta de control de los impulsos y el suicidio", según Alonso.