CONSEJO DE MINISTROS

La reforma laboral será «extremadamente» agresiva

'Cazado' por otro micrófono abierto, el ministro De Guindos afirma que la nueva norma reducirá el coste del despido

MADRID Actualizado: Guardar
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Ya no hay duda. La reforma laboral que el Consejo de Ministros aprobará hoy por real decreto será "extremadamente agresiva". No lo dicen los sindicatos, sino el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, que ayer fue 'cazado' también por un micrófono abierto cuando explicaba las líneas generales de la reforma al vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn.

Un cambio legal profundo y que, añadió De Guindos, reducirá el coste del despido y aumentará la flexibilidad en la negociación colectiva. "Es un auténtico cambio", añadió el ministro, sin ser aparentemente consciente de que sus palabras quedaban registradas.

Rehn se felicitó por el anuncio: "Eso sería estupendo. Muy bien". Antes de esa involuntaria declaración, el ministro español de Economía atendió a los medios de comunicación, ante los que solo dijo que la reforma va a "la raíz" del problema.

Novedades

De Guindos no fue el único miembro del Ejecutivo que se refirió al giro al que se enfrenta la legislación laboral. La propia ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, explicó en el Congreso de los Diputados que, entre las novedades, los jóvenes que pierdan su empleo podrán capitalizar el 100% de su prestación de una sola vez. Para beneficiarse de esta posibilidad deberán convertirse en autónomos y abrir un negocio propio.

Esta posibilidad no será inmediata, sino que se aplicará a medio plazo. Con la peor tasa de paro juvenil de Europa, este segmento será uno de los ejes principales de la reforma, que también incluirá bonificaciones a la contratación para los jóvenes.

La contratación a tiempo parcial será una de las figuras que salga también reforzada del Consejo de Ministros, que no tiene previsto aprobar (así lo ha declarado Báñez) los llamados 'mini-jobs'. Tampoco habrá un contrato único, como pretendía la patronal puesto que, en palabras de Báñez, "en España es incostitucional".

De la misma manera, habrá cambios en las políticas activas de empleo y la formación profesional, para la que se prepara una profunda reforma. También se creará una 'cuenta-formación' individual que acompañará al trabajador durante toda su vida laboral y que le servirá en los momentos en los que le falle el empleo.

La polémica llegará, sin duda, en aspectos como la flexibilidad interna de las empresas, a las que, presumiblemente, se otorgará mucha más capacidad a la hora de descolgarse del convenio colectivo si atraviesa una situación complicada.

Los sindicatos temen que el Gobierno abra la mano mucho más allá de lo pactado en el último Acuerdo de Negociación Colectiva, en el que se fijaron los criterios de moderación salarial para los próximos años.

Por lo declarado hasta ahora tanto por Fátima Báñez como por el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, otro punto de conflicto serán las prejubilaciones, a las que el Ejecutivo ha declarado la guerra y que, sin embargo, tienen el beneplácito de sindicatos y patronal. La reforma será tan dura que Rajoy cuenta ya con que será contestada desde las centrales sindicales con una huelga general.