Los jugadores del Athletic celebran el tanto de Endika. / Manu Cecilio
la última final ganada

'Supercampeones'

Un Athletic pletórico de fuerza, coraje y garra destrozó al Barça de Menotti, consiguió el doblete y su Copa número 24

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Eran otros tiempos. Una época en la que los aficionados del Athletic estaban más o menos acostumbrados al caviar de los títulos, esos que hace casi tres décadas no iluminan las vitrinas rojiblancas. De hecho, el cuadro rojiblanco de Javier Clemente había ganado la Liga una semana antes, la octava y última. Pero existía un problema. Sí había celebraciones, triunfos, pero la Copa, el trofeo por excelencia del club bilbaíno, se resistía desde hacía once duros y largos años. Demasiado tiempo. Es más, en ese periodo se sufrió la derrota que más ha dolido en los más de cien años de historia de la entidad: esa final perdida en los penaltis contra el Betis (1976-77), con errores en la tanda de Dani, Villar e Iribar. Por eso, a pesar de los éxitos, esa final en el Santiago Bernabéu era especial. 55.000 almas rojiblancas atestaron la capital, en el desplazamiento futbolístico masivo más numeroso de la historia del balompié nacional. Cómo no, tenía que ser la afición del Athletic para empujar a los hombres de Javier Clemente frente al Barça de Monetti, un equipo, como recordaba Jon Agiriano en un reportaje en los días previos a la final de Valencia de 2009, era "de cemento armado. Un escuadrón de tipos duros". Era el equipo de Migueli, Alexanco, Julio Alberto, Calderé, Carrasco, Schuster y Maradona, una escuadra que no se le daba nada bien los bilbaínos (dos partidos de Liga, dos derrotas, en San Mamés y en el Nou Camp) y con el que las relaciones no eran todo las más correctas, por decirlo de algún modo: la lesión de Goikoetxea al astro argentino estaba en la memoria de todos. Aún así, los entrenados por el técnico de Barakaldo dieron una alegría a su hinchada, la penúltima en forma de título: luego llegó la Supercopa (1984-85). De hecho, EL CORREO fue claro y simple en un titular de portada que resumía lo que era aquella escuadra: "Supercampeones".

Fue una victoria mínima. Gracias al gol de Endika los bilbaínos recaudaban su 24º campeonato de Copa. "Vientos de gloria", fue el titular de la crónica de Paco Crespo. "El Athletic sigue cabalgando a lomos del triunfo. Sus colores de ganador surcaron el cielo madrileño, convirtiendo el primer sábado de mayo en una jornada inolvidable, histórica para un equipo, un club y una afición que, más unidos que nunca, reverdecen viejos laurales. Se estremeció Euskadi entera con la nueva gesta de sus 'leones'. Ayer la Liga y hoy la Copa. Corren tiempos de gloria para el viejo y entrañable Athletic, más joven y robustecido que nunca de la mano de ese 'monstruo', que es su director, Javi Clemente. ¡Athletic, Athletic, Athletic! Un nuevo título. Otra vez campeones, ¡doblete! Eres grande, Athletic...".

"Esta vez no se rompió el cántaro de la lechera. Lo que Clemente anunció a su llegada al Athletic, hace casi tres años ("vamos a intentar ganarlo todo"), no era un cuento ni nada que se le parezca. Ahí está el segundo alirón rojiblanco para reconfirmar una realidad palpable e indiscutible: el Athletic está en la cima, en lo más alto, donde no estaba desde el 56, cuando los rojiblancos consiguieron esa proeza del 'doblete'. Corren vientos de gloria para la nave rojiblanca, de una gloria ganada a base de esfuerzos y sudores como los que costaron ganar la Liga, como los que han costado, ayer, sumar una nueva Copa, que convierte la actual temporada en la más brillante de los últimos 30 años. El 'rey de copas' ha vuelto por sus fueros. ¡Y de qué forma! Por el sendero más difícil y, por tanto, más meritorio (...). Después del aperitivo del Cartagena, tres platos fuertes, Real Sociedad, Sporting de Gijón y Real Madrid. Como añadido postre indigesto, ese Barcelona herido, desesperado y forzosamente ambicioso, que culmina para los bilbaínos una temporada difícilmente igualable. Nadie ha hecho más méritos que ellos para subir al pódium. ¡Zorionak, campeones, zorionak! (...). ¡Sois los mejores!".

"(...) los 50.000 seguidores rojiblancos que le daban un impresionante aspecto al Bernabéu arrugaron el entrecejo al ver la alineación de Javi Clemente. Para unos era defensiva, para otros inadecuada en una final de Copa (...). El técnico volvió a dar en el centro de la diana. Había avisado de que quería un Athletic más fuerte. Y así fue. Endika, Núñez, Patxi Salinas, no habituales en las formaciones titulares, rindieron a tope (...). Todos son auténticos campeones, empezando por Clemente. El gol madrugador de Endika (¡qué frialdad, qué aplomo lo del chaval!) permitió jugar al Athletic con cierta 'comodida' (...). Basándolo todo en una defensa poderosa y granítica, cerrando los caminos hasta Zubi y consiguiendo que el Barcelona se sintiera incómodo sobre el campo (....)".

"Fue decisivo el pressing que hicieron todos los jugadores de Clemente, que terminó destrozando al Barcelona en la zona ancha (estuvieron inmensos De Andrés, Salinas y Urtubi en esa parcela). (...) El arbitraje en algunas fases fue bochornosoo, hasta el punto que nos temimos lo peor (...). Un disparo blanco de Maradona y aquel cabezado intencionado de Schuster que blocó aceptablemente Zubizarreta. Eso fue todo lo que dio de sí un Barcelona impotente, maniatado por el podería físico y la presión continua de los rojiblancos".

"(...). El Athletic tuvo ocasiones, más y mejores que las del Barcelona, para haber rematado el partido. La fuerza, la disciplina, la entrega y la garra de los 'leones', en definitiva, terminó doblegando al Barcelona (...). ¡Qué gran lección de pundonor y profesionalidad! ¡Cómo pelearon! El Athletic escribió otra preciosa página de su brillante historia".

Ficha técnica:

Athletic: Zubizarreta, Urkiaga, Núñez, Liceranzu, Goikoetxea, De Andrés, Dani, Patxi Salinas, Endika (Sarabia, m. 60), Urtubi y Argote (Gallego, m. 86)

Barcelona: Urruti, Sánchez, Migueli, Alexanko, Julio Alberto, Víctor, Carrasco, Schuster, Rojo (Clos, m. 62), Maradona y Marcos.

Gol: 1-0. M. 14. Endika.

Árbitro: Franco Martínez. Amonestó a Liceranzu, Patxi Salinas y Urtubi, por el Athletic; y a Víctor, Alexanko, Carrasco y Schuster por el Barça.

Incidencias: 95.000 espectadores en el Santiago Bernabéu. Al término del partido una agresión de Maradona a Núñez provocó una tangana brutal.