Míchel:«Ya no es el Sevilla campeón»
El nuevo técnico es presentado entre las lágrimas de la despedida de Marcelino y el discurso populista de Del Nido
SEVILLA Actualizado: GuardarJosé Miguel González Martín del Campo, Míchel para todo el mundo, fue presentado este martes como nuevo técnico del Sevilla. Llega en el peor momento de la era Del Nido, con el equipo a cuatro puntos del descenso. “Debemos mentalizarnos de que no somos el Sevilla campeón de años atrás, las cosas han cambiado”, fue lo que dijo nada más presentarse ante los medios. Primer mensaje directo a los que todavía miran más arriba en la clasificación que abajo.
Resulta paradójico su discurso en relación a la firma del contrato. Este obligaría al Sevilla a renovarlo automáticamente en el caso de que el equipo logre alcanzar los cuatro primeros puestos. Incluso sería revisable si al menos llega a UEFA. Clara muestra de que en la entidad nervionense se piensa en él como entrenador-puente. La vuelta de Joaquín Caparrós ya asoma en la esquina, aunque eso no preocupa al nuevo preparador sevillista. “Soy el técnico para las próximas 17 jornadas, el futuro no me importa”, aseveró sin confirmar que cobrará un millón de euros.
El ex jugador del Real Madrid sabe que para empezar la casa hay que hacerlo por los cimientos y esto depende de los trabajadores. O lo que es lo mismo, los futbolistas: “Voy a hablar con Marcelino para saber el ambiente del vestuario”. Mejor que nadie el anterior inquilino, quien se despidió minutos antes entre lágrimas, para comunicarle al nuevo todos los problemas que se va a encontrar.
Tendrá que apaciguar una guerra civil en el vestuario, donde la mitad de inquilinos no se habla con la otra. Míchel dejó entrever que en la cena que mantuvo en la casa de José María del Nido hasta las dos de la mañana ya le puso al día. Lanzó mensajes a la plantilla asegurando que sabrá manejar el ego de la mayoría de ‘vacas sagradas’ que han buscado acomodo en su último año de contrato.
Sobre todo tendrá que hacer frente a una afición que lo ha recibido en un clima mezcla de inseguridad y recelo. “He visto encuestas a mi llegada y sé que genero dudas, pero con trabajo lo remediaré”, vaticinó al ser cuestionado constantemente por las pocas simpatías que ha despertado siempre, ya sea como jugador ‘merengue’ o técnico visitante.
Fue en ese instante cuando el presidente tomó la palabra, sabedor de la difícil situación por la que pasa su gestión, para lanzar su característico mensaje populista. “A partir de ahora, todo aquel que se considere sevillista tiene que ver en Míchel al mejor entrenador del mundo”, concluyó Del Nido para dejarlo todo atado y que no hubiera más fractura social de la existente en el seno de la entidad. El problema es que su discurso ya no cala tanto como antaño.