Jorge Fernández Díaz, durante la Comisión de Interior. / Javier Lizón (Efe)
lucha antiterrorista

Fernández Díaz a Amaiur: «Hablar de presos políticos es indecente»

Fernández asegura que la "prueba" de que su fin es "irreversible" es que pida perdón a sus víctimas

MADRID Actualizado: Guardar
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Mensaje de firmeza a ETA del ministro del Interior en su primera comparecencia esta mañana ante el Congreso de los Diputados. Jorge Fernández ha dejado claro desde el inicio que su departamento no se plantea cambio alguno en la política antiterrorista: cualquier beneficio penitenciario a los más de medio millar de presos etarras seguirá pasando por el arrepentimiento individualizado. En modo alguno –ha revelado- están sobre la mesa medidas colectivas.

"La verdadera prueba de que la declaración de alto el fuego definitivo no es un tacticismo y que es irreversible pasa por reconocer el daño y pedir perdón a las víctimas", ha explicado el máximo responsable de la lucha antiterrorista en su intervención ante la Comisión de Interior, en la que no ha dicho una sola palabra sobre posibles acercamientos, pero en la que sí ha insistido en que la prioridad de su departamento en política penitenciaria pasa por "acabar con la manipulación" de ETA sobre los presos y sus familias.

Según Fernández, la organización armada controla a principios de 2012 al 95% de los reclusos terroristas, que siguen sus órdenes de negarse a acogerse a beneficios y mantener una "actitud de enfrentamiento". Ante este panorama, el ministro, sin nombrarlas, ha descartado medidas colectivas, como pudiera ser el acercamiento más o menos masivo de presos, como reclama la izquierda abertzale y otros partidos vascos. "Reinserción de forma individualizada", ha dicho, como única respuesta antes de recordar que la "hoja de ruta" que seguirá su departamento será la aplicación de "ley", que es la que fija que no caben medidas colectivas.

Durante su comparecencia, Fernández Díaz ha respondido al diputado de Amaiur Iker Urbina que "hablar de presos políticos en España es una indecencia y una inmoralidad" y le ha instado a aprovechar su presencia en el Congreso para condenar a ETA y pedir su disolución. Tras ser aplaudido por estas palabras, el ministro ha recordado que ayer mismo estuvo en un homenaje al concejal del PP Alberto Jiménez Becerril y a su esposa, Ascensión García, asesinados por ETA en enero de 1998: "Debería cáersele la cara de vergüenza" por llamar presos políticos a sus asesinos, ha señalado. "Ustedes no han condenado todavía la violencia, ni han exigido a los terroristas que se disuelvan. Sería un buen momento hoy que aprovechara la ocasión como portavoz de Amaiur para hacerlo", ha espetado a Urbina.

El final de la banda

Jorge Fernández ha pedido "inteligencia, prudencia, unidad de los demócratas y discreción" para gestionar lo que, ha admitido, puede ser el final de la banda. Aun así, se ha mostrado muy cauto, incluso incrédulo, especialmente con la actitud de la izquierda abertzale y de la antigua Batasuna. "Los que durante años han jaleado a las víctimas no pueden convertirse en demócratas de la noche a la mañana", ha apostillado, recordando al mismo tiempo las "mentiras" durante décadas del mundo violento, aunque sin desvelar si el Gobierno maneja datos que pudieran servir para promover la ilegalización de las siglas independentistas.

También mensaje de firmeza en la persecución de los terroristas que aún no están en la cárcel. El ministro ha garantizado que las fuerzas de seguridad mantendrán la guardia alta porque una de las directrices de su departamento será luchar contra la "impunidad". "No pueden quedar asesinatos sin esclarecer", ha señalado Fernández a modo de aviso a los etarras que aún siguen en libertad.