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Preciado ya es historia en el Sporting

Después de seis años de éxitos, el técnico cántabro es destituido al frente de un club que negocia con Míchel

GIJÓN Actualizado: Guardar
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Manolo Preciado ya es historia viva en el Sporting de Gijón, al que devolvió a un lugar entre los grandes y deja en zona de descenso seis años después de aterrizar. El Consejo de Administración del club asturiano hizo pública su destitución este mediodía, durante una emotiva conferencia de prensa celebrada en El Molinón en la que intervinieron el presidente, Manuel Vega-Arango, y el ya extécnico, que el lunes no se había mostrado muy seguro sobre su capacidad para reconducir la situación del equipo. También se prescinde de los servicios de Emilio de Dios, director deportivo, y Josep Alcácer, técnico de apoyo.

Iñaki Tejada asume de forma transitoria las riendas del equipo, que tiene como principal alternativa para el banquillo a José Miguel González del Campo ‘Míchel’, exentrenador del Rayo Vallecano, Castilla y Getafe. Se repite la historia de 1982, cuando Vega-Arango prescindió de Vicente Miera, en unas circunstancias similares, al apreciar que el técnico montañés no estaba anímicamente con las fuerzas precisas para salvar una situación crítica.

«No sé muy bien qué decir. Agradecer a todo el mundo el cariño con el que me han tratado. Habré hecho cosas mal, pero nunca desde la mala baba. Seré socio de este club hasta que me muera y deseo a los jugadores que salgan de esta situación, que seguro que lo harán, y yo seré el más feliz del mundo», manifestó el técnico en la hora de su adiós.

Preciado llegaba al estadio pasadas las doce y media y diez minutos después escuchaba, cabizbajo, la confirmación de su salida. «Tengo que dar la cara en lo bueno y en lo malo. Después de una reunión y de meditarlo mucho, tomamos la decisión de cambiar de técnico con el máximo pesar, pero con la intención de que esto mejore. No me gusta hablar de destitución, ni de cese», aseguró Vega-Arango. «Nunca me hubiera gustado tomar esta decisión con Manolo, pero esto es el fútbol. Quiero darte gracias, Manolo. Te despido con el corazón, con pena», apostilló entre lágrimas.

‘El Brujo’ Quini, presente en un segundo plano, estaba visiblemente afectado y muy emocionado. El delantero gaditano David Barral también se había desplazado hasta El Molinón para despedirse de su entrenador. Medio centenar de aficionados le aguardaban en la entrada del aparcamiento.

Otro club

Preciado deja un club que no tiene nada que ver con el que se encontró cuando fichó en 2006. Se encontró una sociedad triste y desde el principio trató de insuflar ánimo a los consejeros y los aficionados. Aquel Sporting llevaba ocho temporadas en Segunda División y estaba inmerso en un concurso de acreedores, obligado por los casi 50 millones de euros de deuda acumulada. El Molinón registraba entradas que a duras penas superaban los 10.000 espectadores, pero Preciado aceptó el reto.

Ni en aquellos tiempos ni ahora en Primera exigió fichajes. Trabajó siempre con la plantilla que el club puso a su disposición, casi siempre formada en su gran mayoría por jugadores que llegaban con la carta de libertad en el bolsillo. También se resignó a ver cómo se traspasaba a alguno de los jugadores jóvenes formados en la cantera como Míchel, al Birminghan o José Ángel, a la Roma. El dinero destinaba al pago de la deuda y no a traer refuerzos. Tampoco pudo retener en el equipo a Diego Castro, un hombre clave en el ascenso y las primeras temporadas en la máxima categoría.

Preciado se había ganado el cariño de la afición por el juego alegre del equipo, por haberlo devuelto a la máxima categoría y, sobre todo, por su franqueza a la hora de hablar. Como aquella vez en que tras una mala racha de resultados que sucedió a otra muy positiva, comentó: «ni antes éramos el Bayer Leverkusen ni ahora somos la última mierda que cagó Pilatos». Esa frase dio la vuelta a España.

Preciado alcanzó su mayor notoriedad mediática la pasada campaña, cuando se enfrentó a José Mourinho después de que el portugués le acusase de haber tirado el partido en el Nou Camp por alinear muchos suplentes. Preciado llegó a calificar al entrenador del Real Madrid de «canalla» y recibió el apoyo de muchos otros entrenadores y de aficionados de toda España.

La venganza de Preciado llegó en el choque disputado en el Santiago Bernabeu cuando el conjunto madrileño aún mantenía opciones de ganar la Liga pero sucumbió ante los asturianos. Luego ambos mantuvieron una excelente relación, hasta el punto de que este martes Eladio Paramés, el portavoz de ‘Mou’, mandó un ‘tweet’ para anunciar que el técnico luso se sentía apenado por la marcha de Preciado, el entrenador que más partidos dirigió al Sporting en toda su historia.