España se queda sin bronce
La selección de Valero Rivera acusa la derrota de semifinales y se diluye ante Croacia
Actualizado: GuardarSin premio. La mejor selección del Europeo no supo estar a la altura de las circunstancias en los partidos clave, los decisivos, los de la verdad y se marcha de Serbia sin nada que colgarse al cuello. Del refulgente oro que brillaba en los ojos de la expedición española desde que se inicio el campeonato de Europa hemos pasado a la medalla de chocolate, ese odiado cuarto puesto que no sabe a nada cuando se aspira a todo y del que nadie se acordará. Y es que los hombres de Valero Rivera acusaron en exceso la eliminación ante Dinamarca y repitieron ante Croacia, incluso con más profusión, los errores del partido ante los daneses.
Falló casi todo. Incluso la suerte. Ni la portería, donde el tempranero cambio de Sierra no solucionó absolutamente nada, ni la defensa 6-0 que Croacia supo siempre batir, ni el ataque liderado por el peor Alberto Entrerríos del Europeo, ni la defensa 5-1, ni los lanzamientos desde el punto de penalti en los momentos clave. Todo fue un cúmulo de errores que hicieron mucho daño en la moral del equipo, incapaz de poner en aprietos a una selección croata que se mueve como pez en el agua con un marcador favorable.
Demasiadas facilidades se le ofrecieron a una Croacia que también llegaba a Serbia a luchar por el oro y que se encontró de entrada con una ventaja en el electrónico inesperada. Para los croatas, la decepción de su derrota en semifinales se vio compensada por los regalos de España en los primeros minutos.España planteó un 6-0 defensivo, pero Croacia encontró en el pivote Vori y el lateral Lackovic el antídoto perfecto. Una vez más, y tal y como ocurrió ante Dinamarca, España se estrelló en ataque. Valero apostó por Alberto, Canellas y Gurbindo como conductores de la primera línea, pero el asturiano parece empequeñecerse en los grandes torneos. Todo el juego de ataque giraba en torno a él y no supo responder ni encontrar la dirección adecuada. Y Croacia aprovechó el momento para conseguir una sustancial ventaja (9-4, min. 15) que obligó a Valero a cambiar sus esquemas.
España volvió al 5-1 y al menos se frenó a los croatas, pero continuaban los graves problemas en ataque, que solo se sustanciaban cuando los croatas se quedaban en inferioridad. Y fue precisamente aprovechando esa inferioridad cuando España dio un arreón en los últimos minutos de la primera mitad para colocarse a tan solo un tanto que hacia albergar esperanzas (13-12). Y no pudo comenzar mejor la reanudación. Aguinagalde anotaba su primer tanto y colocaba el empate en el marcador (13-13). Parecía que España había encontrado su sitio con Roberto de avanzado y, pese a que los rebotes, las pérdidas, los balones divididos y los postes jugaban en contra, volvía a hacerse fuerte en defensa. Pero ayer tampoco era el día. La exclusión de Virán Morros, provocada por un listo Vori, frenó en seco el intento español de ponerse por delante y jugar a favor de marcador.
Con todo, Croacia había bajado enteros su eficacia. Lackovic prácticamente había desaparecido merced a la defensa española y tenía mas problemas para anotar. Valero Rivera decidió dar entrada de nuevo a Alberto Entrerríos y el asturiano volvió a demostrar que tampoco era su dia. Debía ser el encargado de crear, pero no supo conectar en ningún momento con sus compañeros. Error tras error que se pagó con otro arreón de Croacia en el marcador (23-18). Y entonces a Valero Rivera se le ocurrió morir con los principios que habián sido la clave del éxito de la selección en este Europeo.
La movilidad del balón, la continuidad y las penetraciones en busca del gol, del penalti o de la exclusión. Y colocó en cancha a Raúl, Sarmiento y Gurbindo en la primera línea. Y el equipo, pese a la carga de los cinco goles de desventaja y a la losa de las semifinales, comenzó a reaccionar. Paso a paso, con un inconmensurable Sarmiento perfectamente acompañado por el navarro, España perforaba la portería croata, limaba diferencias. Los croatas, que miraban constantemente el cronómetro y su ventaja, estaban jugando con fuego.
España se colocó a dos goles (28-26) a falta de cinco minutos y con un penalti a favor. Era el momento de meter el miedo en el cuerpo a los hombres de Goluza. Pero Roberto García erró el lanzamiento, lo mismo que pocos minutos antes había hecho Iker Romero. Y ahí se fueron las ilusiones, las esperanzas y el consuelo de un bronce que hubiera sabido a poco, pero que se antojaba necesario y justo para los méritos de España en el Europeo. Los croatas pensaban lo mismo y no desaprovecharon el regalo español. Al final, los hombres de Valero Rivera se ganaron a pulso el cuarto puesto. A pesar de ello, la selección ha puesto en evidencia en este Europeo que tiene mimbres y juego suficientes para luchar por las medallas en cualquier competición internacional. Y los Juegos Olímpicos de Londres 2012 están a la vuelta de la esquina, aunque primero habrá que clasificarse en el torneo preolímpico que se disputará en España.