FÚTBOL | PRIMERA DIVISIÓN

El Barça se deja media Liga en El Madrigal

Los de Guardiola fueron incapaces de marcar ante el Villarreal y se colocan a siete puntos del Madrid

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Un querer y no poder del Barça en El Madrigal deja la liga casi en bandeja al Real Madrid. Con toda la segunda vuelta por delante, los de Guardiola no fueron capaces de pasar del empate a cero ante un Villarreal, que conquistó un punto de oro para seguir huyendo de los puestos de descenso. Los azulgrana, que dominaron todo el partido, se encontraron con un muro amarillo, e impotentes, ven cómo su máximo rival, el Real Madrid, se escapa en la clasificación a siete puntos, una distancia que hoy por hoy se antoja casi decisiva. Una vez más, los blaugranas se estrellaron en un partido como visitantes, y es que este año están sufriendo fuera de casa. Les falta gol y apenas llegan con claridad.

Guardiola acostumbra a decir que cuando su equipo recibe muchas faltas, quiere decir que el balón no está circulando lo fluido que debiera, y por tanto el juego de los suyos no es del todo bueno. Eso es lo que le ocurrió en el Madrigal, donde el conjunto castellonense efectuó 15 faltas solo en la primera parte, las mismas que le suelen hacer de media al Barça en todo el partido.

El Villarreal, que no está para las florituras de antaño porque tiene el pozo del descenso a la vuelta de la esquina, planteó un partido bronco, no sucio, pero sí antipático. Y Guardiola cayó en la trampa. Aunque volvió a colocar a sus dos brasileños (Adriano y Alves) como extremos, se sacó de la manga un inédito doble pivote en el centro del campo (con Busquets y Mascherano), que dotaba a su equipo de más músculo, aunque le quitaba finura.

La idea era dar aire a Xavi y liberarle de funciones defensivas. Pero las buenas intenciones no siempre salen como uno espera. Los amarillos esperaban atrás y no tenían ninguna prisa por salir, porque cuando lo hacían perdían el balón con demasiada rapidez. El Barça, en cambio, dominaba el terreno y el balón y sin embargo no creaba peligro. Hasta el punto que, al margen de una vaselina marrada por Messi en el 16, los azulgrana apenas inquietaron a Diego López en la primera mitad. Por contra, el Villarreal, que repetía el mismo equipo que una semana antes derrotó por goleada al Sporting, se iba quitando los complejos y tanto Cani como Senna empezaban a asomar más allá del círculo central, lo que permitió a los amarillos disponer de tres ocasiones seguidas.

Tras el descanso, Guardiola rectificó, retrasó a Mascherano al centro de la zaga, rompió el doble pivote y situó a Puyol de defensa lateral. Había que recomponer el equipo porque los suyos se atascaban en el correoso 4-4-2 de Molina. Faltaba frescura, en parte atribuible al esfuerzo que el equipo hizo el miércoles para eliminar al Madrid en la Copa. Después de la victoria del Madrid ante el Zaragoza, el empate del Barça en Villarreal era un resultado horroroso para los culés, que se alejaban a siete puntos del Madrid. Había nervios, aunque eso sí la intensidad era la adecuada. Al Barça le faltaba precisión y se encomendó a la velocidad de Alexis, que saltó cuando aún faltaba media hora para el final.

El chileno sustituyó a Piqué, lo que obligó a retroceder a Alves al lateral derecho. Pero ni así. El Barça dominaba, quería, pero no podía. Ni siquiera creaba peligro. Faltaba frescura y Guardiola la buscó en la juventud de Tello y Thiago. Un Barça plagado de bajas por las lesiones (hasta cinco) se la jugó con dos críos: Thiago ya tiene experiencia, pero Tello apenas había intervenido en un par de partidos. El atrevimiento de Guardiola casi tiene premio al minuto del cambio. Tello hizo una gran jugada de extremo, asistió a Cesc, y el de Arenys estrelló el balón en la madera. Quedaba un cuarto de hora y el Barça tenía muchas prisas. Se le escapaba la liga entre las manos. Ni Messi, que la tuvo en el 86, pudo perforar la red del Villarreal. Monumento a la impotencia del Barça que con toda la segunda vuelta por delante está siete puntos por detrás del Real Madrid. Todo un mundo.