CONSULTA SOBRE LA INDEPENDENCIA ESCOCESA

Salmond niega que el referéndum escocés inquiete a España

El ministro principal escocés presenta su plan para celebrar una consulta sobre la independencia de la región en 2014

EDIMBURGO (REINO UNIDO) Actualizado: Guardar
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El ministro principal escocés, Alex Salmond, ha negado que España sienta inquietud ante la perspectiva de una posible independencia de Escocia, lo que calificó de rumores procedentes de políticos británicos. En un claro desafío al Gobierno británico,Alex Salmond, presentó en Edimburgo su plan para la celebración la consulta, que se celebraría en 2014. En el Palacio de Holyrood, sede del parlamento escocés, Salmond invocó "el derecho de la gente a decidir sobre su futuro" para presentar un plan que consiste en la celebración de un referéndum que planteará la pregunta: "¿Está de acuerdo en que Escocia sea un país independiente?".

Durante una rueda de prensa, Salmond también respondió a varias informaciones de medios ingleses y escoceses que aseguran que el Gobierno español ve con preocupación el plan de independencia de Escocia y que vetaría su entrada en la Unión Europea (UE), en el caso de que dejara de formar parte del Reino Unido. El ministro principal achacó estas noticias a "periodistas de Londres que utilizan como fuente a políticos británicos", algo que, según dijo, no coincide con lo que piensa el Gobierno español.

En este sentido, recordó unas declaraciones del ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, quien apuntó que el Reino Unido resuelve la cuestión escocesa en un marco constitucional que no tiene nada que ver con el español. Salmond señaló que las palabras del titular español "hablan por sí solas" y criticó que "los que están en contra de la independencia puedan utilizar lo que supuestamente dicen otros para asustar".

El líder nacionalista, quien hoy presentó en Edimburgo su plan para la celebración de un referéndum sobre la independencia, recordó que "el Reino Unido se formó hace 300 años por una decisión libre de dos naciones iguales", por lo que negó que la independencia escocesa pueda ser interpretada como una secesión. En este sentido indicó que, si se consiguiera la independencia, "las leyes internacionales reconocerían a Escocia como miembro de pleno de derecho de la Unión Europea", por lo que no habría riesgo de que un país vetara su ingreso.