Los futbolistas del Real Madrid protestan al árbitro./AP
FÚTBOL | COPA DEL REY

El mejor Madrid también cae con el Barça

Los de Mou’ completaron un partido excepcional en el Camp Nou y pusieron contra las cuerdas a un rival que no sabe especular

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Ni siquiera en su mejor versión, un compendio de toque, velocidad, orgullo y épica, el Madrid pudo derribar el muro psicológico del Barça, que sufrió como no se recordaba en su feudo pero ya está en semifinales de Copa. Con Özil imperial, los de ‘Mou’ completaron un partido soberbio y pusieron un nudo en la garganta a los catalanes. Pero les faltó pegada, tradicionalmente su mejor arma, para ponerse por delante en la primera media hora y equilibrar la eliminatoria. Fue un monumento al fútbol, con sus polémicas, un árbitro muy permisivo y la emoción añadida de un duelo a vida o muerte.

Higuaín y Cristiano desperdiciaron esta vez ocasiones muy claras antes de que los azulgrana les golpeasen antes del descanso. Pedro, tras una pincelada genial de Messi, y Alves, en un disparo antológico, dejaron al rival groggy cuando el Camp Nou callaba y solo arremetía contra Pepe. Lejos de rendirse y de arrojar la toalla, la reacción de los madrileños en la segunda mitad fue digna del mejor club de la historia. Les anularon un gol, a causa de un claro agarrón de Ramos a Alves, pero aun así lograron empatar y disfrutaron de veinte minutos para marcar el gol que obraba el milagro. Cayó el Madrid pero así no puede recibir reproches. La pregunta es clara. ¿Qué hubiera pasado si ‘Mou’ no regala la ida con un planteamiento mezquino?.

Para driblar a los ‘topos’ del vestuario que colaboran con la prensa y ofrecen pistas al rival, se batió el récord de tardanza en el anuncio de las alineaciones. Hasta tres cuartos de hora antes de comenzar el clásico no se conoció la puesta en escena. En ese momento se despejó la gran incógnita:Pepe era titular pero no de medio, sino de central. No mintió Mourinho al afirmar que jugaría si el físico se lo permitía. El técnico marcó territorio. Si un día cae, será con sin aceptar injerencias. Desde la cúpula del club le persuadieron sobre la conveniencia de no alinear a Pepe porque se podría considerar una provocación pero ‘Mou’ tensó la cuerda.

El Madrid se plantó con el once que reclama su hinchada, excepción hecha de Coentrao en lugar de Marcelo. El brasileño no jugó la ida y tampoco la vuelta. Quizá porque es demasiado ofensivo para los gustos de su técnico, sobre todo, si por su carril sube Dani Alves. Había un guiño para la esperanza blanca. Con Kaká y Özil como titulares, el Madrid jamás había perdido. Hasta esta visita al Camp Nou, sumaba siete victorias y dos empates. En el Barça, Guardiola demostró su respeto reverencial al Madrid. Sacó al mismo equipo del Bernabéu, a los mejores posibles a excepción del portero. Pero lo de Pinto es una discutible cuestión de principios que trasciende lo futbolístico.

Lesión de Iniesta

En el primer tercio, el Madrid sometió al Barça con un fútbol extraordinario. Con una presión muy adelantada y Özil desbordante, el vigente campeón puso de los nervios al rival. Todo empezó con una mala cesión de Alvés y una falta de entendimiento entre Piqué y Pinto que desaprovechó Higuaín, acostumbrado a anotar en situaciones mucho más complicadas. Cristiano lanzó fuera tras gran pase de Özil y más tarde Pinto le adivinó la intención. En 10 minutos, el Madrid había llegado mucho más que en todo el choque de ida. Pero hubo mucho más, un posible penalti por mano de Busquets tras peinar Pepe, un lanzamiento lejanísimo del enganche turco-alemán que se estrelló en la cruceta y un regalo del portero culé a Higuaín que el ‘Pipita’ de nuevo despreció.

Se lesionó Iniesta, peleado con su bíceps femoral, y Guardiola recurrió a Pedro, un seguro de vida. Xavi entendió que era el momento de comenzar a manejar los tiempos, de tocar y de asociarse con Messi para que este Madrid se resquebrajara. El Barça gozó de dos minutos mágicos justo antes del descanso. La ‘Pulga’ encontró la llave maestra en una contra de libro. Abrió a Pedro y el tinerfeño dejó a Casillas en el molde con un toque sutil. Y tras un lío porque Teixeira le perdonó la expulsión aLass, Alves agarró un disparo antológico para resolver la eliminatoria. Ahora sí, solo un milagro salvaría al Madrid.

Debió haber conjura en el vestuario merengue porque la segunda parte fue blanquísima. El espíritu del Madrid fue memorable. Mourinho volvió a acertar en los cambios, Cristiano y Benzema firmaron el empate y preludiaron un final de infarto. Polémica, líos arbitrales, expulsión de Ramos, gestos absurdos de un Pepe desatado y un colegiado que no estuvo a la altura del partido. Pero si el campeón cayó en cuartos, es porque tiró la ida y luego no tuvo suerte. Pero se rearma para la Liga y la ‘Champions’.