El Madrid se tranquiliza con su pegada

Con tanta tensión en un vestuario dividido por Mourinho, las filtraciones sobre el cisma en la plantilla blanca y la reciente goleada del Barça, salió muy nervioso el Madrid a la batalla contra el Athletic, pero mejoró con el paso de los minutos, recuperó la necesaria tranquilidad antes del descanso, y su demoledor ataque dictó de nuevo sentencia. La goleada pudo ser aún más amplia después de que el Athletic le plantase cara y fuese superior en el primer tiempo. El líder ganó con justicia y contundencia, aunque tuvo suerte el Madrid de acabar la primera parte con empate, porque los de Bielsa perdonaron en ese periodo. Solo gracias a una genial internada de Marcelo pudo el Madrid igualar el choque, pero en la segunda mitad impuso su ley y remontó con merecimiento y poderío, con dos claros penaltis de un Athletic desbordado que fue otra vez vapuleado y acabó con diez. En inferioridad, se acabó el Athletic y creció aún más el equipo de Mourinho.

Con la calidad, ambición y pegada de los blancos, y los errores defensivos del Athletic, el duelo que tuvo muchos minutos de incertidumbre, se fue inclinando sin remedio a favor del Madrid, de menos a más, agarrado a esta Liga que no está dispuesto a ceder. La Copa la ha entregado ‘Mou’ miedoso y con un planteamiento ultradefensivo, pero en la Liga, donde solo encuentra la oposición del eterno rival, los blancos la desean ganar el técnico y su equipo con autoridad y con exhibiciones goleadoras, aunque su fútbol haya perdido mucha chispa desde la primera derrota ante el Barça del pasado mes. Del varapalo copero se ha recuperado el Madrid sin jugar demasiado bien, pero con mucho carácter y con lo que casi nunca pierde: el gol.

Sin seis titulares que salieron en la Copa ante el Barça, y dos de ellos fuera de la convocatoria. Como estaba cantado, sin el castigado Pepe, que necesita ‘descanso’, y también sin Carvalho. Mourinho volvió a su sistema habitual, pero sorprendió con un once ofensivo, con la sorpresa del ‘jugón’ Granero y con Kaká, aunque el brasileño no está en forma, y aunque el Madrid intentó dominar y elaboró, apenas dispuso de oportunidades.Sin embargo, concedió demasiadas ante el letal contraataque del Athletic, y fue el conjunto bilbaíno el que estuvo mejor en ese primer tiempo. Mientras que el Madrid entonces jugó a ráfagas, demasiado presionado, el Athletic tocó y construyó, aunque falló en la definición.

Sacrifico y carácter

Así, desperdiciando sus ocasiones, el Athletic tendría que rezar para salir vivo del Bernabéu, y no pudo ser. Mucho menos, si nada más arrancar la segunda mitad Iturraspe comete un penalti inocente sobre Kaká, cuando el brasileño ya se estaba cayendo. Lanzó con todas sus ganas Cristiano un misil y el partido que se presumía tan sufrido ya se ponía totalmente a favor del Madrid.El sosiego volvió a un equipo que no desplegó un fútbol notable, pero sí exhibió sacrificio y despliegue físico ante el incansable Athletic en una primera mitad jugada de poder a poder. En ese tiempo le hizo trabajar mucho a un Madrid que con Varane en lugar de Pepe sufrió demasiado atrás, y su presión puso en muchos problemas a una pareja de mediocentros (Granero-Xabi Alonso) a la que le costó crear y contener. Los ‘leones’ mordieron’ en la medular, y cuando salieron a la contra hicieron temblar el Bernabéu, inquieto y con dudas hasta la remontada.

A pesar de que el Athletic fue superior en muchas fases del primer tiempo, al menos el Madrid aguantó con mucho carácter, aunque al principio, a falta de temple y claridad, tuvo que agradecer a Marcelo que apareciese para rescatar a su equipo en un momento clave. Ni Cristiano ni Benzema. El lateral brasileño al que se le acusó de regresar de vacaciones bajo de forma -quizás por ello ‘Mou’ prescindió de él y sacó a Coentrao-, fue la principal amenaza del Madrid en la primera mitad y el encargado de dar el primer golpe al Athletic, que al contrario que los locales fue de más a menos después de haber tenido la oportunidad de ponerse 0-2. Corría el minuto 18 cuando Casillas salvó el remate de Muniain y De Marcos falló casi a puerta vacía. También perdonó Llorente, y cuando el Madrid salió más centrado en el segundo tiempo y el Athletic aflojó, la puntilla fue ya la expulsión de De Marcos, aunque ya antes de quedarse con uno menos, el partido ya estaba teñido de blanco. Las contras madridistas fulminaron al Athletic, y hasta el poste evitó un gol de Higuaín. Mourinho puede estar satisfecho con su equipo, aunque un sector del Bernabéu no lo esté con él, como se demostró cuando los ‘Ultra Sur’ corearon varias veces el nombre del técnico y el público abucheó a los ultras. Aunque sea como sea, estarán con Mourinho si el Madrid gana esta Liga que lleva tan bien encaminada. Ahora solo él y sus futbolistas la pueden perder.