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Sesenta años en la brega política

Coincidiendo con la aplastante victoria del PP, el 20 de noviembre el expresidente de la Xunta ponía fin a su dilatada trayectoria política

MADRID Actualizado: Guardar
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La Carta Magna se queda huérfana de uno de sus 'padres', tras el fallecimiento ayer de Manuel Fraga Iribarne a los 89 años de edad al no recuperarse de una afección respiratoria que arrastraba desde principios de año. Con él desaparece toda una leyenda de la política española y el único que desempeñó cargos públicos relevantes en la dictadura, la Transición y la democracia.

El 20 de noviembre no solo quedará en la historia de España como la fecha de unas elecciones anticipadas debido a la crisis económica. Ese mismo día el presidente de honor del Partido Popular ponía punto final a sesenta años de vida política al renunciar a repetir como senador por designación autonómica. Hacía meses que el veterano político había reducido sus apariciones públicas, sobre todo desde que en abril del 2011 fuera operado tras fracturarse una cadera al caerse en su domicilio. Fue el momento en que comenzaron los continuos problemas de salud de un político con sorprendente capacidad de trabajo y tesón hasta el último momento.

Antes de esa lesión, 'don Manuel', como le conocían en Génova, o Manolo para sus íntimos, había confesado a su entorno que todavía se sentía "con fuerzas" y se encontraba "bien" para seguir en la política. De hecho, les comunicó que no tenía pensado retirarse y que le esperaba "una etapa dura". Sin embargo, su familia deseaba que se retirara y él accedió a esta petición.

Una vida de política

Nacido en Villalba, Fraga fue ministro de Información y Turismo de Franco, su embajador en Londres, vicepresidente para Asuntos del Interior y ministro de Gobernación. El gallego promovió las asociaciones y partidos políticos que admitía la dictadura para robustecer el corporativismo, y también impulsó la primera Ley de Prensa, que dejaba de lado la censura oficial para implantar la autocensura de los medios. Diputado, senador, parlamentario europeo, 'Don Manuel' dejó paso a José María Aznar en el PP y gobernó su Galicia durante quince años.

Como presidente gallego, reclamó las máximas transferencias en materia de pesca, la reforma constitucional del Senado y un mayor protagonismo de las regiones en Europa. En los últimos meses del 2000, su gestión al frente de la Xunta se vio empañada por la aparición de las primeras 'vacas locas' en la Comunidad y, un año después, por la catástrofe del 'Prestige' frente a las costas gallegas. Unos hechos por los que tuvo que hacer frente a sendas mociones de censura presentadas por el BNG y por los socialistas gallegos, respectivamente, de las que salió airoso amparado por la mayoría absoluta de su partido en la cámara.

En 2005 se despidió de su militancia: pese a haber ganado en las urnas se quedó a un escaño de la mayoría abosluta. En enero de 2006, fue sustituido al frente de partido en Galicia por Alberto Núñez Feijoo en el Congreso extraordinario, en el que fue designado presidente de honor vitalicio de la formación. No obstante, su relevo no significó su despedida de la vida política, ya que fue elegido senador en representación de la Comunidad Autónoma de Galicia el 7 de febrero siguiente. Renunció a su cargo de diputado en el Parlamento gallego y en marzo de 2006 juró en la Cámara Alta. Fue reelegido senador por Galicia en marzo de 2008, cargo que desempeñó hasta la anterior legislatura.

Una salud delicada

La salud de Fraga se resintió poco a poco en la última década. La dolencia más grave se le detectó el 1 de octubre de 2003, cuando en una revisión rutinaria el cardiólogo le descubrió un "trastorno eléctrico" del corazón. Ese mismo día se le implantó un marcapasos. En febrero de 2001 ya se había operado de una hernia discal que le provocaba fuertes dolores de espalda y un año más tarde fue intervenido de otra inguinal.

El veterano político también sufrió varios desmayos en actos públicos. Uno de ellos el 23 de enero de 2003 durante la inauguración de la feria de turismo de Madrid, Fitur, y otro el 5 de octubre de 2004 en el debate sobre el estado de la autonomía mientras leía su discurso. Solo un año después, en Génova, en el transcurso de una reunión del comité permanente también se desvanecía, un día después de que se cayera al suelo tras un resbalón al final de una comida con el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.