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Nadal temió no poder debutar por problemas en su rodilla

El balear, que se deshizo cómodamente de Kuznetsov en su primer encuentro,asegurá que ayer mismo se 'vio fuera del torneo' | Verdasco dejó escapar una ventaja de dos sets a cero y perdió ante el local Tomic

MADRID Actualizado: Guardar
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El tenista español Rafael Nadal desveló en la sala de prensa tras ganar su primer partido en el Abierto de Australia que en la jornada del domingo temió no poder salir a jugar hoy, tras sufrir un problema en la rodilla derecha por la tarde, que le impedía doblar la pierna y le provocó fuertes dolores. "Ha sido lo más raro que me ha sucedido. Ayer por la tarde estaba sentado en una silla hablando cuando noté un 'cloc' en la rodilla, al que no le di importancia, y cuando media hora después traté de levantarme tuve una sensación rara", explicó.

"Pensé que se había salido un poco la articulación y traté doblar la pierna pero al tercer intento no pude. La rodilla se quedó dura y sentí mucho dolor. No podía doblarla ni un solo centímetro y necesité ayuda para subir a la habitación", prosiguió. El jugador reconoció que desde ese momento pasó por momentos "muy duros", ya que aseguró que "me vi fuera del torneo. Me parecía inviable que a las 18.00 horas de ayer no pudiera doblar nada la rodilla y hoy pudiera jugar".

Nadal agradeció la colaboración del torneo que le facilitó que le pudieran realizar diversas pruebas médicas el domingo en el hospital, las cuales fueron positivas ya que "no había nada nuevo y eso nos calmó. Realicé entrenamiento con el fisio y con Ángel (su médico) y con ayuda de fisioterapia y antiinflamatorios la sensación hoy ha sido buena".

Debido a esto, el tenista apuntó que en su partido ante Alex Kuznetsov "salí a la pista dudoso al principio" pero añadió que tras jugar un rato "vi que todo iba bien, que la rodilla funcionaba sin problemas y me siento feliz de poder seguir jugando aquí y porque el nivel tenístico ha sido satisfactorio".

En el plano meramente deportivo Nadal se mostró satisfecho por el tenis que ha desplegado. "Creo que estoy jugando bien, con pocos errores no forzados y los que hecho han sido al final, cuando estaba todo decidido y he jugado un poco más a lo bruto", apuntó.

"He sacado bien y he restado mejor de lo que lo hacía el año pasado, que es importante porque empezar bien el punto te da la vida. Con la derecha he hecho muchos golpes ganadores a mitad de pista con más facilidad. Me voy a casa muy contento porque he hecho muchas cosas bien y este es el camino a seguir", concluyó.

En sus 31 participaciones previas en grandes torneos, el español nunca había caído en su debut. Nadal, acostumbrado a ir de menos a más durante la competición, tenía enfrente a Kuznetsov, un rival poco conocido, 167 de la ATP, que no tenía por qué ser un impedimento para superar su primer trámite en el Abierto de Australia. Y no lo fue.

Por más que pase el tiempo, por más que el balear juegue más y más partidos, cambie su raqueta e intente matizar pequeños defectos de su juego con el consiguiente riesgo que conllevan estos cambios, la palabra derrota, en primera ronda de un ‘Grand Slam’, es impensable que pueda aparecer en el vocabulario del español. Con comodidad, mejorando su tenis conforme fue avanzando el duelo, el manacorense se deshizo del estadounidense por 6-4, 6-1 y 6-1. En segunda ronda se medirá al alemán Tommy Haas. “He jugado un encuentro muy completo. He atacado bien. He hecho cosas muy positivas durante todo el partido”, confesó el balear.

Ante el número dos del mundo, es conocido que comenzar al servicio es un verdadero suplicio. Y no fue menos este lunes para Kuznetsov. El balear inició el torneo como manda su canon: con una rotura de saque. Sin desplegar un juego arrollador y vistoso, ya que el ucraniano nacionalizado estadounidense apenas le exigía, Nadal necesitó muy poco para hacerse con la primera manga. Afortunadamente para sus intereses, la abismal diferencia en la clasificación entre ambos lo era también en la pista.

El buen dato de tiros ganadores en el primer acto –dieciséis- le animó en el segundo. Gracias a la tranquilidad con la que transcurría el encuentro, el balear pudo probarse y mejorar sus prestaciones de cara a rondas posteriores. Más metido en la pista, más dañino y confiado con su derecha y mejorando su revés, Nadal hacía lo que quería en la pista, más bien por las facilidades de Kuznetsov. Además, el guion del parcial inicial se repitió en el segundo gracias a un temprano ‘break’. La habitual presión y tensión en el debut de un ‘Grand Slam’ se había transformado en tranquilidad.

Por si era poco, el estadounidense, totalmente superado por la situación –no tuvo ninguna bola de rotura en todo el encuentro-, rápidamente se dejó llevar. Sin ningún tipo de posibilidad ni tan siquiera de poner en apuros al segundo cabeza de serie, el número 167 vio como el español cerraba en apenas 26 minutos la segunda manga por 6-1. En ningún momento aceptó el reto mayúsculo que tenía delante.

Y el tercer parcial fue un paseo militar. Con un rival totalmente abatido, Nadal continuó con su ‘entrenamiento’. Gracias a un ‘ace’, el noveno del choque –hizo 42 ‘winners’ en total-, cerró el partido. Una declaración de intenciones de lo que quiere desplegar a partir de ahora: mayor agresividad en su juego.

Verdasco se enreda

Lo tenía todo de cara. Dos sets a cero, con un juego sin florituras, sin ser arrollador, pero tremendamente eficaz visto el marcador. Pero Fernando Verdasco fue incapaz de cerrar el encuentro y sellar su pase a la segunda ronda del Abierto de Australia. O Tomic se lo impidió gracias a su lucha, su entrega y su particular tenis, vital para que la joven promesa venciese por 4-6, 6-7, 6-4, 6-2 y 7-5.

Verdasco tuvo el partido en su mano. En la central, abarrotada de australianos dispuestos a dejarse la voz por la esperanza local, su tenista, al que llevan esperando desde hace años para salvar el honor a un tenis ‘aussie’ escaso de alegrías, el madrileño se vino abajo. Erró mas de la cuenta, concedió más oportunidades de lo aconsejado, y lo pagó caro. Tomic, renacido después del nerviosismo mostrado en el primer tramo del encuentro, desplegó su tenis arrítmico que enredó al español. Con una buena muestra de heroísmo y mentalidad ganadora, el tenista local, de apenas 19 años, se erigió en el protagonista de la primera jornada en Australia.

Los que sí pudieron sellar su pase a segunda ronda fueron Nicolás Almagro, Feliciano López y Pere Riba. El murciano venció por 1-6, 7-5, 6-3 y 7-5 al polaco Kubot, el toledano doblegó al argentino 7-6, 6-3 y 7-6 y Riba hizo lo propio ante el también español Albert Montañés por 7-6, 2-6, 6-4 y 7-6.