Concentración en favor a El Asad. / Reuters
REVUELTAS EN EL MUNDO ÁRABE

Siria aprueba una nueva ley para ejecutar a terroristas

Tras la firma del documento propuesto por la Liga Árabe que permite el envío de una delegación, un gesto con el que pretende evitar mayores presiones

EL CAIRO Actualizado: Guardar
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El presidente sirio, Bashar el Asad, ha emitido un decreto por el que se endurecen las penas por tráfico de armas y que en el caso de las personas que lo hagan con fines terroristas conllevará la condena a muerte, según ha informado la agencia de noticias estatal SANA.

El nuevo decreto fija en quince años de trabajos forzados la pena para los que trafiquen con armas y la cadena perpetua de trabajos forzados para aquellos que introduzcan armas de contrabando en el país para traficar con ellas o cometer actos terroristas. En el caso de los que distribuyan armamento o contribuyan a distribuirlo con el fin de que se cometan actos terroristas serán condenados a la pena capital, precisa la agencia estatal. Los condenados por complicidad en este delito o por participar en el mismo también recibirán la misma pena.

Damasco ha denunciado en varias ocasiones que se está produciendo tráfico de armas desde los países vecinos, en especial Turquía y Jordania. Las autoridades jordanas han reconocido este extremo y han asegurado que trabajan con las autoridades sirias para impedirlo.

Llegada de los primeros observadores

Estas declaraciones de El-Asad contrastan con la firma ayer del documento propuesto por la Liga Árabe que permite el envío de una delegación de observadores al país. El texto fue subscrito por el viceministro sirio de Asuntos Exteriores, Faisal Maqdad, y el subsecretario general de la Liga Árabe, Ahmed ben Helli, en la sede de esta organización regional en El Cairo. Con la rúbrica, Siria acepta el marco jurídico de para una misión árabe cuyas atribuciones incluyen la protección de los civiles y de comprobación sobre el terreno de que se aplica la iniciativa de la Liga Árabe para solucionar la crisis que desde marzo ensangrenta el país. Ese plan, aceptado en principio por el régimen sirio el pasado 2 de noviembre, contempla el fin de la violencia, la retirada de las tropas de las ciudades y la protección de los civiles, entre otros puntos. También incluye el envío de 500 observadores internacionales, una medida a la que el Damasco se había negado en el pasado por su oposición a algunas de las condiciones en las que debía desarrollarse la visita.

Con el acuerdo de hoy, Siria da un paso adelante para que se levanten las duras sanciones económicas impuestas el pasado 27 de noviembre por parte de la Liga Árabe, que dos semanas antes también había suspendido la participación siria en la organización. Sin embargo, no está claro aún si la firma supone la suspensión inmediata de las medidas punitivas, ya que el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, que había ofrecido a Siria la posibilidad de levantar las sanciones a cambio del protocolo, no hizo este lunes alusión alguna al respecto.

El primer grupo de observadores árabes llegará el próximo jueves a Damasco, la delegación, que estará presidida por el asistente de la Secretaría General de la Liga Árabe, el egipcio Saif Al Yazal, incluirá doce juristas y expertos en asuntos de seguridad de distintos países árabes, según una fuente de la Liga Árabe. A ese primer grupo seguirán otros que incluirán a activistas y organizaciones de derechos humanos. Estas misiones comprobarán si las autoridades sirias respetan la hoja de ruta árabe para solucionar la crisis en este país que estipula, entre otras cosas, el cese de la violencia, la protección de los civiles y la retirada de elementos armados de las poblaciones. Asimismo, ha prcisado que los observadores enviarán sus conclusiones al grupo de contacto de la Liga Árabe sobre Siria y si se comprueba que las autoridades sirias violan el contenido de dicha hoja de ruta se convocará una reunión urgente de los ministros de Exteriores árabes para adoptar medidas contra el régimen de ese país.

Siria es escenario desde mediados de marzo de multitudinarias manifestaciones contra el régimen del presidente Bashar al Assad. El Gobierno ha respondido con la fuerza, lo que ha dejado hasta ahora, según la ONU, más de 5.000 víctimas mortales. El régimen responsabiliza a "grupos terroristas armados" de la muerte de civiles y miembros de las fuerzas del orden.