Rajoy y Zapatero cierran en Moncloa el traspaso de poderes
El futuro presidente adelanta que se verá obligado a tomar "algunas decisiones no gratas" como la Generalitat catalana
MADRID Actualizado: GuardarEl presidente del Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, ha recibido en el Palacio de la Moncloa al que será su sucesor al frente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, en la que será previsiblemente su última reunión para el traspaso de poderes antes de que Rajoy tome posesión de su cargo la próxima semana. La cita se produce el mismo día en que el Ejecutivo socialista celebra su último Consejo de Ministros y sólo cuatro antes de que el líder del PP sea investido presidente por el Congreso. La victoria en la votación está garantizada por la mayoría absoluta de su grupo, pero, por el momento, el candidato no espera más apoyos externos que los del diputado del FAC, el partido capitaneado por el exministro popular Francisco Álvarez-Cascos.
Zapatero ha salido del Palacio para recibir a Rajoy y ha hecho ante las cámaras algún comentario sobre el frío. Después ha bajado la escalinata del Palacio para saludar al líder del PP que, a diferencia de Zapatero, ha salido a la calle con abrigo. Después ambos han vuelto a saludarse posando para los fotógrafos en lo alto de la escalera y han entrado al Palacio para su reunión. Este es el segundo encuentro entre ambos dirigentes del que se tiene constancia pública después de las elecciones del 20-N. Rajoy ha dejado clara su intención de mantener los contactos con el presidente del Gobierno saliente, José Luis Rodríguez Zapatero, incluso después de su toma de posesión.
En declaraciones a los periodistas el jueves tras reunirse con el Rey en el Palacio de la Zarzuela, Rajoy reconoció que, al margen del encuentro de este viernes, tiene "interés" en seguir hablando con él "porque habrá cosas que sin duda" tendrá que preguntarle. Por tanto, esta entrevista "no es el final de nada". En dicha comparecencia, Rajoy prefirió no avanzar ninguna de las medidas concretas que incluirá en su programa de Gobierno y que prometió desvelar el lunes en su discurso de investidura. Se limitó a reiterar las grandes líneas que ha repetido muchas veces: reducir el déficit y la deuda públicas, realizar reformas económicas e impulsar iniciativas para que retorne el crédito a las empresas y las familias, así como tener un papel muy activo en la política europea e impulsar las relaciones con Latinoamérica, Estados Unidos, el Magreb, y los países emergentes.
No obstante, el futuro presidente realizó alguna afirmación que prepara el terreno para su mensaje del lunes, en el que anunciará medidas para "una situación difícil, en realidad más que difícil muy difícil". Confesó que "tendremos que tomar algunas decisiones no gratas", como le ha ocurrido al presidente de la Generalitat catalana, que ha realizado duros ajustes y recortes en varios servicios públicos. Lo que sí dejó muy claro es que, haya que hacer lo que haya que hacer , o lo que haya que recortar, "nosotros vamos a cumplir con el déficit", por duras que tengan que ser las medidas para asegurarlo. "Esa es la única decisión que les adelanto hoy como cierta", insistió con toda determnación.