El factor Cesc condiciona a Guardiola
Para ubicarle creó el 3-4-3 y para mantenerle en el 'clásico' debería hacer inventos en el tradicional 4-3-3
BARCELONA Actualizado: GuardarCon la recuperación de Adriano, el último lesionado que quedaba en la enfermería del Camp Nou además del único roto de larga duración (Afellay), el Barça ha conseguido llegar al 'clásico' en su mejor momento 'médico' de la temporada. No está claro si es el mejor momento deportivo (en casa lo parece, pero fuera es evidente que no es así... y el partido se juega en el Bernabéu) o el mejor momento físico (cuesta asegurarlo con tantos altibajos evidenciados en una otra temporada sin pretemporada), pero por lo menos Pep Guardiola puede jugar a esconder la alineación hasta el último momento. Y eso es mucho antes de un partido tan intenso antes, durante y después del pitido inicial. Todo vale.
Ni siquiera se puede adivinar el sistema táctico que empleará el técnico de Santpedor. Cuando dijo hace unos días que "sería muy arriesgado jugar con una defensa de tres en Madrid", peligro, o cuidado, según desde donde se mire, eso quiere decir que como mínimo se lo está planteando.
Y a los que ven el 3-4-3 como una opción imposible por el poderoso juego que tiene el Madrid en las dos bandas, que no se fíen. Sí, quizás no se atreva, pero es el sistema que pone más 'cachondo' a Guardiola. Y ahora que algunos creen detectar en él 'tics' del 'cruyffismo' más surrealsta, no se puede descartar.
El culpable, realmente, de todas las dudas es Cesc Fàbregas. Su fichaje conllevó un nuevo planteamiento para darle cabida, un 3-4-3 en el que el de Arenys, incrustado en el vértice ofensivo del rombo del centro del campo, pudiera alternarse con Leo Messi en la posición de 'falso 9' o 'delantero mentiroso' o lo que sea. Así ocurrió en algunos partidos iniciales en los que la combinación obtuvo un resultado espectacular.
Como explica Xavi, "se gana un centrocampista y se asegura la posesión de balón; si lo pierdes, vas a tener problemas porque falta un defensa, pero se trata de apostar por mantenerlo y buscar el gol".
Pero algunos sustos (la pésima primera parte de Valencia antes del 2-2 final o el descontrol de Milán) aconsejaron a volver periódicamente al 4-3-3 con el que el Barça parece perder ya cierta capacidad de sorpresa para ganar en seguridad. Messi, por cierto, parece más cómodo en el sistema antiguo que en el nuevo. Y al 'crack' siempre hay que intentar tenerle contento...
Ni Dani Alves parece confirmado con tantos interrogantes. En un 3-4-3, aunque ya jugó en el Bernabéu de interior diestro en una ocasión, peligraría, pues la defensa se la tendrían que repartir Puyol, Mascherano y Abidal, los más rápidos para tapar a la desesperada los contratiempo.
Y si la defensa es de cuatro, por ejemplo, parecen seguros Alves y Mascherano, por su salida de balón, junto a Abidal en la izquierda y un central que saldría de la ecuación Piqué-Puyol.
En la media, viendo cómo arriesgó Guardiola a Busquets con cuatro amarillas ante el Levante y a su ligera pérdida de protagonismo ante el músculo de Keita, tampoco se puede poner la mano en el fuego. Sí es fijo Iniesta, aunque quién sabe si desplazado al 'falso extremo' o al 'extremo mentiroso', o a lo que sea.
Si las cosas no fueran tan complicadas y a la defensa de cuatro se sumara una media de tres con Busquets, Xavi e Iniesta, llegamos a otro problemón: con Messi indiscutible, hay que ocupar dos plazas en el ataque con Villa, Alexis, Cuenca y Pedro. El último tendría su presencia asegurada si no acabara de salir de una lesión, pero el martes ya marcó dos goles ante el BATE y vuelve a entrar con fuerza en las quinielas. A su favor tiene que ya le ha hecho daño a Mourinho y al Madrid muchas veces. Cuenca sería el factor sorpresa, nada descartable en una mente como la de Guardiola, pero volviendo a la normalidad la apuesta más probable sería la experiencia de Villa (tres goles ya al Madrid de Mou) y la potencia de Alexis, que ya debutó con nota ante el conjunto blanco en la Supercopa.
Si las cuentas han salido y se impone la opción del 4-3-3, ha salido una alineación con Valdés; Alves, Piqué, Mascherano o Puyol, Abidal; Xavi, Busquets, Iniesta; Alexis, Messi y Villa. Sí. Hay que volver al principio. ¿Dónde está Cesc? Cuesta imaginarle en el banquillo con lo que costó su fichaje en tiempo y dinero. Hay que sacrificar un defensa o un extremo. Una locura. Si Mourinho le da tantas vueltas, Guardiola ya partirá con una ventaja.