revueltas en el mundo árabe

La ONU condena las «graves violaciones» de los derechos humanos en Siria

Denuncia al régimen de El-Asad por ejecuciones arbitrarias, excesivo uso de la fuerza y el asesinato y persecución de manifestantes

GINEBRA Actualizado: Guardar
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El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha vuelto a condenar hoy en términos enérgicos la represión de la revuelta antigubernamental que ha costado la vida a más de 4.000 personas desde marzo pasado, según los datos de las Naciones Unidas. Reunido con carácter especial, el Consejo ha condenado las "generalizadas, sistemáticas y graves violaciones de los derechos humanos y libertades fundamentales por parte de las autoridades sirias" para reprimir las protestas opositoras en el país.

Entre esas violaciones sistemáticas se destacan "las ejecuciones arbitrarias, el excesivo uso de la fuerza, el asesinato y persecución de manifestantes, activistas de derechos humanos y periodistas, las detenciones arbitrarias, las desapariciones forzadas, y la tortura y los malos tratos, incluso de niños". La resolución de condena ha contado con el apoyo de 37 países, el rechazo de cuatro (China, Rusia, Ecuador y Cuba) y la abstención de seis (Angola, Bangladesh, Camerún, India, Filipinas y Uganda).

La denuncia se basa en el informe de la comisión internacional de investigación, presentado el lunes, en el que tres expertos independientes constataron la comisión de crímenes contra la humanidad en la represión con la aquiescencia del Gobierno. El Consejo ha recomendado que los Estados miembros de las Naciones Unidas y organizaciones regionales como la Liga Árabe "apoyen los esfuerzos para proteger a la población de Siria y ponga fin de inmediato a la grave violación de los derechos humanos". El informe será enviado al secretario general de la ONU, Ban ki-moon, para que lo transmita a todos los órganos relevantes de la organización para que emprendan "una acción apropiada".

Lenguaje suavizado

La resolución, elaborada por Polonia en nombre de la Unión Europea, no tuvo un lenguaje tan contundente como esperaban algunas delegaciones, que apoyaban instar al Consejo de Seguridad de la ONU a actuar, ya que el objetivo principal era sumar el mayor número posible de apoyos al texto, según dijeron fuentes diplomáticas.

El lenguaje de la resolución quedó lejos también del empleado en la apertura de la sesión por la alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, que urgió a la comunidad internacional a adoptar "medidas urgentes y efectivas" para proteger a los civiles.

La resolución evitó incluir la alusión a la comisión de crímenes contra la humanidad y los diplomáticos rebajaron el tono. La embajadora estadounidense, Eileen Chamberlain Donahoe, reconoció que se ha buscado una "solución de compromiso" para tratar de recabar el mayor número posible de apoyos a la resolución.

El embajador sirio, Faisal al-Hamwi, ha asegurado que las conclusiones del informe de la comisión de investigación sobre el que se basa la resolución aprobada "carecen de objetividad y credibilidad" y solo sirven "para echar más leña al fuego" en Siria. Al-Hamwi ha criticado que no se pida a las fuerzas de oposición que detengan sus acciones armadas o que establezcan un proceso de diálogo con el Gobierno e insistió en que Damasco ha puesto en marcha un proceso de reforma política, que verá sus primeros resultados concretos "entre los meses de febrero y marzo".