Los futbolistas del Athletic celebran el gol de De Marcos./ Reuters
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El Athletic culmina una cena difícil

Los goles de De Marcos y Susaeta propiciaron la victoria espinosa ante el Slovan de Bratislava y el liderazgo del grupo

BILBAO Actualizado: Guardar
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Con hambre. Como si no hubieran probado bocado. Puede que escocidos por la reciente derrota en casa ante el Granada o por el ambiente europeo, los leones de Bielsa salieron a comerse el mundo y a llevarse por delante al Slovan. Con el ímpetu rojiblanco como guía los eslovacos cedieron pronto y se ofrecieron como un aperitivo fácil en sus fauces.

Porque el Athletic Club se lo había tomado en serio. La única prueba forzada en un equipo sin reservas fue De Marcos en el lateral derecho por los recelos físicos de Iraola. Pero incluso el elemento sorpresa fructificó pronto al recoger el comodín de Bielsa un balón en el borde del área y marcar el primer gol antes del cuarto de hora.

Pero la cena del Athletic se reveló de difícil digestión. El equipo de Bratislava no existió hasta el minuto 30 pero entonces irrumpió como un aparecido y dejó taquicardias al Athletic. Primero fue un duro lanzamiento de falta de Halenár que el larguero repelió con violencia. Luego un aparente pase sin peligro que las dudas de Iraizoz transformaron en gol cuando Sebo aprovechó los dos amagos de salida del guardameta español para ganar el balón, superarle suavemente y anotar el empate sin oposición.

El tanto en contra desestabilizó a un Athletic bien cuajado para sustituirlo por un flan. De Marcos perdió el buen toque inicial, Llorente se perdió en los problemas físicos sufridos en el calentamiento y solo Amorebieta se mantuvo afinado en ataque y defensa con un gran gobierno del espacio.

Entonces Bielsa decidió cambiar los ingredientes y tras el descanso dio entrada a Iraola y Toquero. Regresó el Athletic codicioso, el que deseaba la victoria para el primer puesto del grupo y se multiplicaron las unidades rojiblancas en posiciones de ataque. Los bulliciosos Muniain y Toquero aprovecharon el viento a favor para amenazar a los defensas visitantes. Precisamente fue la meteorología la que terminó con la resistencia visitante en uno de los repetitivos balones largos que enviaron sus futbolistas. De Marcos, entonces centrocampista, sirvió un balón al área que Susaeta cabeceó al segundo palo y una ráfaga de aire prolongó el balón hasta dentro de la portería.

El final pudo ser más plácido para los de Bielsa si el árbitro no hubiera anulado de manera equivocada un gol de Iraola por fuera de juego. El ansia del Athletic intimidó a partes iguales a Athletic y Slovan con últimos minutos de incertidumbre pero los rojiblancos lograron conservar su triunfo y garantizar su liderazgo del grupo a falta de disputar la última jornada de la fase de grupos.