Carcaño pide perdón a la familia de la joven: «Si supiera dónde está el cuerpo, lo diría»
El abogado de Samuel solicita su absolución por falta de pruebas | El juicio ha quedado visto para sentencia
SEVILLA Actualizado: GuardarSeis semanas después, el juicio por la muerte y desaparición de Marta del Castillo ha quedado visto para sentencia igual que comenzó: con los acusados defendiendo su inocencia y sin revelar qué hicieron con el cádaver de la adolescente desaparecida hace casi tres años, en enero de 2009. Las defensas han vuelto a proclamar su inocencia con el argumento de que no hay pruebas científicas inculpatorias y tirando de jurisprudencia para recordar que la autoinculpación ante la Policía no puede ser una base objetiva.
Uno por uno, los acusados han ido pidiendo perdón a la familia de Marta por el daño causado. Primero Miguel Carcaño, que insistió en que “no fue su intención matarla” y que si supiera dónde está lo diría; luego su amigo Samuel Benítez, afectado porque “Marta también era amiga mía, pero soy inocente”; el hermano del primero, Javier Delgado, repitiendo que fue engañado por Miguel y que “no hay nada que pueda hacer o decir para aliviar ese dolor que entiendo como padre”; y la novia de éste, María García. Nerviosa, con lágrimas en los ojos y leyendo un papel, ha incidido en que “no sé nada de lo que pasó con Marta”. Unas disculpas que, según ha resaltado la familia a la salida de la Audiencia, llegan “tarde y sin siquiera mirar a la cara”.
Antes de ese momento, ha sido el turno de los abogados defensores de Benítez, Delgado y García. Los tres han mantenido sus conclusiones provisionales para defender la inocencia de sus defendidos, y han hecho hincapié en que a lo largo de las 19 sesiones del juicio no se ha podido acreditar con pruebas científicas su participación en los hechos.
El abogado de Samuel ha recordado que ninguna de las 194 muestras tomadas en la casa de León XIII donde supuestamente murió Marta le incrimina y que no hay “hechos externos que corroboren su primera confesión, por lo que ha animado a dejar de lado “especulaciones y falsos indicios” para distinguir “lo que podemos creer y se ha probado. Así, ha retomado las supuestas presiones policiales que el chico recibió en comisaría, al tiempo que ha aventurado que su implicación es fruto de una “venganza” de Miguel al descubrir que su amigo estaba colaborando con la Policía.
Dudosos testimonios
En la misma línea, la defensa de Delgado ha subrayado que su implicación se desprende únicamente de una confesión del otro imputado y ya juzgado por ser menor cuando se produjeron los hechos, Javier García El Cuco, que más tarde rectificó y llegó a decir que le implicó “en un calentón” al saber que Carcaño le involucraba a él.
Junto a la falta de pruebas científicas, el abogado de Delgado ha esgrimido que Miguel manipuló y mintió a su hermano acerca de lo sucedido, y que su defendido sólo se limitó a aconsejarle en las conversaciones telefónicas porque creia en su inocencia. No ha dado validez ni al testimonio de la menor que fue novia de Miguel –que llegó a decir que fue el propio Delgado quien golpeó a Marta—porque la niña “ha mentido en numerosas ocasiones”, ni tampoco a la del taxista aparecido por sorpresa tres años después, dado que pudo equivocarse de día y no se ha podido validar que estuviera trabajando la noche del 24 de enero de 2009.
Por último, la defensa de María García ha pedido su absolución subrayando que ninguno de los implicados la involucra y que tampoco aparece su rastro en las pruebas periciales concluyentes, además de cuestionar la validez de las pruebas que han tratado de acreditar que no estuvo estudiando en la casa aquella fatídica noche.
Al término del juicio, la familia de Marta ha expresado su “impotencia” al comprobar como las defensas trataban de invalidar la investigación y ha mostrado su confianza en que “se haga justicia”, dado que durante el juicio se han escuchado muchas “verdades y mentiras”. Atrás quedan los careos infructuosos, las contradicciones de los testigos y las certezas basadas en la experiencia de los agentes de Policía. “Lo único que haré será rezar para que se haga justicia por Marta”, ha aseverado su madre, Eva Casanueva.